Costumbres
Distintos pa¨ªses disfrutan y se responsabilizan de un determinado tipo de costumbres debido a que ¨¦stas se desarrollan nutri¨¦ndose de la idiosincrasia que corresponde a cada uno de estos pa¨ªses.Bas¨¢ndonos en esta sencilla regla, nos atrevemos a se?alar nuestra inquietud por la facilidad con que venimos aceptando, m¨¢s o menos alegremente, costumbres de pa¨ªses marcadamente por debajo de nuestro nivel cultural y tan ajenos a nuestra historia como pueden estarlo los polinesios de los argentinos.
Con asombro observamos que nuestra preferencia hacia costumbres ?adoptadas? va en aumento, mientras que nuestros propios ?hijos leg¨ªtimos? son, con rapidez vertiginosa, arrojados de nuestras casas y nuestros corazones.
Espa?a ha sido, y creemos sigue siendo, famosa por su incomparable hospitalidad hacia sus m¨²ltiples invitados y visitantes, trashumantes unos, residentes, m¨¢s o menos permanentes, otros. Admiramos y aplaudimos sinceramente dicha virtud, pero al mismo tiempo hacemos hincapi¨¦ en el hecho de que, por abusar de nuestra hospitalidad, lleguemos en corto plazo a relegar nuestras propias costumbres como antiguas y desfasadas a favor de otras extranjeras que, si bien son agradables de conocer y tan respetables coino las nuestras, no dejan de ser ?extranjeras? y, por tanto, ?no espa?olas?.
Volviendo a nuestra regla, sobre la cual basamos nuestro comentario, estimamos que, si las cosas contin¨²an como hasta ahora, llegar¨ªamos a sustituir la idiosincrasia por la ?idiosincrasia?, que es lo mismo que cambiar el oro por baratijas, acci¨®n que creemos, o tenemos, se ha empleado siempre para ?tratar con los indios? cuando se iba en plan de conquista por esos
Pasa a p¨¢gina 12
Viene de p¨¢gina 11
mundos de Dios, de los cuales la mitad lleg¨® a ser nuestra.
Nos referimos en particular al publicitario Papa Noel, que se asoma cada vez con mayor asiduidad por la familiar¨ªsima ventana de la tele, y que tambi¨¦n aparece de cuando en cuando en algunos medios de la Prensa para desearnos felices fiestas, y al cual, cada vez que aparece, nos dan ganas de preguntarle: ?Do you speak english??. Y se?alarle amablemente la ruta hacia alg¨²n apartotel costero para que disfrute sus vacaciones y se vuelva despu¨¦s a su pa¨ªs de origen hasta el a?o que viene./
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
?Tienes una suscripci¨®n de empresa? Accede aqu¨ª para contratar m¨¢s cuentas.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.