Acuerdo entre la RDA y Checoslovaquia para facilitar el tr¨¢nsito fronterizo

Mientras el jefe del Gobierno de la Rep¨²blica Democr¨¢tica Alemana, Willi Stopli, firmaba ayer en Praga, tras dos d¨ªas de negociaciones, un acuerdo con Checoslovaquia sobre una mayor permeabilidad de la frontera entre los dos pa¨ªses en ambas direcciones, representantes del propio Gobierno germano-oriental y funcionarios de Bonn emprend¨ªan en Fulda una nueva serie, la 54, de negociaciones bilaterales sobre problemas fronterizos.Un mes y una semana despu¨¦s de que la RDA pusiese en pr¨¢ctica las primeras medidas formales para restringir el tr¨¢fico de personas; entre Polonia y Alemania Oriental, Berl¨ªn Este busca normalizar la situaci¨®n fronteriza con el Estado alem¨¢n occidental y ?suplir? la ausencia de polacos con la presencia de checoslovacos, como medio de evitar el problema del aislamiento, que para los alemanes del Este tiene un sentido especialmente terror¨ªfico, tras largos a?os de lucha por conseguir un reconocimiento internacional.

La decisi¨®n sovi¨¦tica de ?militarizar? por una semana la frontera del Oder con Polonia ha tenido un efecto sensible en la RDA: la entrada de ciudadanos polacos ha quedado, de hecho, reducida a cero. Por lo dem¨¢s, en la RDA se desminti¨® ayer que se hubiesen anulado los permisos a los soldados del Ej¨¦rcito Popular Nacional, mientras que los aliados occidentales confirmaban la plena quietud de la zona y afirmaban que no se hab¨ªan observado importantes movimientos de tropas en la frontera germano-polaca.

Bonn sigue con gran tensi¨®n el desarrollo de los acontecimientos polacos y parece dispuesto a movilizar de nuevo las negociaciones con Berl¨ªn Oriental; incluso, seg¨²n parece, estar¨ªa abierto a resolver un antiguo contencioso con la RDA por 94 kil¨®metros de cauce del r¨ªo Elba, entre Schnackenburg y Lauenburg, que Alemania Oriental desea como frontera estable.

Hasta ahora Bonn alega a su favor que en esta zona patrullaban los brit¨¢nicos al finalizar la guerra y no los sovi¨¦ticos, criterio

Estabilizar la zona

que entonces se aplic¨® para fijar la demarcaci¨®n entre los dos Estados alemanes. Superar en estos momentos las diferencias interalemanas, se piensa en Bonn, es una aportaci¨®n a la estabilizaci¨®n de Europa oriental.

En general, en la RFA no se cree que en las actuales circunstancias vaya a producirse una intervenci¨®n armada sovi¨¦tica contra Polonia. El canciller Helmut Schmidt observ¨® ayer, en unas declaraciones, que ?una intervenci¨®n as¨ª cambiar¨ªa el mundo?.

A juzgar por informaciones llegadas a Occidente desde los pa¨ªses orientales, la tensi¨®n es mayor en la Europa del Este: Hungr¨ªa recomienda insistentemente moderaci¨®n a los polacos. Alemania Oriental procedi¨® ayer a un cambio en la titularidad de su embajada en Varsovia: tras siete a?os al frente de la representaci¨®n de la RDA en la capital polaca, ha regresado a Berl¨ªn el embajador Sieber, y a¨²n no se ha dado a conocer el nombre de su sucesor.

Los observadores occidentales insisten en el car¨¢cter inesperado del viaje de Willi Stoph a Praga (concluido con un comunicado en el que se expresa el convencimiento de que Polonia superar¨¢ por s¨ª misma su cr¨ªtica situaci¨®n actual), de la reuni¨®n del Comit¨¦ Central del Partido Comunista h¨²ngaro y de la visita a Mosc¨² del ministro rumano de Asuntos Exteriores, Stefan Andrei, todo ello en los dos d¨ªas ¨²ltimos.