Francia exige la identidad y las causas que motivaron la libertad de los detenidos
El atentado perpetrado el pasado domingo en el bar del hotel Hendayais por varios individuos es considerado por los franceses no como un ataque a los refugiados vascos, sino como una agresi¨®n a Francia. Buena prueba del inter¨¦s que los responsables del Quai d'Orsay mantienen en el caso es la presencia, junto aun importante grupo de alcaldes de la zona, del subprefecto de polic¨ªa de Bayona, Bernard Gerard, en los funerales oficiados el viernes por las dos v¨ªctimas del atentado. En medios pr¨®ximos a los refugiados vascos legales que residen en aquella zona, el miedo est¨¢ haciendo mella.
Una semana despu¨¦s de que dos personas disparan indiscriminadamente contra os treinta o cuarenta clientes que sobre las 18.45 horas del domingo se encontraban en el bar del hotel Hendayais, jugando al mus o viendo la televisi¨®n, Francia espera una respuesta oficial del Gobierno espa?ol sobre el penoso incidente ocurrido en el puente internacional de Santiago, en la frontera de Ir¨²n-Hendaya. La respuesta al incidente, seg¨²n los franceses, debe concretarse en dos puntos: desvelar la identidad de las tres personas que atravesaron de forma ilegal la frontera minutos despu¨¦s del atentado, al parecer en un coche con matr¨ªcula falsa y armados, as¨ª como, una explicaci¨®n de los motivos por los que las auloridades policiales espa?olas pusieron en libertad a los tres sospechosos.Un testigo presencial, que se encontraba en el Hendayais en el momento de comenzar el tiroteo, ha declarado que unos instantes antes de iniciarse la refriega entr¨® en el local una persona joven, que dio un vistazo general.
?El chico?, ha asegurado el testigo, ?entr¨®, mir¨® y pas¨® hasta el fondo del local, hasta donde yo me encontraba. Creo que se dio cuenta de que habl¨¢bamos en eusquera y pas¨® hasta la barra. Sin pedir nada se dio la vuelta, mir¨® de nuevo por un momento y sali¨®. Algunos nos quedamos un poco moscas y se coment¨® la cosa entre nosotros, pero sin darle mayor importancia. Despu¨¦s de salir este chico, al minuto y medio dos, llegaron dos personas y empezaron a tiros. En el momento en que pegaron a la puerta y la abrieron por completo, comenzaron a disparar postas. Primero fueron dos tiros muy secos, como de petardos; por un momento pens¨¦ que se trataba de eso, de petardos que tiraban algunos ni?os que se hallaban en el local. Nos volvimos hacia la puerta y vimos que entraban dos personas y segu¨ªan disparando, pero con metralleta. Empezamos a correr hasta la puerta lateral que da al pasillo; algunos entramos por all¨ª y otros se tiraron bajo las mesas. Unos pocos entraron hasta la cocina. En realidad lo que nos salv¨® a los que est¨¢bamos en el pasillo fue la gente que se encontraba jugando a las cartas, que, al estar un poco distra¨ªda, no tuvo tiempo para reaccionar inmediatamente ante lo que ocurr¨ªa. A esta gente es a la que le han llovido los tiros y fue un milagro que no hubiera m¨¢s muertos, porque dispararon muchas veces, apuntando perfectamente a la altura del tronco y de,la cabeza?.
Ayer, Hendaya estaba casi vac¨ªa. Un fuerte viento, con lluvia, nieve y granizo azot¨® la ciudad con insistencia. A mediod¨ªa, una aparatosa granizada dej¨® completamente vac¨ªa la plaza de la Libert¨¦, situada junto al hotel Hendayals. El propietario del bar, que mantiene desde el pasado domingo cerrado el establecimiento, no quiso hacer declaraciones a EL PA?S. ??Periodista? No, no. No quiero decir nada; bastante pas¨¦ el domingo y durante esta semana...
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