Marquitos: 'Lo que hace mi hijo con el balon, para mi es lat¨ªn"
Despu¨¦s de jugar nueve a?os en el Real Madrid, los m¨¢s gloriosos en la historia del club, pues incluyen la conquista de las cinco primeras copas de Europa, Marquitos se ha convertido en un hincha a muerte del Atl¨¦tico. La culpa la tiene su hijo, Marcos, el n¨²mero siete de ese Atl¨¦tico joven que manda en la tabla, con seis positivos: ?Pero no le puedo aconsejar nada, porque juega al f¨²tbol mucho mejor que yo. Lo que ¨¦ste hace con el bal¨®n, para m¨ª es lat¨ªn?.
Al contrario que su hijo, un fino y veloz atacante, Marquitos era defensa, un defensa grande y fuerte que jug¨® en el centro en las dos primeras copas de Europa y pas¨® despu¨¦s al lateral derecho, para abrir hueco a Santamar¨ªa: ?El ¨²nico consejo que le puedo dar es que se cuide a fondo, porque hoy en el pod¨ªas hacer alguna granujer¨ªa de cuando en cuando y apenas se notaba; ahora, un jugador que no est¨¢ a tope no hace nada. Pero de f¨²tbol no le hablo, porque ¨¦l ya sabe m¨¢s que yo?.Marquitos asegura que nunca empuj¨® a su hijo a jugar: ?El empez¨® solo. Fue a probarse a los once a?os al Madrid, sin avisarme si quiera, y le cogieron. Luego fue para arriba ¨¦l s¨®lo. Yo apenas me preocupaba de c¨®mo iba hasta que hace algo m¨¢s de cuatro a?os le vi en un partido de f¨²tbol sala, contra los veteranos del Madrid, y me pareci¨® que si en campo grande y con bal¨®n grande pod¨ªa hacer lo mismo que en campo peque?o con bal¨®n peque?o, ser¨ªa jugador?.
Entonces fue cuando empez¨® a preocuparse: ?El hab¨ªa hecho una temporada excelente en el juvenil del Castilla, y entonces Amancio llevaba el juvenil A del Madrid. Un d¨ªa, en un viaje, le habl¨¦ de que mi hijo iba fen¨®meno y le ped¨ª. que lo pasara a su equipo, y me tom¨® a broma. Despu¨¦s de eso se interes¨® el R¨¢cing y el Madrid no puso pega para que se marchara?.
Ah¨ª fue donde se lanz¨® Marcos, que confiesa que al principio era un poco dif¨ªcil: ?Jugar en el Norte, con barro y bal¨®n pesado, no es f¨¢cil para un juvenil que tiene velocidad y regate, pero me sirvi¨® para mucho, porque me endureci¨®?. A?o y medio en el R¨¢cing, y al Atl¨¦tico, donde se ha disparado. Ahora, con veinti¨²n a?os, es titular fijo en el equipo, que marcha como l¨ªder, y tambi¨¦n en la selecci¨®n B. Puede so?ar con lo que quiera: ? Por supuesto, aspiro a lo m¨¢ximo, pero no estoy seguro, por ejemplo, de cumplir la ilusi¨®n de ser titular durante el Mundial. Hay gente ahora mismo por delante, y en dos a?os pueden surgir otros?. Pero el padre le interrumpe: ?Para m¨ª, seguro que tiene que estar en el equipo. Ya podr¨ªa estar jugando en la A desde hace tiempo?.
Marquitos es, aparte de padre, cuidador de su hijo: ?No le dejo volver a casa m¨¢s tarde de las diez y cuarto ?. Y admirador. No se pierde un partido del Atl¨¦tico: ?Alfredo, R¨ªal, Mateos, Pach¨ªn y los dem¨¢s amigos de la buena ¨¦poca del Madrid se meten conmigo por haberme pasado al Atl¨¦tico. Yo ahora soy atl¨¦tico a muerte, m¨¢s que madridista. En realidad, al Madrid ya no lo veo casi nunca, porque cuando el Atl¨¦tico juega fuera me desplazo para verlo ?.
Padre e hijo discuten sobre la mejor posici¨®n de ¨¦ste en el campo y est¨¢n de acuerdo en que deber¨ªa jugar en una posici¨®n m¨¢s comprometida, m¨¢s arriba, m¨¢s cerca del gol. Pero Marcos acepta su posici¨®n actual: ?El equipo va bien, y eso es lo importante?.
Pirri, ¨ªdolo de infancia
Marcos era socio del Madrid desde ni?o. Pirri fue su ¨ªdolo de infancia. Ahora considera a Juanito, precisamente el que le cierra el paso a la A, como el mejor jugador de Espa?a. Su padre ha sido una gloria en el Madrid. Parece que hay cierta nostalgia en padre e hijo cuando se les pregunta si no hubiera sido m¨¢s bonito para ellos que todo fuera igual, pero con camiseta blanca. Pero lo niegan, aunque la expresi¨®n quiz¨¢ les traicione algo, e insisten en que las cosas est¨¢n bien as¨ª. Y, efectivamente, Marquitos habla del Atl¨¦tico como un verdadero incondicional.Marcos es m¨¢s moderado: ?En realidad, hemos tenido un calendario muy bueno, porque nos ha tocado lo f¨¢cil al principio. No s¨¦ si aguantaremos mucho tiempo as¨ª?. Por supuesto, no ha visto jugar nunca a su padre, porque es demasiado joven para ello: ?Pero yo nunca quise ser defensa. Recuerdo que de ni?o le dec¨ªa que ten¨ªa miedo de crecer mucho, porque los delanteros no pueden ser muy altos?. Se ha plantado en el 1,78, bastante por debajo del padre, que, pese a ser mayor en edad y estatura, sigue cargando con el diminutivo, y que insiste: ?Que nadie se extra?e porque yo sea ahora del Atl¨¦tico, porque de ni?o ya lo era. En Santander, todos ¨¦ramos entonces del Atl¨¦tico, porque jugaban varios santanderinos en el equipo: Aparicio, Man¨ªn, Germ¨¢n... Gento tambi¨¦n era hincha del Atl¨¦tico cuando era chaval?.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
?Tienes una suscripci¨®n de empresa? Accede aqu¨ª para contratar m¨¢s cuentas.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.