El centro-derecha refuerza su mayor¨ªa parlamentaria en Portugal
Alianza Democr¨¢tica dispondr¨¢ de una mayor¨ªa ampliada en el pr¨®ximo Parlamento portugu¨¦s, tras su claro triunfo en las elecciones del domingo. Una progresi¨®n del 2% del electorado de centro derecha aumenta de seis a veintid¨®s esca?os la mayor¨ªa parlamentaria del Gobierno de Francisco Sa Carneiro. El Frente Republicano y Socialista, que dirige Mario Soares, pierde un esca?o en relaci¨®n con el resultado obtenido por los socialistas en diciembre del a?o pasado. Pero los grandes derrotados son los comunistas: pierden un 2,3% de los sufragios obtenidos en 1979 y ven reducida su representaci¨®n parlamentaria en siete diputados.
Si era generalmente admitido que Alianza Democr¨¢tica conservar¨ªa la ventaja, la amplitud de la victoria ha sido una sorpresa.Por primera vez desde la revoluci¨®n de abril de 1974, la suma de los votos de la derecha supera la votaci¨®n conjunta de los dos grandes partidos de la izquierda, aunque Alianza Democr¨¢tica, aun con el apoyo de los grup¨²sculos de la ultraderecha, no alcance todav¨ªa la mayor¨ªa absoluta.
Es a¨²n muy pronto para analizar detalladamente c¨®mo se oper¨® la transferencia de votos, pero, atendi¨¦ndose a los mandatos obtenidos, parece que Alianza Democr¨¢tica hubiese ?robado? todos los votos perdidos por los comunistas.
Como en 1979, es en Lisboa y Oporto donde la izquierda pierde el mayor n¨²mero de diputados. Los comunistas, en estas dos ciudades, pierden cinco diputados, el FRS gana uno, y Alianza Democr¨¢tica, cuatro.
En Viana do Castelo, Vilareal, Aveiro y Madeira, AD conquista un diputado a los socialistas, y en Faro y Santarem, donde el FRS gana un diputado, AD mantiene su representaci¨®n, mientras que los comunistas pierden un esca?o.
En doce de las veinte circunscripciones que constituyen el territorio portugu¨¦s, la representaci¨®n se mantiene id¨¦ntica a lo que era en diciembre pasado.
Desde la una de la madrugada, en el hotel de Lisboa donde estaba instalado el cuartel general de Alianza Democr¨¢tica, la victoria era considerada c¨®mo cierta, y los centenares de invitados que se api?aban en el recinto tributaron una calurosa ovaci¨®n a Francisco Sa Carneiro a su llegada.
No era m¨¢s que el inicio de una fiesta loca, que se prolong¨® hasta la ma?ana. Centenares, millares tal vez, de coches, cuajados de banderas fren¨¦ticamente agitadas, invadieron las calles, circulando a toda velocidad y arrancando al paso toda la propaganda electoral adversa. La sede principal del partido socialista, en el centro de Lisboa, lleg¨® a ser completamente cercada, y la polic¨ªa, que hab¨ªa cortado el acceso a la zona, tuvo muchas dificultades en dispersar a los entusiastas aliancistas.
En algunas localidades, los disturbios fueron a¨²n m¨¢s graves, registr¨¢ndose agresiones f¨ªsicas e intentos de secuestro.
Pero Francisco Sa Carneiro, el vencedor absoluto de la jornada, no es hombre que se desv¨ªe de sus objetivos, aunque sea el tiempo de celebrar una victoria. Mientras sus electores gritaban su alegr¨ªa en las calles, el primer ministro apuntaba ya la meta siguiente: las elecciones presidenciales de diciembre, y el hombre a abatir: el presidente.
En la conferencia de Prensa celebrada en el cuartel general de AD, Sa Carneiro fue tajante: ?Las legislativas no son m¨¢s que la primera vuelta de las elecciones presidenciales?.
La victoria de AD significa la derrota de Eanes y de su grupo ?pol¨ªtico-militar.?. Al identificarse con el frente socialista, Eanes intervino en las elecciones legislativas y ha salido derrotado.
Reformar la Constituci¨®n
El objetivo del doble escrutinio, el de ayer y el de diciembre, es la nueva Constituci¨®n: AD mantiene, sin alteraciones, su proyecto de reformarla, y si es imposible alcanzar la mayor¨ªa de los dos tercios exigida para ello, se introducir¨¢ el refer¨¦ndum en el sistema electoral portugu¨¦s.En cuanto al Gobierno, se reunir¨¢ hoy el Consejo de Ministros para decidir de la actitud a adoptar, pero para Sa Carneiro esta no puede ser otra que la continuaci¨®n en funciones del actual Gabinete: su composici¨®n y su acci¨®n acaban de ser refrendados por el pueblo portugu¨¦s y no hay lugar para remodelaciones o cambios. La pol¨ªtica seguida en la zona de la reforma agraria ser¨¢ proseguida como hasta ahora, y el frente socialista debe reconocer que su ofrecimiento de consenso de r¨¦gimen con AD y los comunistas es ut¨®pico.
Para el viceprimer ministro democristiano, Freitas do Amaral, la derrota del PCP, prosovi¨¦tico, es una consecuencia directa de los acontecimientos de Afganist¨¢n y de Polonia. Para el l¨ªder mon¨¢rquico, Ribeiro Teles, el pueblo portugu¨¦s vot¨® la estabilidad, el futuro, el progreso.
Para Sa Carneiro, estas explicaciones parecen superfluas: AD gan¨® porque tiene raz¨®n, porque tiene el pueblo con ella y ha demostrado en nueve meses que puede llevar a Portugal hacia el desarrollo, la justicia, la riqueza, el bienestar. Hay que acabar la obra emprendida.
Ayer, las calles de Lisboa amanecieron cuajadas de retratos del general Soares Carneiro, ?el candidato?, ?el presidente?, que comparecer¨¢ en la conferencia de Prensa convocada para esta tarde acompa?ado de Francisco Sa Carneiro. El jefe pol¨ªtico de AD quiere hacer de su victoria del domingo el trampol¨ªn que catapultar¨¢ a ?su candidato? a la jefatura del Estado
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