No se averg¨¹encen de la ley

El Congreso ha aprobado la ley org¨¢nica de Seguridad Ciudadana, que a partir de ahora se denominar¨¢ ley ?sobre los supuestos previstos en el art¨ªculo 52, 2, de la Constituci¨®n?. El art¨ªculo mencionado dispone que, mediante ley, los derechos constitucionales sobre duraci¨®n de la prisi¨®n preventiva, inviolabilidad del domicilio y secreto de las comunicaciones postales, telegr¨¢ficas y telef¨®nicas pueden ser suspendidos para determinadas personas, en relaci¨®n con las investigaciones correspondientes a la actuaci¨®n de bandas armadas o elementos terroristas. ?A qu¨¦ obedece, pues, este rodeo y que en vez de llamar a la ley de forma que todos lo entiendan se haya adoptado la nueva y el¨ªptica denominaci¨®n?Nos preguntamos si no hay, en el fondo, como un deseo de que ?no se sepa? que se ha aprobado una limitaci¨®n de los sacrosantos derechos individuales, aunque sea por causa tan justificada. ( ... )

Nos alegra que se haya obtenido el consenso. A un problema nacional debe corresponder una ley nacional. Y no puede extra?arnos la abstenci¨®n del PNV, vista su tradicional actitud ante los problemas nacionales, y su notoria debilidad frente al terrorismo. ( ... )

No nos hagamos ilusiones: el problema creado es demasiado profundo y complejo para creer que ninguna ley antiterrorista pueda resolverlo, pero una ley antiterrorista forma parte de la soluci¨®n. ?Servir¨¢ esta ley? Servir¨¢ si se aplica con firmeza y los se?ores legisladores dejan que se aplique. Para lo cual han de empezar por no avergonzarse de ella.

31 de octubre