Un madrile?o quiere completar la serie de 80.000 d¨¦cimos

Miguel Montero se ha dado a conocer en Madrid y, en parte, en toda Espa?a, por ser el autor de una idea original que lleva desarrollando con paciencia desde hace cinco a?os: coleccionar todos los n¨²meros de billetes de loter¨ªa, desde el 00000 hasta el 80000. Por ahora, s¨®lo ha conseguido reunir 72.000 d¨¦cimos diferentes, y cuando complete la colecci¨®n la donar¨¢ a Unicef para que esta organizaci¨®n la subaste entre los coleccionistas y pueda aplicar los beneficios obtenidos a mejorar la condici¨®n de los ni?os necesitados.Miguel Montero Rodrigo se ha tomado tan en serio su iniciativa, que en su tarjeta de visita, en el espacio habitualmente destinado a se?alar la profesi¨®n, ha puesto: ?Coleccionista de d¨¦cimos de loter¨ªa para Unicef?. Sin embargo, para ganarse la vida tiene que recurrir a otro trabajo, que tambi¨¦n est¨¢ relacionado con el cuidado de las personas. Es celador en un hospital de la Seguridad Social.

Miguel Montero es madrile?o y est¨¢ casado con otra madrile?a Aurora Barrionuevo, con la que habita un piso en la calle de Sarri¨¢, 33, en el barrio del Pilar. No tienen hijos. En 1975, debido a una grave enfermedad de su mujer que origin¨® muchos gastos, tuvo que ven der su colecci¨®n de sellos, y enton ces se le ocurri¨® la idea de coleccionar d¨¦cimos de loter¨ªa que, seg¨²n ¨¦l mismo dice, tienen tambi¨¦n una gran belleza crom¨¢tica y son interesantes para los aficionados a reunir motivos de todo tipo.

Pregunta. A usted parece gustarle todo lo relacionado con la loter¨ªa y el coleccionismo. ?C¨®mo surgi¨® la idea de los d¨¦cimos?

Respuesta. S¨ª, siempre me ha gustado. Desde peque?o coleccionaba cromos y llaveros, y luego monedas y billetes, y sellos. Al mismo tiempo, soy un gran aficionado a los juegos de azar, y a la loter¨ªa en particular. Lo que ocurre es que nunca he conseguido completar ninguna colecci¨®n, y tampoco nunca me ha tocado la loter¨ªa (he tenido m¨¢s suerte en las quinielas). Cuando tuve que vender mis sellos, se me ocurri¨® la idea de reunir d¨¦cimos, del 00000 al 80000, sin tener en cuenta el a?o, claro. Fue m¨¢s tarde que pens¨¦ en donar la colecci¨®n a una entidad ben¨¦fica. Y creo que puede tener bastante valor, puesto que en toda la serie de n¨²meros hay muchos capic¨²as, muchos otros que los cinco d¨ªgitos son los mismos, como el 77777, por ejemplo, aparte de su inter¨¦s como colecci¨®n en s¨ª. En pocos meses reun¨ª 20.000 d¨¦cimos, y ya tengo 72.000, pero la b¨²squeda de los que me faltan es cada vez m¨¢s dif¨ªcil, y por eso quiero hacer un llamamiento a todos los restantes coleccionistas, o a los abonados a un mismo n¨²mero desde siempre, o a las personas de otras provincias que compran d¨¦cimos en Madrid, porque es posible que ellos guarden los que me faltan.

Como todos los entregados a una afici¨®n, ¨¦sta toma a veces ribetes m¨¢gicos, y as¨ª, el se?or Montero so?¨® hace unos d¨ªas que el gordo caer¨ªa este a?o en 2, ?que hace m¨¢s de cincuenta a?os que no ocurre?, y, por supuesto, el d¨¦cimo que ha comprado termina en tal n¨²mero. De todas formas, he comprado muy poco, porque los porcentajes que se llevan los vendedores me parecen ya un poco abusivos?.

Y como buen aficionado, cualquier momento es bueno para recoger ejemplares. El se?or Montero recorre en su tiempo libre las administraciones de loter¨ªa, donde muchas personas dejan los decimos no premiados, precisamente porque saben que siempre habr¨¢ un coleccionista que se los lleve y pide sus d¨¦cimos a la gente que va en el autob¨²s y le reconoce, o echa un vistazo en las papeleras.