Fuerzas especiales sofocan el mot¨ªn de la c¨¢rcel italiana de Trani
La irrupci¨®n conjunta de las fuerzas especiales de la polic¨ªa y los carabineros puso fin, a las 18.30 horas de ayer, el mot¨ªn iniciado el domingo en la c¨¢rcel de m¨¢xima seguridad de Trani, en la regi¨®n italiana de Puglia, por setenta presos terroristas que se hab¨ªan hecho con dieciocho rehenes.
El balance de la operaci¨®n ordenada directamente por el ministro de Justicia, fue de veinti¨²n heridos, la mayor¨ªa de ellos guardianes de la prisi¨®n. En el preciso instante en que dos helic¨®pteros de las fuerzas especiales aterrizaban en las terrazas de la c¨¢rcel, un nuevo comunicado de las Brigadas Rojas amenazaba con represalias -concretamente, contra el magistrado que mantienen secuestrado desde hace dieciocho d¨ªas- en caso de que el Estado interviniera contra los amotinados de Trani.El mot¨ªn comenz¨® cuando cuarenta de los setenta detenidos aprovecharon la hora del recreo para hacer estallar una bomba camuflada en una peque?a cafetera.
Entre los detenidos de la secci¨®n especial de Trani figuran el famoso intelectual marxista Toni Negri, acusado de ser el ide¨®logo de las Brigadas Rojas, y con ¨¦l otros intelectuales tambi¨¦n acusados de subversi¨®n contra el Estado, como Ferrari Bravo y Giuliana Nari. Pero tanto el ministro de Defensa, Lagorio, como los dos diputados (un socialista y un socialdem¨®crata) que se entrevistaron con los amotinados afirmaron que Negri no hab¨ªa sido el cabecilla de la rebeli¨®n.
La delegaci¨®n parlamentaria dialog¨® con los terroristas Piccioni y Seghetti, quienes les hicieron entrega de dos comunicados. En uno de ellos se afirmaba que ten¨ªan en sus manos diecinueve rehenes: ?dieciocho dentro y uno fuera?, refiri¨¦ndose al magistrado Giovanni D'Urso, secuestrado por las Brigadas Rojas hace dieciocho d¨ªas. En el segundo ped¨ªan, como condici¨®n para liberar a los dieciocho guardias, que se revocara el decreto por el que se crearon las c¨¢rceles especiales para los acusados de violencia terrorista y que se aboliera la ley que permite actualmente la ?detenci¨®n preventiva?.
Pero minutos despu¨¦s de entregar este comunicado, las fuerzas del orden entraron por sorpresa en el recinto carcelario por orden del ministro de Justicia, el democristiano Sarti. Fue una operaci¨®n que dur¨® un par de horas. Polic¨ªa y carabineros aterrizaron con dos helic¨®pteros AB 205 y AB 206 en las terrazas de la c¨¢rcel, lanzaron una bomba para derrumbar las puertas de hierro que daban acceso a la secci¨®n de la prisi¨®n, donde estaban encerrados los setenta detenidos con los diecinueve rehenes. Pocos minutos despu¨¦s se oyeron otras siete explosiones y golpes de metralleta, mientras empezaban a llegar a la puerta de la c¨¢rcel numerosas ambulancias de los hospitales lim¨ªtrofes. Las noticias oficiales que llegaban a trav¨¦s de las agencias hablaban s¨®lo de cinco polic¨ªas heridos en la operaci¨®n, pero m¨¢s tarde los m¨¦dicos certificaron que hab¨ªan recibido veinti¨²n heridos en estado de conmoci¨®n, la mayor parte polic¨ªas y carabineros.
Un Gobierno, acorralado
Lo cierto es que el Gabinete se encontr¨® ayer entre la espada y la pared. Acababa de conceder el cierre de la c¨¢rcel de Asinara, lo que hab¨ªa creado tensiones incluso dentro de los partidos que componen el Gobierno y la neta oposici¨®n de los comunistas y de la extrema derecha, que le acusaba demostrarse d¨¦bil ante el chantaje de las Brigadas Rojas, con la excusa de salvar la vida del magistrado secuestrado. No pod¨ªa, por tanto, perder tiempo ante el importante mot¨ªn de la c¨¢rcel de Trani, ya que daba armas a la oposici¨®n, partidaria de que las Brigadas Rojas ?no se contentar¨ªan con el cierre de la c¨¢rcel de Asinara?. Precisamente, mientras segu¨ªa en pie la rebeli¨®n de Trani, desde Niza (Francia) hab¨ªa llegado la noticia de que el presidente de la Rep¨²blica, Sandro Pertini, no hab¨ªa sido favorable a la decisi¨®n de cerrar Asinara, creando nuevas tensiones y pol¨¦micas entre las fuerzas pol¨ªticas.Lo ocurrido en Trani, si por una parte puede ser considerado como una victoria del Gobierno, que ha demostrado mano dura en el momento mismo en que hab¨ªa permitido el cierre de la otra c¨¢rcel especial de Asinara, est¨¢ llamado a levantar una nueva polvareda pol¨ªtica. En realidad, el Gobierno sigue dividido entre quienes, como los republicanos y parte de los socialdem¨®cratas y de los democristianos, no quieren ning¨²n tipo de di¨¢logo con las Brigadas Rojas y quienes como los socialistas, desean que se haga todo lo posible para salvar la vida del magistrado secuestrado.
Las Brigadas Rojas, en su quinto comunicado, hecho p¨²blico el do mingo, hab¨ªan adjuntado una carta aut¨®grafa del magistrado Giovanni D'Urso, en la que afirmaba, que su vida depend¨ªa del cierre inmediato y definitivo de la c¨¢rcel de Asinara, y daba a entender que, seg¨²n el esp¨ªritu de la reforma penitenciaria de 1975, se podr¨ªa con ceder a los acusados de terrorismo el mantener conferencias de Prensa con los periodistas dentro de la c¨¢rcel y emitir algunos comunicados p¨²blicos.
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