El marqu¨¦s de Perinat ser¨¢ el nuevo embajador de Espa?a en la URSS

Luis Guillermo Perinat Elio ser¨¢ el nuevo embajador de Espa?a en la Uni¨®n Sovi¨¦tica, seg¨²n decisi¨®n adoptada por el Gobierno espa?ol, que solicit¨® hace ya varios d¨ªas el correspondiente placet diplom¨¢tico a las autoridades sovi¨¦ticas, seg¨²n fuentes diplom¨¢ticas. El nuevo embajador en la URSS, marqu¨¦s de Perinat y de Campo Real, y diplom¨¢tico de carrera, ocupaba hasta hace pocos d¨ªas el puesto de embajador en Londres.

Con la designaci¨®n del marqu¨¦s de Perinat al frente de la Embajada de Espa?a en Mosc¨² se cierra un vac¨ªo diplom¨¢tico importante, como el que qued¨® desde hace ya varios meses en dicha sede diplom¨¢tica, al ser nombrado su predecesor, Juan Antonio Samaranch, presidente del Comit¨¦ Ol¨ªmpico Internacional. Un vac¨ªo que ha coincidido con un cierto enfriamiento de las relaciones hispano-sovi¨¦ticas, que desde su establecimiento, en febrero de 1977, no alcanzaron cotas importantes en su t¨ªmido desarrollo.El establecimiento de un clima de confianza pol¨ªtico y diplom¨¢tico entre ambos Estados, el seguimiento de la Conferencia sobre Seguridad y Cooperaci¨®n Europea, el eventual ingreso de Espa?a en la OTAN y el incremento de las relaciones pol¨ªticas y comerciales son los temas esenciales de la labor diplom¨¢tica que espera al nuevo embajador.

La designaci¨®n del marqu¨¦s de Perinat pone fin, por otra parte, a los rumores sobre el nombramiento del embajador en Mosc¨² y coincide con la confirmaci¨®n de Jos¨¦ Llad¨® como embajador de Espa?a en Washington, encargado de negociar el nuevo tratado o acuerdo con Estados Unidos en el inicio de la nueva Administraci¨®n americana que presidir¨¢, a partir del pr¨®ximo d¨ªa 20, Ronald Reagan. Asimismo se anuncia para las pr¨®ximas semanas y meses una paulatina renovaci¨®n de embajadores y la puesta en marcha, en el marco de la escuela diplom¨¢tica, de una operaci¨®n de reciclaje que podr¨ªa dirigir el diplom¨¢tico M¨¢ximo Cajal.

De la OTAN al PSUC

El eventual ingreso de Espa?a en la OTAN ser¨¢ sin duda el punto m¨¢s conflictivo a dirimir en las relaciones hispano-sovi¨¦ticas de los pr¨®ximos meses, aunque el ministro de Asuntos Exteriores, Jos¨¦ Pedro P¨¦rez Llorca, declar¨® el pasado a?o ante el Senado que no hay fecha concreta para el inicio de dicho proceso proatl¨¢ntico, que en opini¨®n del ministro deber¨¢ concluirse antes de 1983, antes de la celebraci¨®n de nuevas elecciones generales hispanas. De todas maneras, en el plano estrat¨¦gico se sabe que a Mosc¨² le interesa tambi¨¦n el desarrollo de las negociaciones hispano- norteamericanas que el embajador Llad¨® iniciar¨¢ en breve con la nueva Administraci¨®n Reagan para concluir, antes de septiembre, un nuevo contrato con Estados Unidos, en el que presumiblemente se incluir¨¢ la perspectiva OTAN del Gobierno Su¨¢rez.Tambi¨¦n el desarrollo de los trabajos de la CSCE de Madrid y la posibilidad de que se establezcan en la capital espa?ola las bases para la puesta en marcha de una nueva conferencia de medidas de confianza y de desarme en Europa es otro de los temas a seguir de cerca en la primera ciudad sovi¨¦tica, donde la diplomacia espa?ola deber¨¢ poner una especial atenci¨®n al impacto en la URSS de la Administraci¨®n de Reagan.

En el plano bilateral ser¨¢ aspecto importante el restablecimiento de la confianza pol¨ªtica y diplom¨¢tica entre ambas partes y el desarrollo de los acuerdos comercial y cultural vigentes, que no han dado mucho de s¨ª hasta el momento. Las posibilidades de intercambio entre ambos pa¨ªses son a¨²n muy importantes y a Espa?a le interesa garantizar importaciones petrol¨ªferas de la URSS. Asimismo est¨¢ pendiente desde hace ya mucho tiempo el viaje del rey Juan Carlos a la URSS, que fren¨®, en cierta manera, las crisis de Afganist¨¢n y Polonia, as¨ª como el enfrentamiento vigente de las relaciones Este-Oeste. Una vuelta a la frialdad, que tambi¨¦n repercuti¨® en las relaciones Madrid-Mosc¨², ya salpicadas en los ¨²ltimos tres a?os con los m¨²ltiples casos de expulsi¨®n de supuestos esp¨ªas del territorio espa?ol, as¨ª como con la negativa del Gobierno de Madrid a dar facilidades a la flota pesquera sovi¨¦tica en las costas de la Pen¨ªnsula por miedo al espionaje.

El tema del supuesto apoyo de la URSS al terrorismo vasco y el giro prosovi¨¦tico de los comunistas catalanes constituyen otros dos puntos de inter¨¦s bilateral. Sobre el primero hay que se?alar c¨®mo Gromiko conden¨® en Madrid, en 1979, la actividad de ETA. En relaci¨®n con el acercamiento a la URSS del PSUC habr¨¢ que esperar tambi¨¦n a ver cu¨¢les son las consecuencias en el PCE de la eliminaci¨®n del vocablo eurocomunismo.

El nombramiento de Luis Guillermo Perinat en Mosc¨² supone un relevo cualitativo al frente de dicha Embajada espa?ola, que hasta hace seis meses estuvo regida por un embajador pol¨ªtico, Juan Antonio Samaranch.

El nuevo embajador, que ingres¨® en la carrera diplom¨¢tica en 1947, ha desempe?ado misiones en El Cairo, Nueva York, Par¨ªs y Londres, y ocup¨® distintas responsabilidades en el palacio de Santa Cruz, donde fue, en 1973, director general de Am¨¦rica del Norte y Extremo Oriente.