Un rompecabezas de fuerzas guerrilleras
La guerra que hoy ensangrienta a Chad es el ep¨ªgono de veinte a?os de intervenci¨®n extranjera en Chad. En 1978, en plena ofensiva victoriosa del Frolinat, Francia trat¨® de reconstruir el edificio pol¨ªtico militar en ruinas que se derrumbaba ante la revoluci¨®n, integr¨® a Hissen Habr¨¦ -ex dirigente del Frolinat- en el Gobierno chadiano como primer ministro, quedando el general Mallum como presidente de la Rep¨²blica. De esta manera, Francia trat¨® de sobrepasar las reivindicaciones del Frolinat, al situar al tr¨¢nsfuga Habr¨¦ en un puesto de alta responsabilidad. Pero fueron m¨¢s fuertes las contradicciones internas entre el nordista Habr¨¦ y el sure?o Mallum que la brillante y artificiosa maniobra pol¨ªtica gala.
La guerra Habr¨¦-Mallum de febrero de 1979 hizo saltar en pedazos el entramado pol¨ªtico de Yamena, y el Ej¨¦rcito franc¨¦s y el El¨ªseo se vieron impotentes de evitar que los guerrilleros del Frolinat entraran triunfantes en la capital chadiana. Desde este momento, Francia trat¨® por todos los medios de recuperar el control de la situaci¨®n utilizando las diferentes piezas del rompecabezas chadiano.Sobre el terreno exist¨ªan las derrotadas Fuerzas Armadas Chadianas (FAT) del teniente coronel Kamugue (sucesor del fracasado general Mallum); las Fuerzas Armadas del Norte (FAN), de Hissen Habr¨¦, y el Frolinat de Gukuni Vedei.
Y sobre el terreno, tambi¨¦n, estaban Francia, Libia y Nigeria. Nigeria apoy¨® a un fantasmag¨®rico Movimiento Popular de Liberaci¨®n del Chad (MPLT) y Libia comenz¨® su ayuda masiva a los sectores opuestos a Vedei, fundamentalmente a las escisiones del Frolinat constituidas por el Consejo Democr¨¢tico Revolucionario dirigido por Azil Ahmed y a las Fuerzas Populares de Liberaci¨®n de Mohamad Abba Sild.
Muy significativamente, Hissen Habr¨¦ reclam¨® para s¨ª las carteras ministeriales de Defensa y Finanzas. ?Desde el momento en que Hissen Habr¨¦ se hizo cargo del Ministerio de Defensa, sus combatientes, con ¨®rdenes firmadas, vaciaron los diferentes dep¨®sitos de material militar?, nos inform¨® el general Yogo. ?A pesar del evidente significado de esta operaci¨®n, no pudimos desobedecer estas ¨®rdenes ministeriales y tuvimos que entregar lo que se nos ordenaba. A finales de 1979, aprovechando la ausencia del presidente Uedei, que asist¨ªa a la Conferencia de Pa¨ªses Saharianos en Bamako, un convoy de camiones de las FAN, se llev¨® hasta el ¨²ltimo cartucho del polvor¨ªn de Yamena?.
Preparativos de golpe militar
?El ministro de Finanzas, perteneciente a las FAN, retuvo todas las sumas que el Estado recaudaba en concepto de tasas e impuestos; asimismo, aquellas cantidades que fueron entregadas por varios pa¨ªses africanos en concepto de ayuda a la reconstrucci¨®n de Chad, terminaron en la tesorer¨ªa de las FAN?, manifest¨® el director del Gabinete de la Presidencia, Adum Yacub. Por otra parte, Hissen Habr¨¦ guard¨® para s¨ª el material de guerra, fundamentalmente veh¨ªculos de transporte que Francia entreg¨® con destino a las Fuerzas Armadas Nacionales.Simult¨¢neamente, las gestiones diplom¨¢ticas de los hombres de confianza de Habr¨¦, Mohamed Nuri, Idriss Nesqu¨ªn o Michael Frud se multiplicaban con el prop¨®sito de obtener el apoyo log¨ªstico, y posteriormente diplom¨¢tico, necesario para realizar con ¨¦xito el plan propuesto: el golpe militar.
Echando un vistazo al mapa, es f¨¢cil establecer cu¨¢les deben ser, cu¨¢les son hoy ya, las necesarias alianzas para Hissen Habr¨¦. Las FAN controlan un territorio lim¨ªtrofe con Sud¨¢n, las prefecturas de Blitine y parte del Uaddal, as¨ª como la mitad oriental de la carretera que une a la capital, Yamena, con la frontera sudanesa.
Al norte de la zona de Habr¨¦ se hallaban las poderosas y aguerridas Fuerzas Armadas Populares (FAP) del Frolinat. Al Sur, las d¨¦biles Fuerzas Populares de Liberaci¨®n (FPL) -escisi¨®n del Frolinat-, de Mohamed Abba Said.
Los primeros choques armados, l¨®gicamente, surgieron en la zona controlada por la FPL. ?Incidentes? entre los combatientes de FPL y FAN estallaron en las ciudades de An Dam, Mongo, Masaneya, Boroko. ?Incidentalmente?, todas estas localidades cayeron en manos de Hissen Habr¨¦ e ?incidentalmente? la comunicaci¨®n entre las zonas de Habre, junto a Sud¨¢n, y Yamena qued¨® establecida.
Solamente faltaba lanzar el asalto final contra el Frolinat en la capital. El objetivo era doble: aniquilar la mayor fuerza militar opositora, el Frolinat, y controlar la capital del pa¨ªs.
El golpe tom¨® al Frolinat completamente por sorpresa. La ciudad qued¨® partida por una fluctuante y semiprecisa l¨ªnea de confrontaci¨®n en la que las FAN ocupaban una amplia zona en la ciudad, siendo semirrodeadas por las FAP, que dominaban el barrio europeo y administrativo, los suburbios situados al norte de la sangrienta calle 40 y avenida Numelry, as¨ª como la muy estrat¨¦gica zona situada paralelamente a la base francesa (hoy, ya evacuada), impidiendo todo contacto entre Habr¨¦ y el Cuerpo Expedicionario Militar Galo.
Habr¨¦ lanz¨® sucesivamente una serie de feroces asaltos en direcci¨®n hacia el extremo este de la pista de aviaci¨®n en la zona denominada Ciudad del Aire, que se sald¨® en derrota para sus fuerzas en en sangrientas p¨¦rdidas para los dos bandos.
La t¨¢ctica de combate
Los combatientes de Hissen Habr¨¦ operan en peque?os grupos de choque muy m¨®viles y con una sorprendente capacidad para infiltrarse entre las l¨ªneas del Frolinat, poco acostumbrado a la guerra urbana, ya que siempre combati¨® en terrenos abiertos.Por ello en Yamena se desarrollan dos t¨¢cticas diferentes: las FAN tratan por todos los medios de ?pudrir? al Frolinat en una sangrienta guerra urbana de la que saldr¨ªa, evidentemente, debilitado. El Frolinat, por su parte, desde las posiciones iniciales ha progresado en sectores estrat¨¦gicos en la ciudad, con el fin de proteger zonas vitales de la ciudad (el aeropuerto, los dep¨®sitos de gasolina y gas de Farcha), los bancos, los edificios administrativos, renunciando a penetrar en el laberinto del sector africano. Operando en terreno abierto, el Frolinat ha rodeado en el coraz¨®n de Yamena a las tropas de Hissen Habr¨¦ en un anillo de hierro cuyos puntos fuertes son los barrios perifericos de Chagua, Gredia y Diguel. Fuera de este per¨ªmetro, las unidades m¨®viles dirigidas por Gukuni Gued y Musa Segui cubren y rastrean el territorio hasta las proximidades de Ati, en una profundidad de cuatrocientos kil¨®metros, impidiendo toda posibilidad de refuerzo a las tropas de Habr¨¦.
Tras la reciente p¨¦rdida por Habr¨¦ de las localidades de Bolcoro, Moito, Am Dam, Masaneya y Mong¨®, la suerte de sus combatientes rodeados y aislados en Yamena est¨¢ echada.
La intervenci¨®n extranjera
El contencioso libio-egipcio encuentra tambi¨¦n su marco en Chad: por una parte, Egipto apoya militarmente a las fuerzas de Habr¨¦ con el objeto de ?flanquear? a Libia por el Sur. ?Abeche, capital principal de Habr¨¦, recibe peri¨®dicamente suministros militares desde el exterior?, manifest¨® Adum Yacub. En Abech¨¦ se halla una representaci¨®n diplom¨¢tica egipcia y los aviones de transporte pesado han establecido un aut¨¦ntico ?puente a¨¦reo? entre esta localidad y El Cairo.Libia ha comprendido perfectamente el peligro. No obstante, las contradicciones pol¨ªtico-territoriales ya referidas que le oponen al Frolinat han impedido que la ayuda alcance las importantes cotas de las que Sadat realiza con Habr¨¦.
Libia desea la derrota de Habr¨¦, pero asimismo desea que de esta guerra salga el Frolinat suficientemente debilitado. A¨²n no se ha. olvidado el estrepitoso fracaso que en agosto de 1979 cosech¨® Libia en las arenas del Tibesti, cuandouna importante columna del Consejo Democr¨¢tico Revolucionario (escisi¨®n del Frolinat apoyada por Libia) armada hasta los dientes y contando con artiller¨ªa de asalto de 105 mil¨ªmetros, y dirigida poir oficiales del Ej¨¦rcito libio fue estrepitosamente derrotada por los guerrilleros del Frolinat, armados solamente de fusiles y ametralladoras.
Francia, asimismo, precisa el desfondamiento militar del Frolinat, ¨²nico obsit¨¢culo para. su reimplantaci¨®n neocolonial en el pa¨ªs. Habr¨¦ puede ser, de hecho lo ha sido ya, una de las piezas del plan galo. La recomposici¨®ndel pacto FAT-FAN es otro de los objetivos deseados.
Por ello, el objetivo actual de la diplomacia francesa consiste en ?dejar pudrir? la situaci¨®n.
Para todos, para unos y para otros, es necesario un Chad d¨¦bil.
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