Zarzuelilla
Como una zarzuelilla de bolsillo, como un breve cuento p¨ªcaro que no excluye a los menores -es infantil-, La molinera de Arcos, de Alejandro Casona, aparece en el Centro Cultural de la Villa de Madrid en la fecha que antes se reservaba para los espect¨¢culos suaves y un poco tontos: en las Navidades. Teatro de Pascuas.Es la vieja historia del viejo poderoso y la moza llamativa y honesta, y del castigo sufrido por el rico; aparece continuamente en la literatura espa?ola, en todas sus acepciones (en el fondo, El alcalde de Zalamea y Fuenteovejuna son la misma cosa, aunque elevadas a otro nivel de tensi¨®n dram¨¢tica), probablemente porque el caso no dej¨® de repetirse (aunque probablemente con otros resultados) en la vida real.
La molinera de Arcos,
de Alejandro Casona. Int¨¦rpretes: Emilia Rubio, Maruja Recio, Francisca N¨²?ez, Luisa de C¨®rdoba, Luis Escobar, Miguel Foronda, Victoria Lusson, Jos¨¦ Sancho, Juan Antonio Lebrero, Avelino C¨¢novas, Juan Guis¨¢n, Concha Rabal, Paco Torres, Jos¨¦ Mar¨ªa S¨¢nchez, Angel Garc¨ªa. M¨²sica de Jos¨¦ Tejera, con orquesta de seis profesores. Coreograf¨ªa de Alberto Portillo, con "ballet" de seis bailarines. Direcci¨®n de Jos¨¦ Osuna.Centro Cultural de la Villa de Madrid. Estreno: 19 de noviembre de 1980.
Casona, maestro de escuela, gustaba de reescribir esos cuentos antiguos, quiz¨¢ con un af¨¢n did¨¢ctico o escolar. El estilo de su Molinera es el de la farsa con todos los materiales de la commedia dell'arte (que en punto a viejos verdes y mozas frescachonas tiene un amplio repertorio, aunque menos moralista que el espa?ol); y la tendencia a los arquetipos propia de las marionetas.
La versi¨®n, el espect¨¢culo de Jos¨¦ Osuna, mantiene todo ese sentido; se desarrolla en un de corado limpio y bonito de Cidr¨®n, de quien son tambi¨¦n los adecuados figurines; con una m¨²sica de circunstancias escrita por Jos¨¦ Tajera -y, por fortuna, interpretada directamente, en grabaci¨®n- que cantan, como pueden los actores: Victoria Lusson, claro, con m¨¢s oficio y m¨¢s posibilidades.
Escobar, actor c¨®mico
La interpretaci¨®n responde a la ingenuidad del prop¨®sito: no puede -ni quiz¨¢ deba- rehuir el tonillo del cuento. En ella, una an¨¦cdota: la aparici¨®n de Luis Escobar como actor c¨®mico. Se le ve con simpat¨ªa (y a veces produce excelentes destellos), recordando su gran historial de director y de creador de buen teatro; pero no pasa de la an¨¦cdota.La obra no da para m¨¢s. El conjunto es alegre, f¨¢cil, y queda en una median¨ªa sin mucho inter¨¦s, aunque el p¨²blico pareci¨® muy complacido.
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