John Lennon
?S¨ª. No creo en los Beatles. Fue un sue?o. Yo no creo ya en el sue?o?. dec¨ªa John Lennon en 1971, en su libro Lennon recuerda. Ahora ya no se puede creer en los futuros Beatles. John Lennon est¨¢ muerto y se ha llevado consigo a la tumba aquella peque?a esperanza que todos ten¨ªamos todav¨ªa de una reuni¨®n. Ahora es imposible. Un man¨ªaco, un loco, un perturbado mental, en realidad no existe calificativo, lo ha hecho realidad, ha acabado con la vida de John reci¨¦n entrado en la cuarentena.Fue un luchador constante, polifac¨¦tico e iriconformista. Luch¨® contra McCartney y Eastman, sus campa?as pacifistas, la defensa de los derechos humanos, su exposici¨®n de dibujos obscenos en la Galer¨ªa de Londres, sus libros, sus pel¨ªculas, sus protestas contra Vietnam (devolvi¨® la medalla de la Orden del Imperio Brit¨¢nico envuelta en una tira de papel higi¨¦nico), sus reproches a la sociedad, su denuncia al Maliarishi en Sexi sadie, su m¨²sica vanguardista al final de los sesenta... ; era toda una fuente de creaci¨®n, aunque se aburr¨ªa en seguida de las cosas. Era duro, muy duro, porque le dol¨ªa mucho que sus compa?eros, excepto Ringo, humillaran a Yoko y, as¨ª, a ¨¦l mismo. Ve¨ªa la vida natural, espont¨¢nea, real; no pod¨ªa enga?ar a nadie, porque, en el fondo, se sent¨ªa enga?ado; era un tipo sincero, como en Help, era un ?macarra?, pero duro, muy duro. Admiraba a Elvis, pero ¨¦l, y los dem¨¢s, quer¨ªan ser m¨¢s que Elvis; era ingenuo en In his own ivrite. Experiment¨® el Prismal, llam¨® a Dylan, Zimmerman, porque era su verdadero nombre; desde luego, no era el Mr Kite, y parodi¨® al blues en Yer blues. Crey¨® en la sensatez de Allen Klein para reorientar el grupo, pero McCartney se enrabiet¨® y prefer¨ªa a Eastman. Fue ir¨®nico con Paul (in Glass onion, como diciendo que la fama se la pod¨ªa quedar, que ¨¦l ya ten¨ªa bastante con Yoko. Escribi¨® la canci¨®n Give peace a chance, en conmemoraci¨®n de la manifestaci¨®n del Memoratium Day, en Washington, y la muerte de su madre no se la pudo quitar nunca de la cabeza. Su t¨ªa, Mimmy, pensar¨¢ que las locuras de John eran muy atrevidas, pero quiz¨¢ nunca comprendi¨® que las patillas las llevaba ya ¨¦l desde los catorce a?os.
La muerte le esper¨® en el portal de su apartamento, y le llev¨® con su madre. Ahora est¨¢ muerto y con ¨¦l han muerto los Beatles de verdad. Sirva desde aqu¨ª este peque?o homenaje a John Ono Lennon en su recuerdo de todos aquellos que se sienten identificados con ¨¦l, y que con su muerte algo se nos muere. Descanse en paz./
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