El escritor y diplomatico franc¨¦s, Romain Gary se suicid¨® anoche
Hace un a?o muri¨® su ex mujer, Jean Seberg, en circunstancias extra?as
Romain Gary, el novelista y diplom¨¢tico franc¨¦s, autor de Las ra¨ªces del cielo, se suicid¨® anoche, a los 66 a?os, dispar¨¢ndose un tiro en la cabeza. La que fue su mujer, la actriz americana Jean Seberg, muri¨® tambi¨¦n tr¨¢gicamente en septiembre de 1979. A ¨²ltima hora ya, al conocer la noticia, el ministro franc¨¦s de la Cultura, Jean Philippe Lecat, se manifest¨® inmediatamente para celebrar la memoria del ?gran escritor que ha marcado nuestra ¨¦poca?.
Desde hace ya varios a?os, en Saint Germain des Pr¨¨s, en las inmediaciones de la ¨²ltima morada del que fue su colega, tambi¨¦n suicida, Henry de Montherlant, no era dif¨ªcil encontrar a Gary, a media ma?ana, por los alrededores de su domicilio de la Rue du Bac, comprando tabaco en un bar o su baguette (el cl¨¢sico pan franc¨¦s) en una panader¨ªa.La tragedia de la ¨²ltima etapa de su vida la llevaba en el rostro, que un conocido suyo sancion¨® no hace mucho como ?un mapa bello de bondad y de tormentas?.
En septiembre de 1979, la que hab¨ªa sido su mujer, la actriz Jean Seberg, apareci¨® envuelta en una manta, muerta, en un coche abandonado, desde hac¨ªa varios d¨ªas, en una calle parisiense., El drama se certific¨® como un suicidio, pero a¨²n no se ha dilucidado en qu¨¦ medida su ¨²ltimo compa?ero un presunto actor joven, particip¨® en el desenlace fat¨ªdico. Gary y el hijo que hab¨ªa tenido con Jean Seberg defendieron p¨²blicamente la memoria de est¨¢ ¨²ltima de sospechas que probablemente ser¨¢n para siempre una interrogaci¨®n.
Tras una apasionada uni¨®n con la actriz, Gary hab¨ªa declarado un d¨ªa: ?Lo normal es que nos separemos porque yo ya no puedo satisfacerla?.
Un ruso con la Legi¨®n de Honor
Romain Gary naci¨® en Lituania en 1914. Sigui¨® a su familia a Polonia y despu¨¦s, ya residente en Francia, fue combatiente contra el nazismo, y en 1945 entr¨® en la carrera diplom¨¢tica. Este mismo a?o public¨® Educaci¨®n europea (evocaci¨®n de la resistencia polaca al nazismo), pero la obra que lo hizo realmente c¨¦lebre fue Las ra¨ªces del cielo, premiada con el Goncourt y en la que sus personajes son desperdicios que buscan la fraternidad, la amistad,Esta ¨²ltima obra citada, convertida en pel¨ªcula de ¨¦xito tambi¨¦n, de igual manera que Promesas del alba (autobiogr¨¢fica), Los colores del d¨ªa, Perro blanco, o sus obras de teatro, respiran un cierto moralismo y la b¨²squeda de un humanismo, que Gary resumi¨® en una frase definitiva al confesar que todo lo que escrib¨ªa era debido a ?una necesidad de creer en algo?. Tambi¨¦n se interes¨® por el cine, para el que escribi¨® y realiz¨® Los p¨¢jaros van a morir al Per¨².
Escritor sobre todo, tambi¨¦n fue diplom¨¢tico hombre de acci¨®n. El d¨ªa del ertierro del general Charles de Gaulle, apareci¨® vestido de uniforme y luciendo la Legi¨®n de Honor: no sin sorpresa por parte de quienes no sab¨ªan que era ¨ªntimo amigo de Andr¨¦ Malraux y que pertenec¨ªa a los compa?eros gaullistas de la liberaci¨®n.
Aunque era ruso de origen, se sent¨ªa franc¨¦s por los cuatro costados. Anoche, un amigo suyo, tras evocar al escritor, exalt¨® el amor por su madre como una de las constantes de su vida y de su obra. Y se estremeci¨® al recordar que su hijo, de quince a?os actualmente, ?desde hoy es hu¨¦rfano de padres suicidas?.
Gary, al lado de este hijo, tras el misterioso suicidio de la que fue su mujer, se empe?¨® en una investigaci¨®n p¨²blica en la que al FBI norteamericano, de ser ciertas sus sospechas, le corresponder¨ªa una participaci¨®n nunca clarificada. Pero los escollos de esa encuesta dramatizaron los ¨²ltimos meses de su existencia hasta el desesperado final consumado ayer.
Para sus contempor¨¢neos, Gary habr¨¢ sido, sobre todo en la historia de la literatura francesa, el escritor de un p¨²blico fijo, que esperaba sus libros, f¨¢ciles de leer y cargados de humanidad vivida. El, mejor que nadie, defini¨® la especie de populismo sensual con el que llegaba al lector y que, al mismo tiempo, valora su obra: ?Lo que pretendo es disputarles a los dioses absurdos y borrachos de su poder la posesi¨®n del mundo, para devolverles la tierra a quienes la llenan con su valor y con su amor?.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.