El incumplimiento del ROA, causa de las tensiones aribtrales
El Reglamento de la Organizaci¨®n Arbitral (ROA), al que un directivo de la federaci¨®n espa?ola, abogado de profesi¨®n, consider¨® como la pieza jur¨ªdica m¨¢s avanzada del arbitraje mundial, es la causa principal de las disidencias, enfrentamientos y problemas que actualmente aquejan al estamento de los ¨¢rbitros espa?oles. Su incumplimiento origin¨® la Asociaci¨®n Nacional de Arbitros de F¨²tbol Espa?oles (ANAFE). La existencia de la ANAFE motiv¨® el nacimiento de los ¨¢rbitros ?hijos de la asociaci¨®n? e ?hijos de Plaza?, divisi¨®n debida al vicepresidente del Barcelona, Nicol¨¢s Casaus, y que de hecho se ha convertido en una realidad palpable. Esta divisi¨®n origin¨® enfrentamientos y pol¨¦micas como los que viven actualmente los colegios de Andaluc¨ªa y Catalu?a.
La organizaci¨®n arbitral espa?ola adolece de una reglamentaci¨®n seria. Este vac¨ªo reglamentario se intent¨® suplir con el ROA. Pero resulta ineficaz hasta ahora, porque no ha sido asimilado, principalmente, por los directivos, y porque no se ha cumplido en la casi totalidad de los colegios regionales. El propio Comit¨¦ Nacional de Arbitros, que mostr¨® una excelente predisposici¨®n sobre ¨¦l, acab¨® por dormirse en su cumplimiento. La soluci¨®n que se quiere dar al tema no puede ser m¨¢s significativa: se ha elaborado un texto refundido del ROA que se presentar¨¢ para su aprobaci¨®n en la pr¨®xima asamblea extraordinaria que celebre el arbitraje espa?ol y que se fij¨® para el pr¨®ximo 31. Este texto refundido supone, de hecho, la supresi¨®n de los art¨ªculos del ROA que ahora no se cumplen. El ROA puede sufrir un lavado que represente, pr¨¢cticamente, su eliminaci¨®n.El arbitraje espa?ol, a nivel directivo y, sobre todo, en los colegios regionales, no ha sufrido modificaci¨®n alguna respecto a los ¨²ltimos a?os. Existe, por tanto, un desfase temporal de directivos a nivel regional. Las primeras elecciones para elegir los presidentes de los colegios regionales se celebraron hace un par de temporadas. No existi¨® aut¨¦ntica libertad de elecci¨®n, porque, en el 50% de los colegios regionales no hubo elecciones, al presentarse un ¨²nico candidato, que, adem¨¢s, fue el que ven¨ªa desempe?ando ese cargo por el dedo designador de Plaza. En los colegios en que se realizaron las votaciones, en el 80% de ellos result¨® elegido quien anteriormente ocupaba ese cargo. El poder establecido goz¨® de cierta ventaja para resultar vencedor.
Hay presidentes de colegios regionales que llegaron a ejercer ese cargo aun antes de que estos se constituyesen, como sucede con Jos¨¦ Fombona, en el Colegio Asturiano. Otros presidentes de colegios regionales, como Eladio Naya, en el gallego, apenas entienden el ROA, porque llevan diez a?os en el cargo y creen que deben actuar como antes. En bastantes casos todav¨ªa est¨¢ en vigor el ?ordeno y mando? del cargo, del poder establecido. El arbitraje no ha cambiado, porque apenas ha existido renovaci¨®n alguna de cargos, sobre todo a nivel regional.
Esta situaci¨®n autoritaria ignora el ROA, porque lo contrario supone la eliminaci¨®n del poder de decisi¨®n de quien lo ostenta. El incumplimiento sistem¨¢tico del ROA o su aplicaci¨®n discriminatoria e interesada siembra la disconformidad de quienes se sienten perjudicados. Al surgir los colegiados pol¨¦micos, inconformistas y contrarios al poder establecido se establecen las represalias.
Dos ¨¢rbitros que llegaron a militar en Primera Divisi¨®n, Gallardo Fern¨¢ndez y L¨®pez Cuadrado, se han convertido en cabecillas de las insurrecciones surgidas estos ¨²ltimos meses en Andaluc¨ªa y Catalu?a, respectivamente. Gallardo Fern¨¢ndez fue sancionado con dos meses de suspensi¨®n al cometer un fallo t¨¦cnico en el partido Burgos-Atl¨¦tico de Madrid de la pasada temporada. Despu¨¦s se afili¨® a la ANAFE. La asociaci¨®n eligi¨® presidente de la misma al ex ¨¢rbitro navarro Orrant¨ªa, que anteriormente tambi¨¦n lo fue por los colegiados en activo como vocal de la Comisi¨®n Nacional de Calificaci¨®n y, Clasificaci¨®n del Comit¨¦ Nacional. Gallardo se neg¨® a firmar un escrito que le present¨® el secretario de su colegio por el que ped¨ªa el cese de Orrant¨ªa como vocal de la comisi¨®n para la que fue elegido, por ser este cargo incompatible con la presidencia de la ANAFE.
Gallardo, despu¨¦s, al finalizar la temporada, fue descendido a Segunda Divisi¨®n. Lo que parece una represalia motiv¨® que Gallardo creyera necesario enfrentarse a los directivos de su colegio, sobre todo a su m¨¢ximo responsable decisorio, su secretario, Vicente Primo. La primera medida fue el intento de presentaci¨®n de una moci¨®n de censura, cuya posibilidad regula el ROA, contra los directivos de su colegio. La moci¨®n fue rechazada por defecto de forma, por la falta de tres firmas para conseguir el n¨²mero necesario de ellas para su presentaci¨®n. Como respuesta surgieron las coacciones para quienes firmaron esa moci¨®n de censura.
Al no poder llevar a cabo esa moci¨®n de censura a los directivos, diecis¨¦is de esos ¨¢rbitros disidentes presentaron una denuncia contra Vicente Primo ante el Comit¨¦ Jurisdiccional de la Federaci¨®n Andaluza. La denuncia fue trasladada al Comit¨¦ Nacional de Arbitros, que no se ha pronunciado, pese a que lleg¨® a dicho organismo a primeros de julio. Los diecis¨¦is ¨¢rbitros que firmaron esta denuncia fueron descendidos de categor¨ªa.
Vicente Primo, seg¨²n estos ¨¢rbitros, fue sancionado con ocho meses de suspensi¨®n en sus funciones por agredir -le dio un cabezazo- a un ¨¢rbitro, herrera Misa, hace unos cuatro a?os. La denuncia presentada asegura que no lleg¨® a cumplir esa sanci¨®n m¨¢s que en un par de d¨ªas, porque, seg¨²n se afirma, Vicente Primo indic¨® que su caso hab¨ªa sido sobrese¨ªdo. Pero el expediente no aparece por ning¨²n lado en la federaci¨®n y colegio arbitral de Andaluc¨ªa.
Gallardo Fern¨¢ndez decidi¨® hace unos d¨ªas presentar su candidatura para la representaci¨®n colegial nacional. Se la han rechazado y adem¨¢s le han negado el derecho al voto por encontrarse sancionado. El Comit¨¦ Nacional de Arbitros se dirigi¨® al Colegio Andaluz para solicitar los datos necesarios con el fin de abrir un nuevo expediente a Gallardo Fern¨¢ndez, con la inten ci¨®n de llegar a su expulsi¨®n. Gallardo Fern¨¢ndez tiene ya redactada su carta de dimisi¨®n, que presentar¨¢ inmediatamente despu¨¦s de que se resuelva, de la forma que sea, el problema
La situaci¨®n creada en el Colegio Andaluz es dif¨ªcil de solucionar. Lo que se ha conseguido es dividir a los ¨¢rbitros y una huelga de unos 120 colegiados que ya supera las cuatro jornadas inactivos y que cada domingo no se disputen unos cincuenta encuentros de categor¨ªa regional por falta de jueces.
En el Colegio Catal¨¢n la historia se repite con variantes distintas. L¨®pez Cuadrado es en esta ocasi¨®n el ¨¢rbitro protagonista. Hace dos temporadas fue descendido a Segunda Divisi¨®n. La pasada tempo rada, en Santander, despu¨¦s de finalizar el partido que dirigi¨®, sufri¨® un infarto. Fue en el mes de enero. L¨®pez Cuadrado a¨²n no tiene en su poder el alta m¨¦dica. El Comit¨¦ Nacional le ha colocado en una situaci¨®n especial por ese motivo; pero, al mismo tiempo, se le indic¨® que estaba descendido a tercera. Se afili¨® a la ANAFE hace mes y medio, aproximadamente.
El conflicto en el Colegio Catal¨¢n surgi¨® desde el mismo momento en que L¨®pez Cuadrado se preocup¨® de conseguir las firmas necesarias de ¨¢rbitros para presentar una moci¨®n de censura a Gaspar Pintado, su presidente. Inmediatamente surgieron las coacciones y la divisi¨®n entre los colegiados, y tambi¨¦n las acusaciones. Cincuenta y seis ¨¢rbitros de la delegaci¨®n de Matar¨® aseguraron que Pintado les expuls¨® por no retirar su firma del escrito por el que se solicitaba su moci¨®n de censura. La expulsi¨®n no se produjo por escrito, por lo que dif¨ªcilmente pod¨ªa tener efectividad. Los ¨¢rbitros considerados expulsados anunciaron la posibilidad de una huelga, que compartir¨ªan los cerca de trescientos compa?eros del colegio que firmaron el escrito de solicitud de la moci¨®n de censura.
Las consecuencias de estas situaciones son claras. La mayor¨ªa de los colegios regionales est¨¢n divididos. Algunos ¨¢rbitros aseguraron que este clima les afecta en el nomal desarrollo de los partidos que dirigen, porque est¨¢n m¨¢s preocupados y, en cierto sentido, condicionados. Pero no se atreven a decirlo de forma p¨²blica, porque Pes P¨¦rez lo insinu¨® la pasada temporada y se le envi¨® una carta por la que se le pidi¨® que explicara qu¨¦ condicionamientos le afectaban, para tenerlos en cuenta, y se le advirti¨® que no arbitrar¨ªa mientras no respondiese. Por eso, no es extra?o que muchos ¨¢rbitros eviten los problemas y se conviertan en contemporizadores.
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