Klaus Croissant: "Los de la Baader-Meinhof fueron asesinados en la c¨¢rcel"
Cuenta An¨ªbal Ponce, en su ensayo sobre Proudhom, que sus padres, honestos comerciantes, le dieron una paliza de muerte el d¨ªa que el ni?o, con diez a?os, convenci¨® a los clientes para que compraran en un comercio cercano, m¨¢s barato y de mejor calidad. La an¨¦cdota servir¨ªa para Klaus Croissant, un conocido abogado de la Rep¨²blica Federal de Alemania, con aspecto de vendedor de productos de limpieza, que un d¨ªa decidi¨® asumir la defensa de varios miembros de la llamada ?banda Baader-Meinhof? y termin¨® ¨¦l mismo en la c¨¢rcel, cumpliendo condena de dos a?os y medio, inhabilitado para ejercer su profesi¨®n y proscrito en los medios oficiales de su pa¨ªs. El abogado, que pasa unos d¨ªas en Madrid, cen¨® el viernes con un grupo de colegas espa?oles.
Croissant, sin un duro, vestido como de prestado, pacifico y con mirada inocente, pero testarudo y tenaz como un mast¨ªn, contin¨²a impert¨¦rrito proclamando a los cuatro vientos su m¨¢s ¨ªntima convicci¨®n: ?Estoy absolutamente seguro de que todos ellos, Andreas Baader, Ulrike Meinhof, Han-Karl Raspe y Gudrun Ensslin, fueron asesinados fr¨ªamente en la c¨¢rcel?.Pregunta. Pero ?por qu¨¦? ?Qu¨¦ necesidad ten¨ªan de asesinarlos? ?Eran acaso tan peligrosos para la sociedad de la RFA? Resulta dif¨ªcil de comprender. Estaban ya detenidos, la poblaci¨®n no les apoyaba...
Respuesta. Hay que saber el efecto de su muerte para comprender la motivaci¨®n. La estrategia antiterrorista en mi pa¨ªs consiste en extirparla en sus ra¨ªces, destruirles, aniquilarles. En la calle es una guerra y en la c¨¢rcel una destrucci¨®n sofisticada. Quer¨ªan destruirles, tem¨ªan que existieran tentativas de liberarles. Aprovecharon todo el asunto de Mogadiscio (el secuestro de un avi¨®n y la espectacular intervenci¨®n de la brigada antiterrorista) para aniquilarles.
P. ?Cree usted que la existencia de la banda Baader-Meinhof tuvo alg¨²n impacto en la sociedad alemana? Visto desde fuera parece que no establecieron ninguna relaci¨®n con la poblaci¨®n de su pa¨ªs.
R. Creo que tuvo m¨¢s consecuencias de las que se creen. Al margen de estar de acuerdo o no con sus procedimientos, mucha gente se plante¨® por qu¨¦ un grupo de personas de izquierda, inteligentes, se lanz¨® a la lucha armada, en su intento por cambiar algo de fondo. S¨ª, mucha, gente se plante¨® si es posible cambiar algo. en la RFA por los medios legales.
P. Usted est¨¢ convencido de qu¨¦ fueron asesinados; hace poco se reabri¨® el "dossier Baader-Meinhof". ?Cree que alg¨²n d¨ªa se establecer¨¢ la verdad de lo sucedido en la c¨¢rcel de m¨¢xima seguridad de Staminheim sin ning¨²n g¨¦nero de duda o sospecha?
R. Honestamente, no. Los familiares de Baader y de Ensslin han perdido un proceso contra el Estado, pero yo, soy muy esc¨¦ptico sobre las posibilidades de que se haga la luz. La opini¨®n p¨²blica est¨¢ terriblemente intoxicada. La reptesi¨®n psicol¨®gica e ideol¨®gica, a nivel cient¨ªfico, es tan fuerte que no creo que existan muchas posibilidades.
P. Usted fue detenido en Francia, en septiembre de 1977, y juzgado en la RFA dos meses despu¨¦s, con el cargo de ?apoyo a una asociaci¨®n criminal?. Recuerdo que sus primeras declaraciones antes d¨¦ salir de Par¨ªs, camino de su pa¨ªs, fueron decir solemnemente: ?Yo no Pienso suic¨ªdarme?. ?Tuvo al guna vez miedo por su integridad f¨ªsica? R. S¨ª, en alg¨²n momento pens¨¦ que todo era posible. Nada m¨¢s Regar a la RFA descubr¨ª en mi celda una cuchilla de afeitar. ?Qu¨¦ hac¨ªa all¨ª? Yo tambi¨¦n estuve considerado como ?terrorista? y recib¨ª el mismo trato que mis Clientes, aunque nunca estuve en la s¨¦ptima planta de la c¨¢rcel de Stammheim, donde ellos murieron. Usted sabe que las c¨¢rceles de m¨¢xima seguridad como ¨¦sa son consideradas ya por Amnist¨ªa Internacional como ?tortura blanca?. No existen malos tratos f¨ªsicos, pero ps¨ªquicamente alcanzan niveles de sofisticaci¨®n insospechados. Las autoridades de mi pa¨ªs reconocen paladinamente que ?son s¨®lo para terroristas?, lo que supone, en el fondo, una confesi¨®n de que con ellos todo est¨¢ permitido y que reconocen su objetivo de exterminarlos.
P. ?Qu¨¦ sentido puede tener un grupo como el formado por Andreas Baader y Ulrike Meinhof en la RFA?
R. Para explicar su existencia habr¨ªa que comprender el papel que desempe?a en la RFA la socialdemocracia y la responsabilidad que te corresponde en todo esto. La socialdemocracia alemana garantiza la existencia de la sociedad capitalista y camufla sus contradicciones. El mismo problema se plantea, creo, en Italia con el partido comunista. La socialdemocracia de la RFA tiene un papel importante en el mundo y a trav¨¦s de ella se integra y coordina la represi¨®n en toda Europa. Es un Estado fuerte, capaz de hundir la revoluci¨®n portuguesa o cualquier otra que pueda surgir en Europa.
Klaus Croissant se despide para cenar con un grupo de abogados espa?oles, entre los que se encuentra Cristina Alberdi, miembro del colectivo de abogados que asumi¨® su defensa en Francia para impedir, infructuosamente, su extradici¨®n. Ma?ana viajar¨¢ a Cuba y luego regresar¨¢ a Stuttgart, donde reside desde que en diciembre de 1979 sali¨® de la c¨¢rcel. ?Pero sigo en paro. Estoy inhabilitado por cuatro a?os como abogado. En 1983 podre pedir el reingreso, pero estoy seguro de que el Ministerio de Justicia lo rechazar¨¢. Al menos mientras que no me calle. Y no pienso hacerlo?.
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