Silencio sobre las elecciones sindicales
EL PASADO 30 de noviembre deber¨ªa haber concluido en teor¨ªa el per¨ªodo electoral sindical, que adopt¨® con efectos retroactivos como fecha de comienzo el pasado 15 de marzo, momento en el que entr¨® en vigor el Estatuto de los Trabajadores, y que fue acelerado y generalizado a partir del 15 de octubre. Aunque las propias centrales sindicales mayoritarias fijaron, de acuerdo con la Administraci¨®n y con la CEOE, ese marco temporal, hay suficientes indicios para suponer que el plazo va a ser ampliado con prop¨®sitos nada claros.La normativa electoral dictada por el Ministerio de Trabajo el pasado verano que dej¨® insatisfechas a todas las centrales, estableci¨® la fecha de 31 de diciembre como tope m¨¢ximo para la recepci¨®n por el Instituto de Mediaci¨®n, Arbitraje y Conciliaci¨®n (IMAC) -organismo aut¨®nomo del Ministerio de Trabajo- de las actas con los resultados finales, a fin de calcular la representatividad exigida a cada central para participar en organismos institucionales. Sin embargo, esa disposici¨®n nada dec¨ªa de la fecha tope para homologar los resultados electorales a efectos de determinar la representatividad sindical en las negociaciones colectivas, finalidad que constituye el objetivo fundamental de los comicios.
Hasta el momento han sido elegidos s¨®lo unos 90.000 delegados de los 175.000 que previsiblemente tendr¨ªan que salir de las urnas. Los comicios sindicales amenazan con prolongarse hasta bien entrado 1981. La central sindical hasta ahora mayoritaria, Comisiones Obreras, no parece demasiado preocupada por esta inusual pr¨®rroga ni tener excesiva prisa en que los resultados electorales al 30 de noviembre, que casi con toda seguridad la proclamar¨¢n ganadora, sean oficialmente contabilizados por el IMAC para determinar la representatividad en la negociaci¨®n colectiva. La raz¨®n es que Comisiones Obreras, marginada en los convenios colectivos de duraci¨®n bianual, que fueron suscritos entre la CEOE y UGT al amparo del acuerdo-marco, y que no vencer¨¢n hasta mediados o finales de 1981, no tiene ninguna prisa en una homologaci¨®n de la representatividad, de la que no podr¨¢ hacer uso pr¨¢ctico hasta la nueva discusi¨®n de los convenios. De esta forma, la posibilidad de alargar los flecos de las elecciones sindicales incluso hasta el verano de 1981 est¨¢ claramente sobre el tapete.
El Gobierno, por su parte, est¨¢ apostando de forma cada, vez m¨¢s resuelta e irreversible por la consolidaci¨®n de la Uni¨®n Sindical Obrera (USO). El proyecto de que USO mantenga con UCD relaciones semejantes a las que vinculan a CC OO con el PCE y a UGT con el PSOE ha sido largamente acariciado desde hace tiempo por medios oficiales, pero s¨®lo ahora el tacto de codos comienza a ser sustituido por una formulaci¨®n clara de esos nexos. La circunstancia de que el electorado del centro es en ciertamedida tambi¨¦n interclasista y la creciente importancia del sector terciario en la estructura social espa?ola confieren a esa tentativa ciertos visos de posibilidad. Se puede atacar o defender esa opci¨®n, bautizarla de amarilla o reivindicar el derecho de libre sindicaci¨®n bajo el amparo centrista. Pero lo que no resulta admisible es que el Gobierno utilice el aparato estatal y el dinero de los contribuyentes para propiciar, con grave deterioro para los intereses colectivos, ese lanzamiento de USO.
La prolongaci¨®n de hecho del proceso electoral y el silencio sobre la homologaci¨®n oficial de los resultados ya obtenidos coinciden con el dato de que, hasta el presente, USO no parece capaz de alcanzar ese 10% m¨ªnimo que da derecho a figurar como interlocutor en la negociaci¨®n colectiva. La tradicional inoperancia de anteriores ministros de Trabajo queda ennoblecida cuando se compara su gesti¨®n con la de F¨¦lix P¨¦rez Miyares, y tal vez se deba esto a las muchas preocupaciones y disgustos que le dan sus responsabilidades como presidente de la UCD de Andaluc¨ªa. Sin embargo, el absentismo del ministro de Trabajo y la incompetencia del IMAC no pueden explicar, por s¨ª solos, el incumplimiento de los plazos electorales. La tierra prometida del 10% de representatividad para uso y la imposibilidad de alcanzarla con los datos del 30 de noviembre son un factor presumiblemente m¨¢s poderoso para explicar ese indefinido arrastramiento de los comicios.
UGT es una de las partes perjudicadas por la inconclusa campa?a. Aunque los datos m¨¢s fiables la sit¨²an a¨²n tres puntos detr¨¢s de CC OO, ha visto incrementada su representatividad en un 10%, lo que constituye una victoria tras los considerables riesgos que la central socialista asumi¨® al votar afirmativamente el Estatuto de los Trabajadores y suscribir el acuerdo-marco. La prolongaci¨®n de la campa?a electoral perjudica a la central socialista, que encuentra la gran parte de sus votos entre los trabajadores no afiliados, cantera precisamente que USO trata ahora de explotar. En resumen: el marco entero de las relaciones laborales, tan necesitado de claridad y consolidaci¨®n y tan necesario para afrontar la crisis econ¨®mica, queda gravemente da?ado por esa pol¨ªtica gubernamental de imprecisiones, indefiniciones y silencios. La apuesta de UCD por una tercera v¨ªa sindical a la que pueda controlar o mediatizar no puede tener como precio una pol¨ªtica obstruccionista que impida, entre otras cosas, que sigamos sin conocer con exactitud el respaldo con el que cuentan las centrales sindicales.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
?Tienes una suscripci¨®n de empresa? Accede aqu¨ª para contratar m¨¢s cuentas.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.