Un nuevo orden mundial de la informaci¨®n

Al ratificar por consenso, es decir, sin votaci¨®n, el texto de la Unesco definiendo el nuevo orden mundial de la informaci¨®n y de la comunicaci¨®n, los delegados a la conferencia general reunida en Belgrado han aceptado un compromiso lleno de malentendidos,?Es una revoluci¨®n? Evidentemente no, y ello por dos razones. Primero, el consenso ha sido arrancado, cada uno votando contra su ideolog¨ªa para terminar con un debate que dura desde hace dos a?os. Varios delegados no han ocultado que el texto les parec¨ªa dif¨ªcilmente aceptable, pero que no quer¨ªan rechazar una resoluci¨®n que da satisfacci¨®n a los pa¨ªses del Tercer Mundo, reconociendo ?el desequilibrio del flujo de la informaci¨®n? y ?el derecho de cada naci¨®n de informar a la opini¨®n p¨²blica mundial de sus intereses?. La segunda raz¨®n, m¨¢s profunda, toca el fondo mismo del debate: no cuesta nada a los diplom¨¢ticos acreditados por sus Gobiernos (los delegados en la conferencia general) adoptar compromisos que saben que no ser¨¢n cumplidos. ( ... )

A este respecto, la reacci¨®n del New York Times es significativa: este diario niega a todo negociador americano el derecho de hablar en nombre de la prensa libre de Estados Unidos. (...)

28 de octubre