Seis obras nuevas en homenaje a Rodolfo Halffter

El concierto de homenaje a Rodolfo Halffter, celebrado anteayer con motivo de cumplirse el 80' aniversario del nacimiento del gran m¨²sico espa?ol, clausur¨® el Festival Hispanomexicano de M¨²sica Contempor¨¢nea que, por primera vez, se ha celebrado en Madrid. Las seis ediciones anteriores tuvieron efecto en M¨¦xico.El festival ha unido la celebraci¨®n de conciertos con una serie de conferencias, la ¨²ltima de las cuales fue de Ram¨®n Barce, que habl¨® sobre Timbres e instrumentos en la m¨²sica actual, Adem¨¢s, hubo interpretaciones del organista Angel Oliver, el trompa Peregr¨ªn Cald¨¦s, el trompeta S¨¢nchez Luque y el percusionista Benet, que dieron a conocer Daniel 7, 2-14, del mexicano Leandro Espinosa, y Sonata a tres, del espa?ol Angel Arteaga. En el programa del festival figuraron tambi¨¦n los mexicanos Manuel Enr¨ªquez (Imaginario) y Francisco Savin (Quasar), y los espa?oles Xavier Montsalvatge (Fantas¨ªa) y Angel Oliver (Planctus).

Obras nuevas para un homenaje

Los directores del festival, Alicia Urreta y Carlos Cruz de Castro, pensaron que el mejor homenaje a Halffter ser¨ªa ofrecerte una serie de obras nuevas, dedicadas a ¨¦l por autores de M¨¦xico y Espa?a, a las que unieron Secuencia op. 39, para piano, del propio Rodolfo. El tr¨ªptico Preludio -interludio -postludio, data de 1977 y es una nueva muestra del saber y de la personalidad del compositor. Porque a lo largo de Secuencia aparecen fundidos diversos lenguajes practicados por Halffter en una s¨ªntesis de acentos personal¨ªsimos. Brillantez, riqueza de color, condensaci¨®n, son virtudes determinantes de la obra, tocada espl¨¦ndidamente por Alicia Urreta.

A continuaci¨®n conocimos una muy inteligente obra guitarr¨ªstica de Francisco Cano: Manierista, casi un juego objetivo de cuidadas matizaciones sonoras; en su M¨²sica nuda (y no nuba, como dice el programa), Llorenp Barber practica con extremada simplicidad un estilo,cuasi ?repetitivo? a trav¨¦s de un grupo instrumental variable que, en este caso, estuvo formado por piano, guitarras, clarinete y violonchelo.

Carta en el concierto

Muy distinta de la otra obra suya programada (Antigon¨ªa), el Cante para dos guitarras, de Mario Lavista, profundiza en ciertos fen¨®menos atmosf¨¦ricos y puramente sonoros del d¨²o instrumental; Alicia Urreta vuelve al ?teatro musical? en Homenaje, durante el cual Carlos Cruz escribe a m¨¢quina una carta dirigida a Halffter que, al final de la pieza, es le¨ªda y entregada al compositor.

Feliz en los planteamientos y en la soluci¨®n, Agora es mi tiempo, una p¨¢gina para voz sola (cantada por Margarita Barreto, soprano tinerfe?a), sobre texto de Francisco de Rojas, en el que aparecen algunas citas de Rodolfo Halffter (Marinero en tierra), o Stravinski (los Aleluyas de la Sinfon¨ªa de Salmos). Su autor, Jos¨¦ Antonio Alcaraz evidenci¨® en la breve composici¨®n su imaginaci¨®n de buena ley.

Como cierre, Carlos Cruz de Castro ofreci¨® su Marcha rodolfiana, para cinco instrumentos indeterminados y otros tantos metr¨®nomos. Algo esquem¨¢tico, atem¨¢tico y de efecto muy directo.