La Universidad de C¨®rdoba

Los abajo firmantes, profesores de la Universidad de C¨®rdoba, deseamos exponer ante la opini¨®n p¨²blica las siguientes consideraciones:En estos momentos, la mayor parte del profesorado de la universidad est¨¢ en r¨¦gimen de contrato (ayudantes y encargados de curso) o bien de interinidad (catedr¨¢ticos, agregados y adjuntos); el resto lo integra el profesorado numerario (que constituye el aut¨¦ntico funcionariado universitario, escalonado, al igual que el profesorado interino, en catedr¨¢ticos, agregados y adjuntos).

El profesorado no numerario sufre una situaci¨®n de inestabilidad laboral contradictoria con la legislaci¨®n general vigente en nuestro pa¨ªs y que ni siquiera afecta a todos los ministerios del Estado espa?ol, sino s¨®lo al de Educaci¨®n. Tal inestabilidad, proyectada sobre el profesorado interino, se concreta en la obligatoriedad de renovar el contrato cada a?o y en la posibilidad de quedar desplazado en cualquier momento por un profesor numerario; a esto hay que a?adir la circunstancia de que el desplazado no tiene derecho a reclamar el seguro de desempleo, aun cuando cotiza -como todo trabajador- las cuotas de la Seguridad Social.

Para los profesores contratados, la situaci¨®n se plasma en la duraci¨®n limitada de su contrato (m¨¢ximo de dos a?os, renovables por otros dos) sin que se les ofrezca tampoco un futuro estable. La gravedad de este caso se acent¨²a por el hecho de que el proyecto de ley de Autonom¨ªa Universitaria -recientemente discutido en la ponencia correspondiente del Parlamento- deja en el m¨¢s completo olvido a este sector del profesorado.

Con todo, los problemas de inseguridad laboral y de insuficiencia salarial no son sino el p¨¢lido reflejo de una universidad que no ha sabido todav¨ªa ponerse a la altura de la sociedad democr¨¢tica que estamos construyendo. Y es esa sociedad la que, en definitiva, deber¨¢ plantearse la cuesti¨®n de si le interesa mantener una instituci¨®n. que presenta claros s¨ªntomas de no cumplir el cometido que le ha sido encomendado. Es urgente un saneamiento de nuestra universidad a todos los niveles, mediante sistemas de control flexibles y eficaces.

Es obvio que los distintos Gobiernos de la UCD no han dado soluci¨®n a los problemas que hemos esbozado. Esperemos que el Parlamento modifique de manera fundamental la ley de Autonom¨ªa Universitaria, de suerte que poda-

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mos al fin encaminarnos hacia la universidad que nuestro tiempo y nuestra sociedad requieren./ y 81 firmas m¨¢s.