La situaci¨®n polaca

( ... ) Una vez m¨¢s se ha llegado a un compromiso en Polonia. ( ... )El compromiso no ha resuelto nada b¨¢sico. ( ... )

Al reconocer la primac¨ªa del partido comunista en un anexo y no en el texto de la carta fundacional de Solidaridad, ¨¦ste puede cantar victoria y el Gobierno salvar la cara. (...)

Walesa y sus amigos han recorrido un largo trayecto desde los astilleros Lenin en un corto espacio de tiempo. Su ¨¦xito ha sido impresionante y notable. Pero, a menos que el sindicato se consolide, lo que no ocurrir¨¢ sin una prolongada y dura lucha contra un enemigo fuerte y obstinado, es prematuro hablar de ¨¦xito, dejando a un lado el reino de la justicia. El sobrio y sereno lenguaje del Gobierno, con su estudiada ambig¨¹edad, tiene m¨¢s posibilidades de ser realidad en el futuro. Las nociones del Gobierno polaco sobre la normalizaci¨®n tienen poco que ver con la definici¨®n de la Organizaci¨®n Internacional del Trabajo sobre los sindicatos libres. As¨ª surgir¨¢n dif¨ªciles problemas constitucionales. ?C¨®mo negociar¨¢ la direcci¨®n de una econom¨ªa central planificada con las peticiones de un sindicato independiente? Esto seria posible si los que planifican renunciaran a controlar los costes y, por consiguiente, la producci¨®n. Si los sindicatos pueden negociar libremente sobre los salarios de los obreros y los beneficios sociales, tendr¨¢ que cambiar la naturaleza del sistema. ( ... )

12 de noviembre