Adam Schaff: "El fil¨®sofo materialista debe ser ante todo realista"
Entrevista con el director de la Academia de Ciencias de Polonia
El fil¨®sofo polaco Adam Schaff ha participado en Madrid en el Congreso Internacional sobre ?V¨ªas democr¨¢ticas al socialismo?, organizado por la Fundaci¨®n de Investigaciones Marxistas. El profesor Schaff es director del Instituto de la Academia de Ciencias de Polonia y autor de varias importantes obras filos¨®ficas, tres de ellas traducidas al espa?ol: La filosof¨ªa del hombre, Ensayo sobre la filosof¨ªa del lenguaje y La alienaci¨®n.
Pregunta. Usted es un fil¨®sofo anal¨ªtico y, a la vez, un marxista humanista. ?C¨®mo explica esta contradicci¨®n?Respuesta. Personalmente, no me clasificar¨ªa como un fil¨®sofo anal¨ªtico dentro de la filosof¨ªa anglosajona contempor¨¢nea. Sin embargo, hay un elenento especial que me liga a la filosof¨ªa anal¨ªtica en el sentido m¨¢s amplio: todo cuanto significa un an¨¢lisis del sentido de las palabras y de los conceptos, que exige del fil¨®sofo, una precisi¨®n rigurosa de su pensamiento. Desde este punto de vista, la filosof¨ªa polaca del an¨¢lisis sem¨¢ntico ha tenido ciertamente una influencia sobre m¨ª y tambi¨¦n sobre todas las corrientes filos¨®ficas de Polonia. Yo dir¨ªa que el an¨¢lisis sem¨¢ntico es un postulado metodol¨®gico que distingue a la filosof¨ªa polaca de todas las corrientes de pensamiento semejante. Mi marxismo humanista parte de una antropolog¨ªa filos¨®fica para llegar a una filosof¨ªa del hombre. No hay contradicci¨®n ni dualidad en mi obra filos¨®fica porque, en mi antropolog¨ªa, trato de utilizar los instrumentos de precisi¨®n del an¨¢lisis sem¨¢ntico para dilucidar el problema del hombre. La antropolog¨ªa filos¨®fica, sin un instrumento de analisis cient¨ªfico, puede caer en un misticismo vagaroso.
P. En sus obras se ha pronunciado contra la teor¨ªa del reflejo, uno de los dogmas cl¨¢sicos de la teor¨ªa marxista del conocimiento.
R. Yo no rechazo la teor¨ªa del reflejo, es un error interpretativo. Pienso que un fil¨®sofo materialista debe ser, ante todo, realista en el dominio de la teor¨ªa del conocimiento y, siendo realista, debe admitir que existe fuera de s¨ª un objeto del conocimiento. En este sentido, es indudable que el conocer humano recibe una imagen de las cosas, es decir, es un reflejo de la realidad objetiva. Yo entiendo por subjetivo diversos dominios de interacci¨®n entre el sujeto y el objeto, pero el sujeto es siempre activo. Ese dominio lo constituyen las lenguas, los factores psicol¨®gicos ligados a la ontog¨¦nesis del individuo, su saber cient¨ªfico del mundo. Adem¨¢s, nuestro reflejo de la realidad objetiva cambia de una ¨¦poca a otra, de una sociedad a otra, de un individuo a otro; y, por ello, no pod¨ªamos admitir en el marxismo una teor¨ªa mecanicista y pasiva del reflejo. Debemos reemplazarla por una actividad din¨¢mica subjetiva.
P. ?Qu¨¦ diferencia existe entre su teor¨ªa de la verdad y la de Alfred Tarski?
R. No pienso que exista una diferencia, de principio, entre mi concepci¨®n de la verdad y la de Tarski. Partimos ambos de la definici¨®n cl¨¢sica aristot¨¦lica de la verdad. La ¨²nica diferencia radica en que Tarski despleg¨® un aparato l¨®gico para probar que no hay contradicci¨®n como consecuencia de la aceptaci¨®n de que existen proposiciones verdaderas, no demostrables, del lenguaje, lo que constituye un testimonio de que este no es contradictorio, pero s¨ª incompleto. Yo hablo de este mismo tema, pero de una forma muy sencilla, porque la finalidad de mi presentaci¨®n del problema es diferente.
P. Usted niega la l¨®gica dial¨¦ctica, pero reconoce la necesidad de, un m¨¦todo dial¨¦ctico para comprender la realidad en proceso, coincidiendo con la concepci¨®n de la dial¨¦ctica de Piaget y Geymonat.
R. Es exacto, estoy contra una l¨®gica dial¨¦ctica, como se ha presentado en la teor¨ªa marxista tradicional. Pienso que la l¨®gica formal y la dial¨¦ctica son dos dominios diferentes de la reflexi¨®n humana sobre la realidad. El malentendido proviene de una concepci¨®n de Hegel, retomada despu¨¦s por los cl¨¢sicos del marxismo, que consiste en que no se puede comprender el movimiento sin introducir el concepto de la contradicci¨®n objetiva en nuestra interpretaci¨®n del proceso.
P. En su obra El marxismo y el individuo humano sostiene que el hombre no es una abstracci¨®n, sino una individualidad concreta. Por ello, Galvano della Volpe le acusa de individualismo liberal.
R. Pienso que Galvano della Volpe no ten¨ªa raz¨®n en su cr¨ªtica. Comprender que la individualidad juega un papel b¨¢sico en la filosof¨ªa marxista es el abec¨¦. Verdad es, sin embargo, que se ha esquivado este problema por, razones pol¨ªticas que se atribuyen, sumariamente, a ese chivo expiatorio que es el estalinismo. Debo confesar que yo no comprendo por qu¨¦ el reconocimiento de la existencia de los individuos humanos concretos debe llevar a un individualismo liberalizante.
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