N¨¦stor Almendros: "Quiero realizar un cine popular"
El director de fotograf¨ªa present¨® en Barcelona la ¨²ltima pel¨ªcula de Truffaut
El director de fotograf¨ªa N¨¦stor Almendros se encuentra en Barcelona desde el pasado martes. Almendros, catalano-cubano, que reparte su vida entre Par¨ªs y Nueva York, ha venido a presentar su ¨²ltimo trabajo junto a Fran?ois Truffaut, Le dernier metro, que se exhibe en la XXII Semana Internacional de Cine de Barcelona. Declar¨® a EL PA?S que ahora aspira a realizar un cine popular, para las masas, en lugar de un cine de vanguardia.
?Creo que Le dernier metro es el mayor ¨¦xito de Truffaut y, por consiguiente, m¨ªo. Ha conseguido ese ¨¦xito en dos direcciones, siguiendo a Hitchcock, que es tener a la vez de tu parte a la cr¨ªtica y al p¨²blico. Se trata del m¨¢s grande ¨¦xito del cine franc¨¦s. En Par¨ªs ya la han visto 700.000 personas y creo que superar¨¢ el mill¨®n. Esto es ins¨®lito?.Pregunta. ?En qu¨¦ trabaja actualmente N¨¦stor Almendros?
Respuesta. En nada. Disfruto de un merecido per¨ªodo de descanso. Treinta y cuatro pel¨ªculas en trece a?os es mucho trabajo. Ahora rechazo, como m¨ªnimo, un gui¨®n por semana. Aparte est¨¢ en perspectiva un nuevo rodaje con Robert Benton. Se llamar¨¢ The stab (La pu?alada), y en ella trabajar¨¢n Merly Streep y Paul Newman.
P. ?No teme que, rechazando tantos guiones, se le pueda escapar el ¨¦xito de su carrera?
R. Ya me ha pasado. Con Robert Redford y el filme Ordinary People, que es una pel¨ªcula extraordinaria. Pero yo no tengo tiempo para leer todos los guiones. Y si lo hago, al final ya no s¨¦ lo que leo. Es inevitable. Ahora s¨¦, sin embargo, lo que quiero hacer. Aspiro a realizar un cine popular, para las masas. La etapa de cine de vanguardia, de cine de minor¨ªas, ya la he vivido. Quiero hacer pel¨ªculas como Kramer contra Kramer o Le dernier metro, que puedan verse hasta en la Patagonia. Mi meta es la de John Ford o Charles Chaplin. Y esto s¨®lo se puede hacer en Am¨¦rica.
P. ?Entonces no considera usted cine popular su etapa cubana?
R. No. El cine de propaganda es cine falsamente popular. Al pueblo no le interesa. Huye de ¨¦l. El acorazado Potemkin fue un ¨¦xito en los cines de Berl¨ªn y Par¨ªs frecuentados por los intelectuales. Estos fueron luego al Partido Comunista. de la Uni¨®n Sovi¨¦tica y le dijeron que hab¨ªan hecho una gran pel¨ªcula. Porque lo cierto es que no se hab¨ªan enterado. Pasa el Potemkin en un cine p¨²blico, a precio de entrada popular, y ver¨¢s cu¨¢nta gente va. Y m¨¢s si, en el cine de al lado ponen, por ejemplo, La quimera del oro, de Chaplin. Lo interesante del cine americano, por el contrario, es que, en muchas ocasiones, el cine popular es sin¨®nimo de cine de calidad.
P. ?Qu¨¦ hay de su libro Un home a la camera?
R. El libro ha aparecido en Francia, editado por Hatier, y explica mi autobiograf¨ªa profesional, mis diversas etapas, y las vicisitudes del rodaje de mis pel¨ªculas. Ahora se ha traducido al ingl¨¦s y al alem¨¢n. ?Al espa?ol? ?Oh no! Parece que nadie se ha interesado por ello. Quiz¨¢ sea que estamos en una crisis de lectura de libro de cine. La gente, excepto en Estados Unidos, no lee sobre cine. Ahora el boom son las biograf¨ªas de actores.
P. ?Almendros es uno de los cineastas que ha lanzado el grito de alerta sobre el proceso de conservaci¨®n de las pel¨ªculas en color?
R. S¨ª. De ello tambi¨¦n hablo en mi libro. Este es uno de los grandes problemas de la industria del cine. A los veinte a?os, una pel¨ªcula en color es un desastre, un producto de basura.Y mucho antes ya. pierde calidad, Creo que las grandes empresas capitalistas que hacen negocios con el cine -ya sea Kodak, Fuji, Sovt Kolor o Orwo Kolor- deber¨ªan dedicar parte de su presupuesto a estudiar el problema. Yo no soy un t¨¦cnico para augurar una soluci¨®n, pero quiz¨¢ haciendo transferencias al v¨ªdeo. Lo cierto es que se trata de un grav¨ªsimo problema al que hay que dar soluci¨®n y pronto.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.