ENASA puede llevar al Estado venezolano ante el Tribunal de La Haya
La Empresa Nacional de Autocamiones (ENASA), fabricante de Pegaso y Sava, y de la que el INI es accionista mayoritario, puede llevar al Gobierno venezolano ante el Tribunal Internacional de La Haya (Holanda). El conflicto podr¨ªa surgir tras la m¨¢s que probable suspensi¨®n de pagos que har¨¢ ENASA en Venezuela pr¨®ximamente, al no atender a varios ejecutivos que tiene pendientes, por valor de unos 1.500 millones de pesetas. El t¨¢ndem ENASA-INI no est¨¢ dispuesto de ninguna manera a enviar ni una sola peseta m¨¢s a Venezuela.
La empresa estatal espa?ola est¨¢ en Venezuela desde principio de 1979, cuando constituy¨® all¨ª una sociedad mixta, Desiauto, en la que el 45% es propiedad espa?ola, y el resto, de varios grupos venezolanos. Desde aquella ¨¦poca, la sociedad venezolana, dedicada principalmente a la comercializaci¨®n, ha conseguido el segundo lugar del mercado, aunque muy lejos del l¨ªder, Mack.Un a?o despu¨¦s, y tras haber ganado un concurso para la fabricaci¨®n de motores en competencia con distintas multinacionales, ENASA constituy¨® en Venezuela la sociedad HIVEMCA, en la que la empresa espa?ola tambi¨¦n posee el 45%. El resto de esta sociedad est¨¢ en poder de Cavim, una empresa estatal venezolana de construcciones militares. El objetivo de HIVEMCA era la fabricaci¨®n de 60.000 motores anuales a partir de 1985, de los cuales la mitad ser¨ªa para el mercado venezolano y el resto para Per¨², a trav¨¦s del Pacto Andino. El contrato fijaba el comienzo de la producci¨®n en 1980, con un porcentaje de nacionalizaci¨®n del 15%, para llegar al 80% en 1985.
Para la fabricaci¨®n de estos motores, ENASA tuvo que realizar inversiones por un valor aproximado de unos 4.000 millones de pesetas, adem¨¢s de la formaci¨®n del personal destinado al trabajo en la planta, al estar ¨¦sta situada en Cuman¨¢ -lugar de nacimiento del general venezolano S¨¢nchez Acosta, presidente de HIVEMCA-, zona sin experiencia industrial.
Graves problemas con el Gobierno
Para poder cumplir su parte del contrato, ENASA fabric¨® durante la primavera de este a?o cincuenta motores, con porcentajes de nacionalizaci¨®n superiores al 15% estipulado. Pero, despu¨¦s de varios conflictos con el Gobierno de Herrera Campins -el concurso Internacional y los contratos se hicieron cuando Carlos Andr¨¦s P¨¦rez era presidente del Gobierno venezolano-, ¨¦ste decidi¨® suspender la importaci¨®n de componentes. Comoquiera que no existe fundici¨®n en Venezuela, la fabricaci¨®n de los motores de doce litros de ENASA tuvo que interrumpirse.Esta situaci¨®n, cada vez m¨¢s tirante, ha desembocado en el punto de ruptura actual. Seg¨²n ha podido saber EL PAIS, ENASA, a trav¨¦s de HIVEMCA, tiene pendiente dos ejecutivos desde el pasado d¨ªa 1 de este mes de noviembre, adem¨¢s de otros que llegar¨¢n en el curso de los pr¨®ximos d¨ªas. Y la empresa espa?ola no est¨¢ dispuesta de ninguna manera a hacerlos frente.
Con los ejecutivos pendientes, por un valor total aproximado de unos 1.500 millones de pesetas, podr¨ªan producirse tres situaciones difentes. Sin embargo, todo parece ir dicar que tarde o temprano todas ellas convergir¨¢n en una sola: la suspensi¨®n de pagos de HIVEMCA y la venta de los activos de la sociedad. Esto es lo que podr¨ªa pretender el Instituto Nacional de Industria con su deseo irrevocable de no enviar m¨¢s dinero a Venezuela y no hacer frente a los ejecutivos pendientes.
La suspensi¨®n de pagos, ¨²nica salida probable
La primera soluci¨®n al actual conflicto podr¨ªa ser que los acreederes no ejecutasen a HIVEMCA, aunque tarde o temprano, y debido a la negativa de ENASA de enviar m¨¢s dinero a Venezuida, acabar¨ªan por hacerlo.La secunda soluci¨®n posible ser¨ªa que la empresa estatal venezolana Cavim, que posee el 55% del capital de HIVEMCA, hiciera fiente por su cuenta a las deudas. Eso har¨ªa retrasar el problema, pero nunca arreglarlo mientras ENASA mantenga su decisi¨®n de no enviar m¨¢s dinero.
La tercera y ¨²ltima soluci¨®n, la m¨¢s probable y la que -aunque con el paso intermedio de cualesquiera de las dos anteriores- parece como ¨²nica salida del conflicto es la de la suspensi¨®n de pagos y la posterior venta de los activos de la sociedad.
Pero esta soluci¨®n, que llevar¨ªa impl¨ªcita la ruptura definitiva de los acuerdos firmados entre el Estado de Venezuela y ENASA -de hecho parecen haberse dado las suficientes circunstancias como para considerar rotos aquellos acuerdos-, mover¨ªa a ENASA a presentar el caso ante el Tribunal Internacional de La Haya, a estar implicado en el asunto el Estado venezolano, con el esc¨¢ndalo may¨²sculo que ello supondr¨ªa.
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