Actos acad¨¦micos y una exhibici¨®n deportiva en los homenajes a Gerardo Diego en Santander

Con la inauguraci¨®n de una exposici¨®n bibliogr¨¢fica sobre su poes¨ªa en la Biblioteca Men¨¦ndez y Pelayo, y de otra iconogr¨¢fica en el Museo Municipal de Bellas Artes, comenzaron ayer en Santander los actos de homenaje a Gerardo Diego, nacido en esta ciudad hace 84 a?os y considerado como uno de los poetas principales de la generaci¨®n del 27.Entre las actividades programadas para los pr¨®ximos nueve d¨ªas, en los que los organizadores han querido que participen representantes de todos los estamentos sociales de Cantabria, cabe destacar el acto de investidura de doctor honoris causa por la Universidad de Santander; otro acto acad¨¦mico a cargo de la Universidad Internacional Men¨¦ndez y Pelayo, que incluye una conferencia de D¨¢maso Alonso sobre Las tierras de Espa?a en la poes¨ªa de Gerarda Diego; la inauguraci¨®n de un aula con el nombre del poeta en el Instituto Santa Clara, del que fue catedr¨¢tico de Literatura, y la visita a la casona de Tudanca (la Tablanca de Jos¨¦ Mar¨ªa de Pereda), en la que fue guardando los manuscritos de las principales obras de la literatura espa?ola moderna, desde poemas de Gerardo, Alberti o Lorca hasta los folios del Pascual Duarte, de Cela.

El poeta presenciar¨¢ tambi¨¦n una partida de bolos entre los mejores jugadores del pa¨ªs, al t¨¦rmino de la cual firmar¨¢ en un gigantesco mural que, a partir de ahora, presidir¨¢ la bolera de Ontoria y en el que se reproduce, en grandes caracteres, la famosa Oda a los bolos, de Gerardo Diego.

Para bibli¨®filos hay que destacar la edici¨®n del Libro-homenaje al poeta, que ha preparado el Instituto Santa Clara, bajo la direcci¨®n ole Garica Cantalapiedra y que incluye todo el expediente acad¨¦mico del poeta, en reproducci¨®n facs¨ªmile, adem¨¢s de algunos textos y dibujos de gran valor.

La poes¨ªa de Gerardo Diego est¨¢ llena de referencias a personas y paisajes de Cantabria, aunque en los ¨²ltimos a?os el poeta estuvo alejado de esta regi¨®n, a la que, al final de los a?os sesenta, amenaz¨® con no volver (al menos oficialmente) cuando la diputaci¨®n provincial instal¨® en la cumbre de Pe?a Cabarga, que domina la capital, un antiest¨¦tico monumento al indiano, o a la Marina de Castilla. ?La vulgaridad es lo que m¨¢s detesta el car¨¢cter esencialmente est¨¦tico de Gerardo Diego?, ha recordado estos d¨ªas uno de sus alumnos, Alberto Vierna, que define al poeta como ?un magn¨ªfico maestro de alumnos aventajados?, puesto que para el resto ?era sencillamente temible, el ogro de los estudiantes?.

Actitud creativa

?Durante las clases?, recuerdan sus alumnos, ?no olvidaba un momento su actitud de creador, y as¨ª todas las explicaciones, cada una de sus palabras, estaban presididas por la preocupaci¨®n de hallar la palabra justa?.Gerardo Diego, acad¨¦mico, premio nacional de Literatura y premio Cervantes, este ¨²ltimo compartido con Jorge Luis Borges, naci¨® el a?o 1896, en la calle santanderina de Atarazanas, desaparecida cuando el incendio de la ciudad, en 1941. Por eso, el poeta ha dicho: ?Cuando ense?o a alg¨²n forastero el lugar del suceso, se?alo un punto fijo en el aire y le digo: ah¨ª nac¨ª yo, hijo del aire y nieto del mar y la monta?a; en ese invisible columpio del viento, a veintid¨®s metros nueve cent¨ªmetros sobre el nivel medio del Mediterr¨¢neo en Alicante...?.

Catedr¨¢tico jubilado, m¨²sico -es un gran pianista- ensayista y, y sobre todo, poeta, Gerardo Diego ha alternado en su obra el vanguardismo creacionista y el clasicismo m¨¢s depurado. Estudi¨® en Santander, Deusto (Bilbao) y Madrid, y ha ense?ado en Soria, Gij¨®n, Santander y Madrid.