Sectores financieros, eclesi¨¢sticos y militares propugnan un "Gobierno de gesti¨®n" con Osorio
Importantes sectores econ¨®micos, eclesi¨¢sticos y de los poderes f¨¢cticos propugnan para el pr¨®ximo marzo un Gobierno de gesti¨®n, concertado previamente con las fuerzas pol¨ªticas y encabezado por Alfonso Osorio, diputado de Coalici¨®n Democr¨¢tica. Los analistas descartan la eventualidad de una derrota suarista en el II Congreso de UCD, convocado para los d¨ªas 22, 23 y 24 de enero; pero dan por seguro que una suave solicitud del Rey bastar¨ªa para obtener la dimisi¨®n del presidente. Una moci¨®n de censura sin fecha, firmada ya por m¨¢s de veinte diputados centristas, pretende bloquear un recurso desesperado de Su¨¢rez a las urnas.
La figura de Osorio, que fue vicepresidente del primer Gobierno Su¨¢rez formado en julio de 1976, se ajusta al esquema previo de los patrocinadores, es un pol¨ªtico de la confianza del Rey, tiene la condici¨®n de parlamentario, imprescindible para una soluci¨®n como la que se busca; no pertenece a ninguna de las dos grandes formaciones de derecha e izquierda -UCD y PSOE- y goza de excelentes relaciones en las esferas eclesi¨¢sticas bancarias y castrenses.
Consultas al PSOE
Alfonso Osorio, en un libro de reciente aparici¨®n, acaba de trazar balance de su trayectoria pol¨ªtica Las p¨¢ginas de este volumen aducen las pruebas de su lanzamiento a la vida pol¨ªtica de la mano de ?ngel Herrera, el animador de la Asociaci¨®n Cat¨®lica de Propagandistas. Tambi¨¦n permiten rastrea su introducci¨®n en los medios financieros desde la posici¨®n familiar de yerno de Antonio Iturmendi, presidente de las Cortes franquistas, y desde el resorte de su posici¨®n profesional de abogado del Estado. El flanco militar lo cubre su antigua condici¨®n de jefe del cuerpo jur¨ªdico del Ej¨¦rcito del Aire.El Gobierno de gesti¨®n -sobre cuya composici¨®n y objetivos han sido consultadas relevantes figuras de la ejecutiva socialista, en busca de una participaci¨® n directa del PSOE- cubrir¨ªa un plazo m¨¢ximo de dieciocho meses, transcurrido el cual habr¨ªan de celebrarse nuevas elecciones generales sobre otras bases legales distintas de las ahora vigentes, atadas a la ley d'Hont y a criterios proporcionales que se consideran inadecuados.
Alfonso Osorio se compromete, si llega el caso, a no presentarse a las elecciones subsiguientes a su mandato y a no apadrinar ni constituir ninguna fuerza pol¨ªtica que concurra a los comicios. Adem¨¢s de formular el proyecto de nueva ley electoral, el Gobierno de gesti¨®n asumir¨ªa el compromiso de combatir con nueva autoridad el terrorismo, reconducir el proceso auton¨®mico y relanzar la actividad econ¨®mica sobre la base de suscitar confianza inversora, ¨²nico ant¨ªdoto, en su opini¨®n, contra la crecida del paro.
En favor de esta f¨®rmula podr¨ªan reconducirse otras presiones a la turca, de las que se ha hecho eco la Prensa las pasadas semanas (v¨¦ase EL PA?S) de noviembre de 1980). Esa es, al menos, la opini¨®n de algunos de los hombres m¨¢s comprometidos en pro del Gobierno de gesti¨®n, como Antonio Garc¨ªa L¨®pez, para quien es urgente encontrar una salida civil al malestar militar.
Algunas satisfacciones institucionales, con vivo reflejo en el organigrama, piensan lograrse por a?adidura. Una de ellas es la designaci¨®n para la presidencia de la Junta de Jefes de Estado Mayor (PREJUJEN) de Jes¨²s Gonz¨¢lez del Yerro, actual capit¨¢n general de Canarias. Otra ser¨ªa la nueva relevancia que en la cadena de mando militar puedan adquirir los generales S¨¢ez Larumbe, Soteras o Torres Rojas.
Cristianos y liberales
Los abanderados del Gobierno de gesti¨®n tambi¨¦n est¨¢n al habla con los medios centristas. El estudio de los 1.800 compromisarios que acudir¨¢n al II Congreso de UCD ha disuadido a los cr¨ªticos cristianos-liberales de plantear a fondo la batalla por descabalgar a Su¨¢rez. Por eso, los estrategas del sector han decidido limitarse a atacar por los flancos en las comisiones buscando el desgaste del adversario, pero rehuyendo el choque frontal, que consideran desfavorable en este momento.En definitiva, el resultado que se busca del congreso de enero no es derrotar a Su¨¢rez, sino conseguir que el presidente salga de ¨¦l tan d¨¦bil como entr¨®. Evitar, en suma, que salga reforzado.
Los cristiano-liberales explican a trav¨¦s de sus l¨ªderes m¨¢s cualificados que juegan a la democratizaci¨®n del grupo parlamentario y del partido porque, seg¨²n sus estimaciones, de seis millones de votos de UCD, cinco millones y medio son cristianos y liberales.
En una estructura no democr¨¢tica, dicen los cristiano-liberales, el presidente Su¨¢rez tiene que contar con Fern¨¢ndez Ord¨®?ez para equilibrar; pero ese no es el caso, por ejemplo, de Felipe Gonz¨¢lez, que no tiene que meter en la elecutiva socialista a G¨®mez Llorente para parecer dem¨®crata.
Izquierda Democr¨¢tica
Los hombres de Izquierda Democr¨¢tica, ese peque?o grupo que reuni¨® en su torno el profesor Ruiz-Gim¨¦nez, dispersado despu¨¦s en trayectorias pol¨ªtica brillantes tanto en UCD como en el PSOE, van a tener, seg¨²n todos los pron¨®sticos, un papel relevante en el congreso centrista de enero.A uno de ellos, Rafael Arias. Salgado, actual ministro de la Presidencia, los cristiano-liberales le atribuyen el patronazgo de una operaci¨®n de, diversi¨®n que instigue la solicitud de ingreso de UCD en la internacional democristiana. Ello provocar¨ªa el recelo de los liberales, que ahora prestan su alianza a los cristianos.
Todos los pretendidos implicados en la llamada ?Operaci¨®n Quirinal? se han apresurado a desmentirla, sin otorgarle otro valor que el de un nuevo fantasma agitado desde Moncloa para recuperar adeptos al presidente Su¨¢rez. Pero los cristiano-liberales, que empezaron diciendo ?alguna vez habr¨¢ que sustituir a Su¨¢rez?, han concluido hace tiempo de forma definitiva que con Su¨¢rez no se pueden ganar las pr¨®ximas elecciones.
El proceso se ha visto acelerado por la elecci¨®n de Miguel Herrero de Mi?¨®n para la presidencia del Grupo Parlamentario Centrista con 103 votos favorables.
?ltimo recurso
El punteo de este resultado -que barri¨® al candidato socialdem¨®crata Santiago Rodr¨ªguez Miranda, abandonado a su suerte cuando Moncloa comprob¨® que incluso apoy¨¢ndolo su elecci¨®n no estaba asegurada- destroza la evaluaci¨®n convencional que hasta ahora se hac¨ªa de la fuerza de los barones en el seno del grupo parlamentario.En el grupo parlamentario hay un clima muy cr¨ªtico, constatado por algunos datos de especial importancia. Por ejemplo, hay ya m¨¢s de veinte diputados centristas que han suscrito, sin fecha, una moci¨®n de censura al presidente Su¨¢rez. Su finalidad es servir de ¨²ltimo recurso para bloquear el empleo por el presidente del Gobierno de su arma definitiva: la disoluci¨®n de las C¨¢maras y la convocatoria del pueblo a las urnas.
S¨®lo si ese fuera el caso la moci¨®n de censura ser¨ªa formalmente cursada, y su discusi¨®n, con la eventual investidura de un nuevo candidato presidencial, se antepondr¨ªa al designio suarista de remitirse a unas nuevas elecciones, que la clase pol¨ªtica considera ahora nefastas.
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