Inaugurada en Madrid la primera exposici¨®n global sobre la guerra civil espa?ola
El director general del Patrimonio, Archivos y Museos, Javier Tusell, inaugur¨® ayer en el Palacio de Cristal del parque del Retiro de Madrid, una exposici¨®n sobre la guerra civil espa?ola, primera de car¨¢cter global que se realiza en nuestro pa¨ªs. A trav¨¦s de m¨¢s de 3.000 objetos de uso cotidiano durante la guerra que se exhiben en la muestra, se ha pretendido destacar los aspectos sociales, culturales y humanos de la confrontaci¨®n, procurando conservar un equilibrio de referencias a los dos bandos.
?No es, por supuesto, la exposici¨®n de la guerra civil, sino una de las infinitas posibles; pero creernos que es una exposici¨®n global que puede acercar al espectador a las vivencias humanas de la ¨¦poca?. Javier Tusell explica de este modo y a grandes rasgos el objetivo de esta muestra, que se ha montado en el mismo edificio donde fue elegido Manuel Aza?a presidente de la Rep¨²blica. ?Todo un s¨ªmbolo para demostrar que ya no hay motivos en Espa?a para dejar en la oscuridad ning¨²n aspecto de nuestra historia, y menos de la historia de la guerra civil?.La exposici¨®n comienza cronol¨®gicamente presen tando un r¨¢pido bosquejo de los meses comprendidos entre el comienzo del a?o y la tercera semana de julio de 1936. En este tiempo se recoge la agitaci¨®n electoral del mes de febrero y la tensi¨®n pol¨ªtica y social, avivada por el triunfo de las coaliciones frentepopulistas. Destacan de esta ¨¦poca los materiales propagand¨ªsticos producidos en una campa?a electoral de dimensiones espectaculares. Tambi¨¦n de este tiempo son una buena serie de materiales f¨ªlmicos que han sido seleccionados y montados para el video por Basilio Mart¨ªn Patino.
El segundo tema presentado en la exposici¨®n se refiere a los elementos pol¨ªticos m¨¢s destacados durante el verano de 1936. El fen¨®meno de la descomposici¨®n del Estado, tanto como consecuencia de la sublevaci¨®n de una parte de las Fuerzas Armadas y de otros grupos de la vida social como por la dispersi¨®n de entes territoriales con autonom¨ªa dif¨ªcilmente coordinada, queda reflejado en un sinfin de materiales y documentos gr¨¢ficos, en los que se delimitan las zonas de dominio respectivo con profusi¨®n de distintivos y se?ales. La dimensi¨®n religiosa como factor de militancia a favor o en contra de la sublevaci¨®n tiene tambi¨¦n en este apartado un espacio ineludible.
Dos Estados
La construcci¨®n de dos Estados es el tercer tema que se aborda. Se intenta mostrar pl¨¢sticamente tanto la r¨¢pida concentraci¨®n del poder en manos del general Franco como los trabajos de unificaci¨®n pol¨ªtica del presidente Negr¨ªn o Largo Caballero. Inmediatamente se ocupa la exposici¨®n de la vida cotidiana en el frente. En ella se trata de mostrar no s¨®lo los aspectos de la mera supervivencia, sino, sobre todo, los signos de la vida cotidiana referidos a las diversiones, el juego, la camarader¨ªa o la esperanza de recibir correo. No se olvidan insignias, condecoraciones o inscripciones en trajes, como una de tantas que utilizaban los requet¨¦s: ?Detente, enemigo, que el Coraz¨®n de Jes¨²s est¨¢ conmigo?.Tanto las armas como los hechos de armas est¨¢n muy presentes tambi¨¦n en la muestra gracias a la colaboraci¨®n del Servicio Hist¨®rico Militar, que ha cedido objetos y documentos ¨²nicos, como, por ejemplo, los mensajes que enviaba con palomas mensajeras el capit¨¢n Cort¨¦s desde la resistencia del santuario de Santa Mar¨ªa de la Cabeza.
Tras un apartado dedicado a la atenci¨®n internacional al conflicto b¨¦lico y otro a las especiales condiciones de la actividad econ¨®mica por su adaptaci¨®n a la situaci¨®n b¨¦lica, se hace una larga referencia al papel de los medios de comunicaci¨®n y a la producci¨®n propagand¨ªstica, tan abundantes en esta ¨¦poca.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.