Debate sobre el p¨¢ncreas artificial en el Congreso Nacional de Diabetes

?S¨®lo hemos iniciado un proceso, y las t¨¦cnicas que ahora estamos utilizando deber¨¢n mejorarse?, declar¨® a EL PA?S el profesor Pfeiffer, rector de la Universidad alemana de Ulm, que ayer explic¨® en una conferencia pronunciada en Sevilla los resultados de sus investigaciones sobre el p¨¢ncreas artificial y los trasplantes de p¨¢ncreas como m¨¦todos para el tratamiento de la diabetes.El p¨¢ncreas artificial, que hoy ser¨¢ presentado al p¨²blico durarte los actos del V Congreso Nacional de Diabetes, es un aparato capaz de compensar de forma autom¨¢tica la falta de insulina en los enfermos diab¨¦ticos, regulando su glucemia a lo largo del tiempo y acomod¨¢ndose a las variaciones que experimente el organismo.

El p¨¢ncreas artificial funciona ya en nuestro pa¨ªs. Concretamente en Granada se cuenta con un ejemplar de cada uno de los tres modelos presentes en el mercado, cuyas diferencias t¨¦cnicas explican su distinto coste: desde 100.000 marcos, el m¨¢s sofisticado, hasta 30.000, el m¨¢s simple, que s¨®lo suministra informaci¨®n sobre la glucosa contenida en la sangre, sin dictar la cantidad de insulina que se necesita.

El profesor Pfeiffer relat¨® de forma detallada en el transcurso de su conferencia los casos en que el p¨¢ncreas artificial ha mostrado su utilidad, haciendo especial hincapi¨¦ en su uso en operaciones efectuadas a pacientes en coma diab¨¦tico y en la exploraci¨®n de tumores, y anunciando que si diab¨¦ticos j¨®venes fuesen tratados rigurosamente por este aparato podr¨ªan permanecer hasta dos a?os sin tener que recurrir a las inyecciones de insulina. Con respecto a las embarazadas, un tratamiento anterior en cuatro semanas al parto permite la salvaci¨®n del ni?o.

En sus declaraciones a este peri¨®dico, el ilustre m¨¦dico alem¨¢n se?al¨® que el gran problema t¨¦cnico con que se tropieza actualmente es la dificultad para mantener en perfectas condiciones el sensor de glucosa, pero que en el futuro se podr¨¢ aplicar un electrodo en la cavidad bucal o en la oreja del diab¨¦tico para realizar esta funci¨®n sin complicaciones. De hecho, ya es posible normalizar la glucemia del enfermo durante meses, mediante un cat¨¦ter adosado.