Godard antes de Godard

Como en todo artista significativo, la vida de Godard en cine corre a lo largo de algunas etapas decisivas. Una -m¨¢s conocida de los espectadores espa?oles-, de rompimiento con las escuelas tradicionales anteriores, m¨¢s o menos cerrada con Pierre le fou, a¨²n reciente entre nosotros; otra, donde las relaciones entre individuo y sociedad apuntan a un cine ?menos burgu¨¦s y al servicio del pueblo?, y una tercera, en la que actores como Yves Montand y Jane Fonda, a pesar de su reconocida militancia, suponen para el autor de A bout de Soufle un vago intento que apunta a Norteam¨¦rica.Tambi¨¦n como autor consciente, su carrera ha sido enmarcada por las claves fundamentales de su tiempo. Bertold Brecht o el mayo del 68 han influido tanto en su cine y pensamiento como la b¨²squeda de modos de expresi¨®n in¨¦ditos. De las revoluciones puramente t¨¦cnicas a las revoluciones donde el hombre lucha y prueba a encontrar la verdadera imagen de s¨ª mismo, Godard, cr¨ªtico, cresta y mito de una joven ola, brillante ejemplo del cine de autor, realizador m¨¢s tarde de filmes de propaganda, vuelve a historias en las que su cine se nos ofrece desnudo en apariencia, pero profundamente autobiogr¨¢fico.

Incluso en esta postrera etapa, el realizador sigue siendo esencialmente fiel a sus propias convicciones en sus intentos de separar imagen y palabra, convirtiendola acci¨®n en puro documento, comentado, anotado y repetido.

Reflejo a la vez de sus contradicciones, por otra parte evidentes en su vida y obra, sus personajes dialogan, vacilan, se enfrentan y, a la postre, traicionan la esencia misma de las dos historias: la puramente personal y la pol¨ªtica.

Su colaboraci¨®n con Jean-Pierre Gorin en el grupo Vertov, sus intentos de una eficaz y positiva militancia dan pie a este Todo va bien, en el que todo va s¨®lo regular hasta la separaci¨®n definitiva del binomio. La in¨²til aventura de sus protagonistas en busca de una toma de conciencia expl¨ªcita viene a ser reflejo de esa otra b¨²squeda de Godard como realizador, tratando de encontrar su propia sombra en una sociedad que muda y cambia todo aquello que quiere o toca o siente.

Realizado antes de encaminar sus pasos, al parecer definitivos, por los caminos del video, la televisi¨®n o el ensayo de equipo, el tiempo no ha pasado en balde para ¨¦ste. Hoy las motivaciones sociales y pol¨ªticas que le sacaron a la luz han variado bastante.

Acumulando en un mosaico, complicado a veces, estilos diferentes, actitudes opuestas y dispares, acaba abandonando al p¨²blico frente a s¨ª mismo, desvalido, desnudo y, lo que es a¨²n peor, en ocasiones aburrido, ajeno a un laberinto demasiado sutil por una falta de concreci¨®n y un af¨¢n de compromiso desmedido.