S¨®lo un 26% de pedagogos licenciado encuentran empleo adecuado

GranadaENVIADO ESPECIAL

S¨®lo un 26% de los licenciados en pedagog¨ªa durante el per¨ªodo comprendido entre los a?os 1974 y 1978 trabajan en puestos acordes con su preparaci¨®n acad¨¦mica, seg¨²n las conclusiones de una comunicaci¨®n presentada al VII Congreso Nacional de Pedagog¨ªa, que se celebra en Granada, y cuyas sesiones de trabajo ser¨¢n clausuradas esta tarde por el director general de EGB, Pedro Caselles.

Aunque los datos de la citada comunicaci¨®n se refieren s¨®lo a la Universidad Complutense de Madrid, no es dif¨ªcil deducir que la realidad profesional de todos los licenciados en pedagog¨ªa est¨¢ generosamente expresada en este porcentaje, si se tiene en cuenta que Madrid tiene una capacidad superior de oferta de puestos espec¨ªficos de trabajo para estos profesionales.

La gravedad del problema reside en el hecho de que cada d¨ªa es mayor esta infrautilizaci¨®n de los pedagogos, en cuya formaci¨®n el Estado realiza un considerable y, a lo que se ve, bastante est¨¦ril esfuerzo. Porque esta comunicaci¨®n de la profesora Mart¨ªn Barrientos es, en realidad, continuaci¨®n de un trabajo similar presentado en el anterior congreso y referido a los graduados del per¨ªodo 1950-1974. La comparaci¨®n de unos datos y otros revela que el porcentaje de licenciados en pedagog¨ªa ha descendido de un 44,8 % al 26 %.

Demasiadas frustraciones

La frustraci¨®n personal de muchos de ellos, asistentes al Congreso, qued¨® bien patente en los coloquios del primer d¨ªa de sesiones de la quinta secci¨®n del congreso, que es la que se ocupa precisamente del tema de las profesiones y actividades educativas. Desde acusaciones concretas a las ?cabezas responsables? de la pedagog¨ªa en Espa?a, ?por no haber sabido defender a lo largo de tantos a?os el puesto social y profesional del pedagogo?, o la confesi¨®n de que existen ?factores end¨®genos que deben llevar a la autodignificaci¨®n del pedagogo, lo que exige una buena dosis de autocr¨ªtica?, hasta la esclarecedora denuncia de que ?la infrautilizaci¨®n del pedagogo en Espa?a es mucho m¨¢s la consecuencia de una deficiencia cualitativa y cuantitativa de nuestro sistema escolar que del super¨¢vit de profesionales?.Los pedagogos tienen la impresi¨®n de que la sociedad no acaba de asumir su funci¨®n, porque todav¨ªa no ha empezado por comprenderlos, tal y como se?al¨® el profesor Ortega Esteban en su ponencia sobre el estatuto socioprofesional del pedagogo. Afirmaba este profesor que desde la ¨¦poca cl¨¢sica griega la pedagog¨ªa ha luchado, con escaso ¨¦xito, por intentar recobrar su autonom¨ªa, ya que ?siempre ha sido una parte m¨¢s o menos residual del fil¨®sofo, del pol¨ªtico o del te¨®logo?.

Las retransmisiones por televisi¨®n de los debates parlamentarios de los ¨²ltimos meses han puesto inevitablemente de moda las frases ingeniosas del diputado Fraga Iribarne. Es por eso seguramente que el profesor Ruiz Berrio no ha sabido sustraerse a la tentaci¨®n de traer a colaci¨®n una de ellas

?El l¨ªder de Coalici¨®n Democr¨¢tica?, recuerda Ruiz Berrio, ?pon¨ªa en boca de un embajador esta jocosa reflexi¨®n: "La vieja frase americana los que pueden hacer, hacen; los que no pueden, ense?an se ha ampliado: los que pueden ense?ar, ense?an; los que no pueden, ense?an pedagog¨ªa, y los que no saben ni eso, planifican la educaci¨®n"?.

Humoradas aparte, los asistentes a este congreso son muy conscientes de que no se puede seguir jugando con las palabras y de que las solemnes declaraciones de principios sobre la tan tra¨ªda y llevada calidad de la ense?anza requieren la seria consideraci¨®n de que los pedagogos deber¨ªan tener algo que decir a la hora de planificar un sistema educativo que sigue sin resolver las enormes expectativas que la sociedad espa?ola contin¨²a depositando en la ense?anza.