El dilema reforma-ruptura se presenta de nuevo en la pol¨ªtica espa?ola, seg¨²n Fraga

?Una vez m¨¢s, el dilema es reformar o romper, aunque los t¨¦rminos de la cuesti¨®n se planteen en sentido inverso al que tuviera hace cuatro a?os. Nadie se enga?a: el consenso est¨¢ roto, dentro de los partidos, en sus relaciones mutuas, en la aceptaci¨®n popular del sistema?, dijo ayer el presidente de Alianza Popular (AP), Manuel Fraga, durante la conferencia que pronunci¨® en el Club Siglo XXI. Fraga hab¨ªa presidido horas antes la reuni¨®n del Comit¨¦ Ejecutivo de AP, en la que inform¨® de su reciente viaje a Israel.?Ning¨²n formalismo?, dijo Fraga en su conferencia, ?nos puede hacer olvidar el car¨¢cter concreto de un determinado orden pol¨ªtico, sea.el Estado de Pericles, el de los Reyes Cat¨®licos, el de Napole¨®n o la V Rep¨²blica gaullista. La Constituci¨®n, como ordenamiento de las instituciones pol¨ªticas y jur¨ªdicas de una de estas decisiones, no es pura filosof¨ªa, ni mera decisi¨®n, ni s¨®lo consenso: ha de contener elementos de conservaci¨®n y de reforma?.

?Lo que no vale?, se?al¨®, ?es tomarla como una irrevers¨ªble entrega a cuenta para lograr cambios m¨¢s importantes; as¨ª la ven los grupos marxistas o nacionalistas, negando a los dem¨¢s el derecho a plantear las reformas desde otros ¨¢ngulos, y sobre todo del fundamental, el tener un Estado que pueda funcionar y cumplir sus funciones esenciales: defensa, seguridad, orden econ¨®mico, a la vez, estable y din¨¢mico?.

?Como ya dijo Carl Schmitt?, afirm¨® m¨¢s adelante Fraga hablando del eurocomunismo, ?no es posible meter la revoluc¨ª¨®n dentro de la Constituci¨®n. Pero s¨ª se puede y se debe meter dentro lo ¨²nico que puede salvarla: el esp¨ªritu y la posibilidad real de su reforma?.

?La necesidad y urgencia?, dijo, ?de la reforma pol¨ªtica y constitucional nos son recordadas por las noticias de cada d¨ªa. No es ello nada nuevo: la historia confirma la constante necesidad de reforma de las organizaciones pol¨ªticas, y la superioridad de las Constituciones flexibles y pluralistas, lo mismo en rendimiento que en capacidad de superviviencia, sobre las m¨¢s r¨ªgidas y monistas?.?Si queremos?, manifest¨® el presidente nacional de AP, ?de verdad lograr una organizaci¨®n pol¨ªtica a la vez estable y flexible, hemos de proceder con realismo y decisi¨®n; el desconocer las cosas que van mal, en vez de intentar corregirlas, es enfrentarnos una vez m¨¢s con el bandazo y la ruptura. Frente a los que hablan sin rccato de la abrogaci¨®n total de la Constituci¨®n y los que se empe?an en considerarla perfecta e intangible, hay que hablar, una vez m¨¢s, de la reforma de la reforma?.

Reformar la Constituci¨®n

?Hoy hay que afrontar con claridad?, continu¨® diciendo, ?y sin parcheos, el qu¨¦, el cu¨¢ndo, el c¨®mo y el qui¨¦n de la reforma. En cuanto al fondo, hay que reformar el art¨ªculo 2 y el t¨ªtulo VIII, sobre autonom¨ªas, antes de que sea demasi do tarde; establecer una ley Electoral que produzca mayor¨ªa y minor¨ªas claras y estables. de Gobierno y oposici¨®n, en un sistema viable de partidos; potenciar las instituciones de democracia semidirecta, en particular el refer¨¦ndum, la iniciativa popular y el control de los partidos y de los elegidos por sus electores?.?Finalmente?, termin¨® diciendo, ?en cuanto a la acci¨®n, nadie puede callar ni quedarse en casa; cada uno ha de estar en su sitio?.