Pol¨¦mica internacional por el t¨ªtulo europeo de Antonio Zanini
La victoria de Zanini en el rally del RACE, facilitada por la exclusi¨®n de su m¨¢ximo rival en el campeonato europeo, el franc¨¦s Beguin, por irregularidades fraudulentas en su Porsche cuando ¨¦ste hab¨ªa terminado la carrera por delante del espa?ol, ha sido motivo de fuertes pol¨¦micas a nivel nacional e internacional, poniendo en tela de juicio no s¨®lo los m¨¦ritos del piloto espa?ol, sino la honestidad de los comisarios encargados de la tarea de verificar la legalidad de los coches que toman parte en una carrera de esta envergadura.
Para poner fuera de duda la honestidad de los organizadores espa?oles bastar¨ªa recordar que el pasado a?o Zanini se jugaba el t¨ªtulo europeo de una forma similar a la del presente con el alem¨¢n Kleint. Fue precisamente en el rally del RACE, en Espa?a, donde Zanini perdi¨® definitivamente el t¨ªtulo, pese a su nacionalidad, en beneficio del piloto germano. No se trataba entonces, pues, de una actitud quijotesca, sino del m¨¢s elemental respeto a la justicia deportiva que debe imperar siempre cualquiera que sea la nacionalidad de los participantes.Adem¨¢s, si los cronometradores y comisarios t¨¦cnicos y deportivos -ajenos a la organizaci¨®n de la carrera, pues su cometido est¨¢ al margen de las posibles apetencias de cualquier organizador de cualquier prueba- hubiesen querido favorecer al espa?ol, les habr¨ªa sido muy f¨¢cil hacerlo, sin llegar a una situaci¨®n tan conflictiva y tan pol¨¦mica como la de excluir al participante franc¨¦s por las irregularidades -por otra parte manifiestas- en su coche de carreras. Con s¨®lo haber estropeado, intencionada y fraudulentamente, el reloj del control horario en el que penaliz¨® Zanini -y eso era facil¨ªsimo de hacer-, el espa?ol habr¨ªa evitado los tres minutos de castigo, con lo que resultar¨ªa vencedor de la carrera por un minuto y medio de margen -justamente el tiempo que sac¨® a su rival en los tramos de velocidad-.
Finalmente, de entre todos los comisarios que actuaron en la pol¨¦mica carrera que le ha dado el t¨ªtulo al espa?ol -a falta de la superior decisi¨®n de la Federaci¨®n Internacional-, fue precisamente un miembro de la Federaci¨®n Espa?ola de Automovilismo, Javier Alguer¨® -uno de los buenos elementos de la FEA-, el que descubri¨®, al ponerse debajo del coche del franc¨¦s Beguin al final de la carrera, en el curso de una verificaci¨®n m¨¢s que exigible, la manipulaci¨®n fraudulenta de ciertos ¨®rganos del veh¨ªculo.
Despecho
Por otra parte, en todo este pol¨¦mico resultado parece que se olvida con excesiva facilidad que ha sido precisamente el corredor franc¨¦s el autor de una trampa y de que de la manipulaci¨®n y del descubrimiento de la misma nunca se puede culpar a Zanini, que ten¨ªa su coche en regla. Buena prueba de esto ¨²ltimo es que Beguin puso una reclamaci¨®n contra la legalidad del coche de Zanini -probablemente como reacci¨®n de despecho- y, en presencia del franc¨¦s, el coche del espa?ol fue inspeccionado y result¨® estar en regla.Ante esta situaci¨®n, que probablemente no por paradoja se ha presentado en Espa?a, podr¨ªa preguntarse qu¨¦ habr¨ªa pasado de suceder las cosas a la inversa y en el pa¨ªs vecino, y si los franceses habr¨ªan hecho la vista gorda ante una irregularidad manifiesta en el coche de Zanini por intentar. demostrar no ser partidistas. Al margen de todo esto, lo que s¨ª parece que queda claro es que, con independencia del conflicto entre la Federaci¨®n Internacional y el RACE desde el pol¨¦mico Gran Premio de Espa?a de F¨®rmula 1, la entidad espa?ola y ciertos comisarios independientes no parecen dispuestos a pasar por ciertas anomal¨ªas no por generalizadas menos incorrectas. Y eso es bueno que se sepa tanto en la Federaci¨®n Internacional como en el resto de las entidades involucradas de alguna manera con este deporte. Y, por fortuna, la FEA est¨¢ en este caso en el mismo camino. La victoria de Zanini en el rally del RACE y su t¨ªtulo europeo no pueden ser puestos en tela de juicio. El no fue culpable de que Beguin manipulara fraudulentamente su coche.
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