Las refiner¨ªas han financiado en 150.000 millones de pesetas las compras de crudo desde 1976
Representantes de las distintas refiner¨ªas espa?olas propugnaron ayer, en un almuerzo informativo, la desaparici¨®n del denominado ?efecto pist¨®n? (diferencia del precio del crudo entre el momento en que se compra y aquel en que se cobra de Campsa, tres meses despu¨¦s), que desde 1976 ha supuesto unos 150.000 millones de pesetas, que han tenido que financiar las propias refiner¨ªas.
Los mencionados directivos se refirieron tambi¨¦n a la deuda de Campsa a las refiner¨ªas, que ellos eval¨²an en 84.000 millones de pesetas, y a las negociaciones en curso para que se les liquiden estas cantidades y para elaborar otra f¨®rmula que se ajuste m¨¢s a la realidad en la fijaci¨®n de los precios. Insistieron, en contra de lo afirmado en fechas anteriores por fuentes pr¨®ximas al monopolio, en que las refiner¨ªas tienen suficiente dimensi¨®n econ¨®mica (?la prueba est¨¢ en que hemos podido soportar el ?efecto pist¨®n?) y no han fallado en el abastecimiento de carburantes al pa¨ªs y lo han hecho a unos costes CIF (precio del Producto en punto de destino), de importaci¨®n de crudos que se encuentran entre los m¨¢s bajos del mundo.La reclamaci¨®n de las refiner¨ªas a Campsa se reparte en 24.000 millones de pesetas, correspondientes a atrasos de 1979, que ten¨ªan que haber liquidado en agosto pasado, 20.000 millones m¨¢s por los tres primeros trimestres de 1980, y otros 40.000 millones por el denominado ?efecto pist¨®n? en 1980. Sobre la liquidaci¨®n de 1979 se vuelven a iniciar negociaciones la semana pr¨®xima; tal vez por ello los representantes de las refiner¨ªas insistieron en varias ocasiones en que la culpa de esta situaci¨®n no era de Campsa, sino de instancias superiores a Campsa.
En estos momentos, seg¨²n explicaron, el crudo comprado lo pagan las refiner¨ªas al productor a los treinta d¨ªas -per¨ªodo medio de transporte por barco del crudo-; en las refiner¨ªas, el crudo -en funci¨®n de las reservas obligatorias- permanece como m¨ªnimo sesenta d¨ªas antes de ser entregado a Campsa, y ¨¦sta abona las cantidades recibidas veinte o veinti¨²n d¨ªas despu¨¦s a las refiner¨ªas. A todo ello hay que a?adir que los precios repercuten tres meses despu¨¦s de producirse las alzas. As¨ª, la subida de los crudos el 1 de enero de 1979 repercuti¨® sobre los consumidores el 8 de enero, pero a las refiner¨ªas no se les abona estas subidas -aunque est¨¦n adquiriendo ya crudo a los nuevos precios-, hasta el 1 de abril. La financiaci¨®n de este desfase exige a las refiner¨ªas acudir a cr¨¦ditos exteriores, y condiciona sus posibilidades de inversi¨®n.
Toda esta situaci¨®n se produce al seguir utilizando una f¨®rmula de precios concertada en 1971, cuando el mercado de crudos era muy diferente al actual y las incertidumbres sobre incrementos de los pa¨ªses productores o sobre suministros eran muy peque?as. De ah¨ª la necesidad de negociar una nueva f¨®rmula y la pretensi¨®n de las refiner¨ªas para que el ?efecto pist¨®n? desaparezca.
De cara a la adhesi¨®n de Espa?a a la CEE, y tras advertir que las refiner¨ªas no propician el desmantelamiento de Campsa, los representantes de las nueve principales se manifestaron a favor de que se les autorizase a comercializar sus productos.
El precio medio pagado por las importaciones de 1980 est¨¢ en 31,10 d¨®lares barril, y ha subido de momento a 32,50 para las compras actuales. Asimismo ratificaron la impresi¨®n, ya expresada en d¨ªas anteriores (v¨¦ase EL PAIS de 5 de diciembre), de que en las pr¨®ximas semanas podr¨ªa producirse un aumento de productos petrol¨ªferos en Espa?a.
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