Los Estados Unidos de Am¨¦rica y la Conferencia de Madrid

El d¨ªa 11 de noviembre, Europa, Canad¨¢ y Estados Unidos volver¨¢n sus miradas hacia Madrid. En esa fecha se celebrar¨¢ la apertura de la reuni¨®n de Madrid de la Conferencia sobre la Seguridad y la Cooperaci¨®n en Europa (CSCE). Esto ser¨¢ un s¨ªmbolo del importante- papel que la Espa?a democr¨¢tica desempe?a y seguir¨¢ desempe?ando en Europa. Y lo ser¨¢ tambi¨¦n de la trascendencia- de la CSCE para el futuro de Europa y para el progreso de las relaciones entre el Este y el Oeste.El proceso de la CSCE comenz¨® con la firma de los Acuerdos de Helsinki, el d¨ªa 1 de agosto de 1975. En aquellos acuerdos, 33 jefes de Estado de Europa Occidental y Oriental, as¨ª como los de Estados Unidos y Canad¨¢, contra¨ªan un solemne compromiso. Todos los firmantes nos comprometimos a respetar la igualdad soberana de todos los dem¨¢s Estados, a abstenernos de la amenaza o el uso de la fuerza, a respetar los derechos humanos y las libertades fundamentales Nos comprometimos a intensificar las corrientes de intercambio de personas, de ideas y de informaci¨®n entre el Este y el Oeste. Y prometimos realizar esfuerzos en la esfera de la seguridad dirigidos a fortalecer la confianza mutua.

En la reuni¨®n que comienza el 11 de noviembre hemos de examinar en primer lugar hasta qu¨¦ punto liemos cumplido aquellos compromisos solemnes. Despu¨¦s tendremos que realizar esfuerzos serios para acordar nuevas propuestas capaces de profundizar y ampliar la cooperaci¨®n y la seguridad en Europa. Estados Unidos presentar¨¢ algunas propuestas propias y estar¨¢ dispuesto a considerar atentaniente las que hagan otros pa¨ªses. Mi Gobierno est¨¢ absolutamente comprometido en ambas etapas de la reuni¨®n de, Madrid. Dado que realmente esas etapas est¨¢n intimamente unidos, c¨®mo podr¨ªamos esperar que nuestros conciudadanos creyeran cualquier nueva promesa que hici¨¦ramos si hubi¨¦ramos faltado a las que hicimos en Helsinki?

En la reuni¨®n de Madrid tenemos adem¨¢s la obligaci¨®n de fijar una fecha y un lugar para la siguiente reuni¨®n similar. Para mi Gobierno, reuniones como la que comienza dentro de pocos d¨ªas en esta bella ciudad son un elemento vital del proceso de la CSCE, porque le dan la necesaria continuidad. Creemos asimismo que la disposici¨®n para fijar la fecha y lugar de otra reuni¨®n constituir¨¢ una prueba importante del compromiso de cada pa¨ªs con el proceso ce la CSCE. El Gobierno rumano ha ofrecido la ciudad de Bucarest como lugar para la pr¨®xima cita. Mi Gobierno da la bienvenida a esta importante iniciativa y se propone estudiarla con esp¨ªritu positivo en el momento en que sea presentada como propuesta formal.

Desgraciadamente, el d¨ªa se?alado para la Conferencia de Madrid se acerca en unos momentos en que no reina un buen clima en las relaciones internacionales. La violaci¨®n de la soberan¨ªa del pueblo de Afganist¨¢n y la privaci¨®n de los derechos humanos a ciudadanos de ciertos pa¨ªses europeos no pueden ser silenciados en esta reuni¨®n. Hacerlo as¨ª constituir¨ªa un mal servicio a las obligaciones que asumimos en Helsinki.

Y una reflexi¨®n final: el martes pr¨®ximo, el pueblo de Estados Unidos acudir¨¢ a las urnas para elegir su presidente. Cualquiera que sea su resultado, el Gobierno de Estados Unidos mantendr¨¢ su compromiso con el proceso de la CSCE y con el fortalecimiento de la seguridad y la cooperaci¨®n en Europa. Porque nuestro compromiso con los valores humanos que la CSCE representa no es un mero compromiso del Partido Republicano o del Partido Dem¨®crata; es un compromiso del pueblo de Estados Unidos de Am¨¦rica.