Los medios de ultraderecha intensifican su campa?a de penetraci¨®n en las Fuerzas Armadas

En las ¨²ltimas semanas se detecta una nueva campa?a de penetraci¨®n de los medios de ultraderecha en las fuerzas armadas. El llamado Festival de Adhesi¨®n a la Guardia Civil previsto para la ma?ana de hoy, la f¨¢cil credibilidad otorgada el pasado jueves a los falsos rumores de compl¨® y la aprensi¨®n del Ministerio de Defensa al plantearse en el Parlamento la reintegraci¨®n de los oficiales de la disuelta Uni¨®n Militar Democr¨¢tica (UMD) constituyen, a juicio de los observadores, tres ejemplos significativos de la decisiva importancia que los medios de la ultraderecha tienen en la creaci¨®n de opini¨®n interior y en el adoctrinamiento permanente de las Fuerzas Armadas (FF AA).

Algunos mandos militares en puestos de primera l¨ªnea de riesgo y de servicio manifestaron a EL PA?S que se sent¨ªan escarnecidos por la instrumentalizaci¨®n partidista del llamado Festival de Adhesi¨®n a la Guardia Civil, tiznado ya gravemente por la propia personalidad del convocante. Juan Garc¨ªa Carr¨¦s, antiguo l¨ªder verticalista, contento con su papel de mascar¨®n de proa.

Peligrosa adhesi¨®n

La definici¨®n militar de la Guardia Civil ha sido el pretexto para una movilizaci¨®n pretendidamente exaltadora que producir¨¢, m¨¢s all¨¢ del muy coloreado c¨ªrculo de los promotores, un sentimiento de distancia en quienes discrepan de esa opci¨®n pol¨ªtica del ultrismo.Se ha querido hacer una cruzada buscando firmas en conventos con argumentos especiosos, cuando la cuesti¨®n del car¨¢cter militar de la Benem¨¦rita debe tener un tratamiento espec¨ªfico con respecto a la tradici¨®n y a las nuevas necesidades funcionales. Lo grave del montaje de la plaza de toros de Las Ventas es que no deja en evidencia a los organizadores, sino, seg¨²n sea su comportamiento, a los propios destinatarios de la adhesi¨®n.

Hay unos deberes sociales hacia quienes asumen en primera l¨ªnea la defensa de la ley y sufren las consecuencias sangrientas del terrorismo que no pueden traicionarse, pero hay ciertas adhesiones que resulta muy peligroso recibir, como se?alaba preocupadamente un oficial de los ser vicios de informaci¨®n militar.

La asistencia del Rey en la Direcci¨®n General de la Guardia Civil a los actos celebrados con motivo de la festividad de su patrona, la Virgen del Pilar, proporcionan afortunadamente el contraste del equilibrio y sirvi¨® para manifestar ejemplarmente el honor y la gratitud que toda Espa?a debe a quienes cumplen con su deber con riesgo de su propia vida.

Exaltaci¨®n que denigra

Pero el discurso del director del cuerpo, general Aramburu Topete, se desliz¨® algunas veces por conceptos por lo menos poco matizados. As¨ª, por ejemplo, cuando se refiri¨® gen¨¦ricamente a quienes ?intentan desprestigiar a la instituci¨®n por medio de pel¨ªculas, art¨ªculos, reportajes y calumnias?, englob¨¢ndolos en una ?m¨ªnima antiespa?a?. Falt¨® tambi¨¦n alguna advertencia a la instrumentalizaci¨®n que para hoy se ven¨ªa preparando. Ayer, en el patio de la direcci¨®n general no estuvieron invitados los representantes de los medios informativos, cuya cooperaci¨®n ha sido tan valiosa y sigue siendo tan necesaria para el buen entendimiento con la poblaci¨®n, sin la que la misi¨®n de la Guardia Civil ser¨ªa imposible.Un alto militar, profundo conocedor de la Guardia Civil, en cuyas filas ha servido, declaraba gravemente irritado, que, a veces, desde las publicaciones ultras piensan que exaltan a la Guardia Civil con frases que literalmente dan por supuesto que aceptar¨ªa comportarse fuera de sus reglamentos y emplear su fuerza en acciones asesinas. ??Qu¨¦ es eso de reclamar marros libres??, preguntaba. ??Qui¨¦n supone a estos hombres amigos del gatillo libre??, prosegu¨ªa indignado. Luego aclaraba que, en su opini¨®n, la situaci¨®n vasca hay que verla como la de una poblaci¨®n que est¨¢ siendo utilizada como reh¨¦n por la minor¨ªa terrorista etarra.

Es evidente que la primera norma que se da a quienes reciben la misi¨®n de intervenir en casos de secuestros es la de poner a salvo la vida de los rehenes. A ello se sacrifica incluso, si es preciso, el ¨¦xito de capturar a los secuestradores. Dar trato de secuestradores a quienes como rehenes son sus v¨ªctimas es lo que piden ciertas publicaciones, que estiman como debilidad cualquier otro comportamiento.

Pasividad inexplicable

El comportamiento de las autoridades del Ministerio de Defensa ante el activismo de los focos de opini¨®n y adoctrinamiento en que se han convertido algunas publicaciones de la ultraderecha raya en la ingenuidad y el avestrucismo, seg¨²n estiman medios parlamentarios socialistas, para los cuales el balance de estos ¨²ltimos tiempos se resume en el deterioro de la disciplina, sin progreso alguno del esp¨ªritu constitucional en el ¨¢mbito castrense.Un alto funcionario gubernamental del Ministerio de Defensa respond¨ªa, por ejemplo, a EL PA?S que hab¨ªa tomado la decisi¨®n de no leer esas publicaciones ultras. La medida, ¨²til para aliviar al interesado de ciertas obsesiones, ignora que son esas publicaciones, precisamente, las m¨¢s le¨ªdas en las salas de banderas y las que se han adue?ado de los resortes de la opini¨®n interior en el seno de las Fuerzas Armadas.

Mientras tanto, las publicaciones oficiales bajo la dependencia de los cuarteles generales de los tres Ej¨¦rcitos han pasado del franquismo exacerbado en que vivieron la anterior etapa a la neutralidad tecnicista. Ni siquiera han dado acogida a los comentarios m¨¢s solventes sugeridos por las innovaciones de las ¨²ltimas Reales Ordenanzas, amenazadas de permanecer como letra muerta.