Intensa actividad propagand¨ªstica oficial en la v¨ªspera del refer¨¦ndum uruguayo

El presidente uruguayo, Aparicio M¨¦ndez, de 76 a?os, cerr¨® a las nueve de la noche de ayer -una de la madrugada en Madrid- la campa?a oficial a favor de la Constituci¨®n -que ser¨¢ votada en refer¨¦ndum el domingo- con un mensaje radiotelevisado a todo el pa¨ªs. Ese mismo d¨ªa se le habla negado a la oposici¨®n el acceso a la peque?a pantalla y blancos y colorados tuvieron que limitarse a organizar un acto unitario por el no en el departamento de Florida.

Finalizaba as¨ª una campa?a que se ha caracterizado por el uso masivo de los medios de comunicaci¨®n por parte del Gobierno, mientras la oposici¨®n tenla que contentarse con la publicidad boca a boca.Aunque las peque?as dimensiones de este pa¨ªs, con una poblaci¨®n que no llega a los tres millones de habitantes permiten llegar personalmente a casi todo el mundo, no hay que desechar la eficacia de una propaganda avasalladora que durante m¨¢s de un mes ha dicho a los uruguayos que el voto negativo equivale a volver a la anarqu¨ªa que el 27 de junio de 1973 condujo a los militares al poder con el autogolpe del presidente Bordaberry.

La oposici¨®n se ha tenido que limitar entre tanto a los m¨ªtines en locales cerrados, aunque ha utilizado esta estrecha v¨ªa tan intensamente que en las ¨²ltimas cuatro semanas lleg¨® a promover m¨¢s de un centenar de actos en todo el pa¨ªs (la mayor¨ªa de ellos en poblaciones del interior). Resulta sintom¨¢tico que los partidarios del s¨ª no han convocado ning¨²n acto p¨²blico en Montevideo.

Pero, a diferencia de lo ocurrido en otros reg¨ªmenes de fuerza del Cono Sur en similares circunstancias -l¨¦ase Chile-, la oposici¨®n uruguaya tuvo alguna oportunidad, aunque fuera fugaz, de asomarse a la televisi¨®n con sus puntos de vista. Un debate celebrado en el canal 4, entre dos partidarios del s¨ª y otros dos del no, revel¨® de pronto a este pa¨ªs la personalidad de un pol¨ªtico colorado desconocido hasta hace s¨®lo un mes, el ex profesor Enrique Tarigo.

La proscripci¨®n de sus principales l¨ªderes, exiliados en su mayor¨ªa, ha obligado a los dos partidos tradicionales a inventar en pocas semanas figuras de repuesto que pudieran explicar al pa¨ªs con solvencia por qu¨¦ se hab¨ªan decidido a votar en contra de una Constituci¨®n. Este ha sido el caso de Enrique Tarigo, profesor dimitido de la universidad y periodista de vida azarosa en la oficializada Prensa uruguaya.

Frente a la invasi¨®n publicitaria favorable a la Constituci¨®n en radio, televisi¨®n y Prensa, por primera vez la corriente Batllista-colorada public¨® ayer en el peri¨®dico El D¨ªa un primer anuncio a doble p¨¢gina defendiendo el voto negativo.

Disparidad de medios

La desproporci¨®n propagand¨ªstica en medios de comunicaci¨®n no ha tenido, contra lo que pudiera pensarse, un reflejo exacto a nivel de calle, donde a¨²n hoy es m¨¢s f¨¢cil encontrar pegatinas por el no en los coches y donde las hojas volantes con este mismo signo disputan las aceras a las hojas oficialistas.Pese a la disparidad de medios, la campa?a concluye en cierto clima de incertidumbre, algo por lo dem¨¢s inusual en este tipo de convocatorias electorales. El d¨ªario oficialista El Pa¨ªs, publicaba ayer un ¨²ltimo sondeo de opini¨®n, seg¨²n el cual un 42% de los electores habr¨ªa decidido ya el voto afirmativo, un 34% habr¨ªa optado por el no y un 24% permanecer¨ªa a¨²n indeciso. El Instituto Gallup manifestaba d¨ªas atr¨¢s que una mayor¨ªa de estos indecisos de ¨²ltima hora podr¨ªan inclinarse por el voto en contra, ya que la indecisi¨®n se entiende aqu¨ª que puede ser en muchos casos un recurso para evitar un pronunciamiento p¨²blico en contra del texto constitucional.

El voto en Uruguay es obligatorio, pero se insiste en que ¨¦sta es una tradici¨®n del pa¨ªs, que no constituye ninguna innovaci¨®n. Fuentes opositoras han estimado, que cerca de mill¨®n y medio de uruguayos acudir¨¢n a las urnas, sobre un censo electoral de 1,9 millones. Quienes no puedan acreditar en el plazo de un mes un certificado m¨¦dico que justifique su abstenci¨®n van a exponerse a sanciones administrativas que van desde la retirada de pasaporte hasta la imposibilidad de cobrar pensiones de jubilaci¨®n o enfermedad. Se subraya que sanciones de esta ¨ªndole estaban contempladas en la legislaci¨®n anterior, aunque nunca hab¨ªan llegado a aplicarse con rigor.