El ministro de Econom¨ªa y Comercio firmar¨¢ la exclusi¨®n del Banco del Pa¨ªs del Registro de Bancos y Banqueros
El ministro de Econom¨ªa y Comercio firmar¨¢ la exclusi¨®n del Banco del Pa¨ªs del Registro ole Bancos y Banqueros, atendiendo al dictamen del Banco de Espa?a, que en sus ¨²ltimos informes sobre aquella entidad puso de maniflesto la existencia de irregularidades en su gesti¨®n, as¨ª como repetidas transgresiones de la normativa legal sobre bancos de nueva creaci¨®n.
El Banco del Pa¨ªs surgi¨® como consecuencia de la ley Barrera de 1974, que, rompiendo el tradicional statu quo bancario, Permit¨ªa la creaci¨®n de nuevos bancos, rebajando considerablemente los requisitos que hasta entonces se hab¨ªan exigido para proceder a la apertura de nuevas entidades bancarias. No obstante, se fij¨® una serie de requisitos de obligado cumplimiento, que contribu¨ªan a que la autoridad monetaria pudiese ejercer con mayor rigor las funciones de control, e inspecci¨®n sobre los nuevos bancos. Entre este paquete de medidas que limitaban la actuaci¨®nde estos bancos durante cinco a?os, se encontraban la limitaci¨®n de apertura de oficinas, severos controles en las operaciones de ?riesgo? y prohibici¨®n de transmitir, sin contar con la autorizaci¨®n del Banco de Espa?a, paquetes accionariales.Seg¨²n fuentes del Ministeno de Econom¨ªa y Comercio, fue precisamente en este punto en donde se detectaron las transgresiones m¨¢s importantes en la legalidad vigente, as¨ª como en el hecho de que en el mes de febrero de 1978 el 78% de la inversi¨®n crediticia del banco se concentraba en s¨®lo dos grupos empresariales, encabezados por Arturo Seligrat y Juan Jos¨¦ Gordo, que ocup¨® el puesto de consejero delegado de la entidad. Otras irregularidades se detectaron en el incumplimiento del programa fundacional, en la captaci¨®n de recursos, en la, distribuci¨®n de empleos, en la concesi¨®n de autocr¨¦ditos y en el elevado nivel de riesgos para el monto de sus recursos ajenos, as¨ª como un importante porcentaje de impagados e irregularidades contables, que llevaron los administradores del banco hasta el extremo de incorporar inmuebles a sus balances para ocultar el impago de diversas deudas. En concreto, las mismas fuentes citaron que se hab¨ªa omitido incluir en los estados contables presentados por el Banco del Pa¨ªs 120 millones de pesetas en riesgos de Aniceto Fern¨¢ndez Ord¨¢s y 91 millones de Jos¨¦ Mar¨ªa Ace?a.
Decretos de liberalizaci¨®n
Este banco es un producto t¨ªpico de los decretos de liberalizaci¨®n bancaria. Fue el tercero que se cre¨®, tras el Banco de Descuento y el Nuevo Banco, y ha atravesado por una serie de cambios en su orientaci¨®n que vinieron casi siempre determinados por las transmisiones de importantes paquetes accionariales. El Banco del Pa¨ªs en el momento de su fundaci¨®n, en 1975, contaba entre sus accionistas m¨¢s significados a Carlos Rodr¨ªguez de Valc¨¢rcel, sobrino del que fue presidente de las Cortes en el anterior r¨¦gimen, Alejandro Rodr¨ªguez de Valc¨¢rcel, al secretario particular de ¨¦ste, Alfredo Seligrat, que luego ser¨ªa uno de los principales beneficiarios de las operaciones de activo de la entidad, y a Teodulfo Lagunero, el hombre que facilit¨® varias veces la entrada en nuestro pa¨ªs a Santiago Carrillo antes de la legalizaci¨®n del partido comunista.Y fue precisamente Teodulfo Legunero quien consigui¨® del Banco de Espa?a, para s¨ª y para algunos amigos, autorizaci¨®n para transmitir su participaci¨®n en el Banco del Pa¨ªs en 1976, operaci¨®n en la que diversos medios han afirmado que se obtuvieron unos beneficios pr¨®ximos a los cien millones de pesetas.
A partir de este momento se inici¨® una serie de operaciones sin soporte legal, que comprend¨ªan la transmisi¨®n de participaciones importantes en el capital social del banco sin autorizaci¨®n del Banco de Espa?a. Se habl¨® de que la familia Fierro estuvo interesada en adquirir la mayor¨ªa de las acciones de la entidad, a trav¨¦s de un antiguo empleado del Banco Ib¨¦rico, Juan Jos¨¦ Gordo, quien llega a controlar el 50% del capital y comparti¨® el puesto de consejero delegado con Rafael Mart¨ªnez Fresneda, hombre pr¨®ximo a Alfredo Seligrat.
En 1977 se produce el nombramiento de Alejandro Fern¨¢ndez Sordo como vicepresidente ejecutivo del banco, y al poco tiempo da al traste la operaci¨®n del grupo Fierro. Empieza entonces una nueva b¨²squeda de un grupo a quien pueda interesar la mayor¨ªa accionarial, y es Ricardo Duque quien tras sus intentos fallidos de hacerse con el control del Banco de Valladolid y del Rural y Mediterr¨¢neo consigue llegar a sumar 390.000 acciones del Banco del Pa¨ªs.
El grupo de Duque contaba con la promesa de algunos accionistas de que les ser¨ªan cedidos los t¨ªtulos suficientes como para superar el 50% de las acciones del banco, pero estas negociaciones no llegaron a buen fin, y Ricardo Duque solicit¨® una inspecci¨®n del Banco de Espa?a, que es la que ha determinado el citado informe, en el que se considera ineludible revocar la autorizaci¨®n provisional de su constituci¨®n, que caduca ma?ana.
El Banco del Pa¨ªs cerr¨® el ejercicio de 1979 con unas p¨¦rdidas que superaron los veintis¨¦is millones de pesetas, que fueron justificadas por la dotaci¨®n a previsiones para fallidos, la no inclusi¨®n de intereses devengados pero no abonados y la dotaci¨®n de 35 millones de pesetas para un fondo de insolvencias.
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