Conferencia de Areilza sobre la biograf¨ªa del Mara?on exiliado

Rehacer la vida a los cincuenta a?os no es una tarea f¨¢cil y, por supuesto, no lo era en 1936 para Gregorio Mara?¨®n, pensador y, m¨¦dico, obligado por la situaci¨®n espa?ola de entonces a exiliarse en Par¨ªs, donde vivi¨®, trasterrado, hasta 1942. Desde esa premisa parti¨® anoche la conferencia que Jos¨¦ Mar¨ªa de Areilza, pol¨ªtico y, escritor, pronunci¨®, en franc¨¦s, en el Instituto Franc¨¦s, de Madrid, en un acto organizado en honor de Mara?¨®n con motivo de celebrarse este a?o el XX aniversario del fallecimiento del autor de Amiel.Aunque la acogida que se dio a Mara?¨®n en Par¨ªs fue extraordinaria, dijo Areilza, y aunque Par¨ªs es una gran ciudad, no hay que olvidar, como dijo V¨ªctor Hugo, que ?no hay ning¨²n exilio bueno por que se trata m¨¢s de una cosa material que de una situaci¨®n moral?. Desde esa perspectiva relat¨® el conferenciante la vida cotidiana, de trabajo y de investigaci¨®n, de Gregorio Mara?¨®n, que en esa etapa de seis a?os escribi¨® dos o tres de sus grandes libros, como Manual de diagn¨®stico etiol¨®gico, Tiberio y Antonio P¨¦rez.

Se detuvo Areilza en su conferencia en el an¨¢lisis de la investigaci¨®n llevada a cabo por Mara?¨®n en los archivos de la polic¨ªa francesa para obtener una riqu¨ªsima documentaci¨®n sobre los exiliados y emigrantes espa?oles a Francia desde que se produjo la primera de esas emigraciones, que fue la de los jud¨ªos expulsados de Espa?a y que en el vecino pa¨ªs encontraron su segunda patria.

Tomando como referencia los estudios realizados por Mara?¨®n acerca de aquellas emigraciones, Areilza analiz¨® la contribuci¨®n que los espa?oles han hecho a la mentalidad de Francia, desde entonces hasta nuestros d¨ªas.