Marruecos puede hacer concesiones para solucionar el conflicto del Sahara
La concesi¨®n o concesiones que Marruecos podr¨ªa hacer en aras de una soluci¨®n global del conflicto del Sahara fue, al parecer, el tema central de los contactos secretos argelino-marroqu¨ªes que tanto Argel como el ministro marroqu¨ª de Asuntos Exteriores han negado.
Lo que, al parecer, ha irritado a los argelinos de las filtraciones habidas en Marruecos es que en la capital marroqu¨ª ¨¦stos han sido presentados como una victoria marroqu¨ª y una debilidad de Argelia, lo cual, obviamente, no es el caso.Los argelinos, sin embargo, no han solicitado a Marruecos pura y simplemente una concesi¨®n unilateral, sino que ellos, a su vez, se contentar¨ªan hoy con el reconocimiento general por Marruecos del derecho a la autodeterminaci¨®n de los saharauis y de cierta representatividad del Polisario.
Tampoco es Marruecos el ¨²nico pa¨ªs que ha hecho determinadas aperturas p¨²blicas hacia el contrario. El presidente Bendjedid ha sugerido en su discurso del d¨ªa 30, conmemorativo del 26? aniversario de la revoluci¨®n argelina, que el territorio marroqu¨ª no cuestionado no ser¨¢ atacado m¨¢s, lo cual, si se lleva a la pr¨¢ctica, es una decisi¨®n de talla, pues este territorio es justamente el objetivo preferente del Polisario en los ¨²ltimos meses.
Para anticipar que el presidente argelino no hablar¨ªa en balde, inmediatamente despu¨¦s del ataque del Polisario ¨²ltimo contra la localidad marroqu¨ª de M'Hamid, dos Mig argelinos sobrevolaron las columnas polisarias y, por radio, y en lenguaje no codificado, para que fuera captado por los marroqu¨ªes, invitaron a los atacantes a regresar al interior de las fronteras argelinas.
Todas estas no son actitudes circunstaciales de parte de Argelia, sino que parecen consecuencia de la visi¨®n que se hace el presidente argelino, Bendjedid, de c¨®mo debe evelucionar el conflicto y el papel de su pa¨ªs en el futuro de la regi¨®n.
Esa visi¨®n fue anticipada por el propio presidente Benjedid al secretario general de la OUA, Edem Kodjo, durante la pasada cumbre de la OUA en Freetown.
Seg¨²n fuentes argelinas, el presidente Bendjedid dijo a Kodjo que para Argelia el problema del Sahara se ha terminado y que pensaba que si Marruecos pon¨ªa un poco de su )arte, sobre todo, en lo tocante a la autodeterminaci¨®n, que Argelia considera un principio irrenunciable, era posible una soluci¨®n a largo plazo con Marruecos.
En aquella ocasi¨®n, el presidente argelino hab¨ªa dicho que le preocupaba m¨¢s a¨²n el intervencionismo libio en todos los pa¨ªses del Sahel, en pos de una revoluci¨®n anarquizante e imprevisible, que Argelia no comparte.
En Rabat, y al margen de los ment¨ªs, lo que se cree es que existe una reevaluaci¨®n por parte de Argel de su papel en el conflicto del Sahara. El nombramiento relativamente reciente del coronel Zerghini como embajador en Mauritania ha hecho pensar a Marruecos que puede traducir el deseo de Argel de convertir a una Mauritania polisarizada en su zona de influencia inmediata y su hinterland pol¨ªtico-militar.
Dificultades internas
Es eviente hoy que tanto Benjedid como Hassan II tienen dificultades internas en llevar adelante sus respectivas pol¨ªticas que, sin embargo, por primera vez desde 1975, hacen concebir la esperanza de una soluci¨®n en beneficio de las tantas veces elogiada, pero nunca aplicada, cooperaci¨®n magrebina.Nadie ha desmentido ni desautorizado todav¨ªa en Marruecos al influyente consejero Reda Guedira, que antes de la cumbre de Monrovia de 1979 dijo a la revista Jeune Afrique que era posible, o por lo menos necesario, alg¨²n tipo de reconocimiento del Polisario. Una postura que estuvo en radical contradicci¨®n con la del ministro del Exterior, Mohamed Bucetta, a todo lo largo de la misma cumbre africana.
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