Marruecos rodea el Sahar¨¢ con un foso defensivo de 500 kil¨®metros
El destino del conflicto del Sahara depender¨¢ en el futuro del ¨¦xito o fracaso de una obra gigantesca que el Ej¨¦rcito marroqu¨ª lleva a cabo, bajo las ¨®rdenes directas de Hassan II, y que consiste en rodear con un enorme foso todo lo que a principios de siglo los franceses denominaron el Sahara ¨²til.
Desde las estribaciones sur del Jebel Uarkziz, y desde Ras el Janfra, en direcci¨®n sur hacia Bujdur, describiendo un semic¨ªrculo en cuyo interior queda Smara, Bucraa, y la propia Bujdur, es decir, todas las riquezas del Sahara, el Ej¨¦rcito marroqu¨ª ya emprendi¨® la construcci¨®n de fosos en todos aquellos pasos practicables de esa accidentada zona.El objetivo es convertir en inexpugnable para el Polisario y sus Land Rover artillados toda la extensa regi¨®n de la Sakiet el Hamra hasta la antigua Bojador. Al norte del Jebel Uarkziz, en pleno Marruecos de las fronteras de 1956, hacia el Mediterr¨¢neo, el rey Hassan II parece contar con la moderaci¨®n de un Chadli Benjedid, que, de todas maneras, dif¨ªcilmente podr¨ªa soportar el permitir los ataques del territorio marroqu¨ª tan claramente desde el interior de las fronteras argelinas.
Estos planes no son puramente militares. Tienen mucho que ver con los contactos secretos extraoficiales, pero del m¨¢s alto nivel, sostenidos entre ?algunos marroqu¨ªes? y ?algunos argelinos?, con la postura diplom¨¢tica m¨¢s reciente de Rabat, que parece hoy dispuesto a aceptar alguna forma de refer¨¦ndum, y con la necesidad de satisfacer las presiones de los aliados de Marruecos, que solicitan concesiones para encontrar una salida al conflicto.
En el esquema pol¨ªtico de esta estrategia parece entrar la posibilidad de que Marruecos acepte un refer¨¦ndum de autodeterminaci¨®n, controlado por la ONU y la OUA, para toda aquella parte del Sahara que quede fuera de esa especie de ?l¨ªnea Maginot? descrita, para la cual se contempla incluso la posibilidad de que decida separarse de Marruecos.
Naturalmente, esta alternativa representa un serio problema interno para Marruecos pues justamente son los habitantes del Ued ed Dahab ex mauritano los m¨¢s fieles al trono alauita. Esa dificultad podr¨ªa ser obviada con la transferencia de poblaciones hacia el interior del cintur¨®n defensivo que constituyen los fosos, lo cual en cierta medida ya se est¨¢ llevando a cabe en virtud de los importantes planes de desarrollo.
Obra gigantesca
Aunque sin la dificultad t¨¦cnica del t¨²nel o puente sobre el estrecho de Gibraltar, la obra que realiza el Ej¨¦rcito marroqu¨ª es por lo menos de una envergadura financiera similar. La construcci¨®n del puente, y complejo sider¨²rgico de Nador ha sufrido un considerable retraso, a causa de la movilizaci¨®n general de maquinaria pesada y recursos que necesita la construcci¨®n.Estos fosos, uno de los cuales, de Ras el Janfra hacia el Sur, pudo ver este corresponsal, constituir¨ªan la primera l¨ªnea defensiva del territorio que Marruecos considera irrenunciable. Las l¨ªneas estar¨ªan protegidas por un sistema de alerta electr¨®nica y por artiller¨ªa fija emplazada detr¨¢s de fortificaciones que se construyen del lado interior, y permanentemente vigiladas por los aviones de reconocimiento norteamericanos OV-10, si llegan, o por Breguets-Atlantiques franceses, por los cuales tambi¨¦n se ha interesado Rabat.
Todo esto, sin embargo, es una operaci¨®n contra reloj, pues los recientes reveses diplom¨¢ticos sufridos por Marruecos en la ONU, la actitud de Francia, cuyo plan para el Sahara se parece extraordinariamente a la soluci¨®n esbozada m¨¢s arriba, y la postura ambigua de la Administraci¨®n Carter obligan, en cierta medida, al Gobierno de Rabat a presentar alguna propuesta concreta y diferente para la pr¨®xima cumbre de la OUA, en julio de 1981, en Nairobi.
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