El Gobierno Forlani presenta hoy su programa econ¨®mico al Parlamento italiano
El democristiano Arnaldo Forlani presenta hoy al juicio del Parlamento su nuevo Gabinete formado por su partido, los socialistas, republicanos y socialdem¨®cratas.La primera contestaci¨®n, antes de llegar a las C¨¢maras, ha sido la de los radicales, los cuales han denunciado al nuevo presidente del Gobierno por haber nombrado tambi¨¦n esta vez diversos viceministros o subsecretarios para cada ministerio. En total, 79.
Los radicales afirman que esto es anticonstitucional, aunque en la pr¨¢ctica se ha hecho siempre. Pero es La vez hab¨ªa ya advertido que si Forlani tomaba esta decisi¨®n denunciar¨ªa el hecho al jefe del Estado. El motivo que da el Partido Radical es que multiplicar viceministros sirve s¨®lo para aumentar los gastos del Estado in¨²tilmente y que ha sido una costumbre democristiana para contentar los intereses de los diversos grupos del partido. Y con ellos los privilegios de los que gozan con gran abundancia esos subsecretarios, de los cuales la Constituci¨®n prev¨¦ s¨®lo uno por cada ministro.
Esta semana, Forlani, junto con Craxi, ha escuchado a docenas de t¨¦cnicos para la preparaci¨®n de un programa que tendr¨¢ como caracter¨ªsticas fundamentales, como ha podido conocer EL PAIS, la lucha contra la inflaci¨®n, que actualmente es del 20%. Para ello, este nuevo Gobierno llevar¨¢ a cabo una pol¨ªtica muy severa del control de cambio, para evitar la devaluaci¨®n. Y piensa hacerlo apretando en la pol¨ªtica fiscal, en el aumento de los servicios p¨²blicos (tel¨¦fono, sanidad y transportes, sobre todo) y empujando a apretarse el cintur¨®n en el consumo.
El Estado, para ayudar a las empresas en crisis, pero que pueden ser a¨²n productivas, est¨¢ dispuesto a cargarse con el 10% de impuestos de tr¨¢fico de empresa, por un total de 500.000 millones de pesetas. Se desea poner de nuevo en marcha un mercado que sea competitivo con el extranjero para reequilibrar la balanza comercial.
Y es que la primera preocupaci¨®n del nuevo Gobierno es la defensa del cambio. Y junto con esto, un plan serio en tres direcciones bien concretas: plan energ¨¦tico, insistiendo mucho en el carb¨®n, pero sin renunciar a las centrales at¨®micas; un programa para la construcci¨®n de viviendas populares con ayudas estatales y la ley de la movilidad del trabajo para ayudas a la productividad.
Todos estos planes, en realidad, estaban ya presentes en los programas de los ¨²ltimos Gobiernos. Lo que ocurre es que la tensi¨®n pol¨ªtica italiana no permite, desde hace a?os, a un Gobierno llevar a cabo ninguna de estas decisiones, dada la precariedad en que viven los Gabinetes, que no llegan a una media de un a?o de vida cada uno.
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