Manuel Riera present¨® su libro sobre "El retorno de un republicano"
En el curso del que fue definido por sus propios protagonistas como ?un acto de afirmaci¨®n republicana?, se present¨® ayer en la librer¨ªa La Pluma, de Madrid, el libro de Manuel Riera Exilio y retorno de un republicano. Como presentador actu¨® el vicepresidente de Acci¨®n Republicana Democr¨¢tica Espa?ola (ARDE), y el presidente del mismo partido, Eduardo Prada, dirigi¨® asimismo unas palabras a los concurrentes.?No somos rom¨¢nticos ni subversivos?, dijo a EL PAIS Manuel Riera. ?Los republicanos espa?oles aspiramos a servir a la patria con nuestra acci¨®n y nuestras ideas?. Considera el se?or Riera que en la actualidad Espa?a vive un estadio predemocr¨¢tico y que est¨¢ en camino de la democracia integral. ?Los dos grandes integrantes del republicanismo?, sigue diciendo, ?tal como los definiera Aza?a, son el liberalismo y el progresismo social. Hoy, mi Espa?a, mucha gente cree que hay que organizar un partido, bien radical, bien liberal, con las ideas republicanas. Con nombres distintos, se trata de un partido bisagra, que desbloquee la situaci¨®n actual: un bloque conservador en el poder, un bloque digamos socialista en la oposici¨®n, pero sin existir la alternancia que es ley de la democracia. Para nosotros, los republicanos, las ideas liberales y radicales son el patrimonio de nuestra ideolog¨ªa. Concretamente, lo que fue ense?ado por la Instituci¨®n Libre de Ense?anza?.
Se quejan los republicanos -en la entrevista est¨¢ tambi¨¦n Cecilio M¨¢rquez- de la ?confabulaci¨®n de proscripci¨®n y de silencio? en que se encuentran. ?Cuando, en Par¨ªs, estaba cuaj¨¢ndose la transici¨®n?, dice el se?or Riera, ?tanto la Junta Democr¨¢tica como la Plataforma de Convergencia estaban de acuerdo en que seria necesaria una consulta al pueblo en torno al problema de la forma de Estado, hecha desde un Gobierno sin forma institucional, es decir, que no fuera ni una monarqu¨ªa ni una rep¨²blica. Naturalmente, un buen n¨²mero de estos partidos han claudicado de este punto. Los ¨²nicos que seguimos considerando necesaria esta consulta comos los republicanos?.
El se?or Riera cuenta en su libro el exilio que inici¨® hace diez a?os, en 1970: ?Me exil¨¦ voluntariamente, en un acto de protesta por la situaci¨®n pol¨ªtica espa?ola, y pensando que se podr¨ªa actuar pol¨ªticamente mejor en el exterior que en Espa?a. Mi exilio?, dice, ?que coincidi¨® con el de otras personas, como Manuel Garc¨ªa Pelayo, en el tiempo y en las razones, transcurri¨® primero en Perpi?¨¢n y luego en Par¨ªs. All¨ª me encontr¨¦, y as¨ª lo cuento en mi libro, con Jos¨¦ Maldonado y con Fernando Valera, y tambi¨¦n con militantes republicanos que hab¨ªan sido tambi¨¦n dirigentes de la resistencia francesa?.
Dice Manuel Riera que ?el sentimiento republicano est¨¢ vivo en Espa?a?, pese a la claudicaci¨®n de muchos partidos de izquierda, porque la base de este sentimiento est¨¢ ?en el concepto de soberan¨ªa del pueblo, del Gobierno nacido con el consentimiento de los gobernados y de lo que en la ¨¦poca de La Gloriosa se llamaba soberan¨ªa nacional?.
Su an¨¢lisis de la situaci¨®n politica espa?ola la ve como ?abocada a una situaci¨®n l¨ªmite?.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.