Amenazas contra la Prensa
Peyrefitte esperaba desde hace tres a?os la hora deliciosa de presentar una querella contra Le Monde; lo que, trat¨¢ndose de un ministro de Justicia, quiere decir hacerse justicia a s¨ª mismo escud¨¢ndose tras los magistrados. En mayo ¨²ltimo crey¨® triunfar con respecto a su proyecto, abusivamente llamado seguridad y libertad. Para el honor de la magistratura, un tribunal sentenci¨® en contra y el ministro no apel¨®.Peyrefitte reincide a una escala mayor, o mejor dicho, sobre una bien peque?a, puesto que, entre una centena de art¨ªculos consagrados a problemas de justicia, no ha encontrado m¨¢s que cinco que le parecieron contrarios a un texto oportunamente exhumado del C¨®digo Penal.
La intenci¨®n es clara. Es pol¨ªtica y viene de lejos o desde las alturas. El primer art¨ªculo citado se remonta a 1977; el ¨²ltimo es de fecha 7 de octubre de 1980. Ha sido necesario que pasen todos esos a?os para apercibirse que ca¨ªan bajo el peso del C¨®digo Penal.
En su laborioso comunicado, Peyrefitte se cita extra?amente al reproducir uno de sus art¨ªculos publicados en Le Monde, de 10 de enero de 1979. Uno y otro de esos textos eran una forma de presi¨®n o de chantaje: c¨¢llese usted o yo le perseguir¨¦. El ministro nos persigue, pero desvar¨ªa. Le Monde no se callar¨¢ ni sobre el proyecto seguridad y libertad, ni sobre el Tribunal de Seguridad del Estado, ni tampoco sobre los asuntos Delpey y Bokassa, ni sobre la pena de muerte y las inconsecuencias de Peyrefitte.
9- 10 de noviembre
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