Ambigua oferta electoral de Adolfo Su¨¢rez
La f¨®rmula electoral planteada por Su¨¢rez -sistema mayoritario con listas abiertas- es lo suficientemente ambigua como para que los distintos sectores centristas no sepan qu¨¦ es lo que se les ofrece realmente. Son necesarias mayores aclaraciones para saber si el sistema permitir¨¢ el acceso autom¨¢tico de las minor¨ªas al comit¨¦ ejecutivo -caso de que se vote a listas abiertas, pero incompletas- o si se trata de permitir a los electores que tachen algunos candidatos, a fin de que los delegados puedan desahogarse mostrando qui¨¦nes son los l¨ªderes menos queridos.El principio inspirador del sistema mayoritario es que gana quien obtiene la mayor¨ªa de los votos, pero esto clarifica muy poco respecto a lo que se pretende. Si el sistema de candidaturas es con listas completas (tantos nombres como puestos a cubrir), aquel que tenga el 50% m¨¢s uno de los votos se asegura la victoria total, y la otra lista o listas quedan absolutamente fuera de juego. Si el sistema es con listas incompletas (cada candidatura contiene menos nombres que el total de puestos a cubrir), se dejan algunos puestos a la minor¨ªa, que tiene as¨ª posibilidad de quedar representada en el nuevo ¨®rgano ejecutivo.
Tanto en un caso como en otro, la principal caracter¨ªstica de la lista abierta es que cada elector no est¨¢ obligado a votar a la totalidad de los candidatos que le presenta una de las opciones; en la pr¨¢ctica, esto s¨®lo sirve para demostrar lo mal que le cae a uno tal o cual se?or. Por ejemplo, supongamos que Fern¨¢ndez Ord¨®?ez o Fernando Abril figurasen en la lista mayoritaria, pero que todo un sector de votantes hubiera decidido tacharles: posiblemente obtendr¨ªan los votos necesarios para figurar en el nuevo comit¨¦ ejecutivo, pero sus oponentes tendr¨ªan buen cuidado en destacar lo poco que les quiere la base o lo mal vistos que est¨¢n por este o aquel sector. Es justamente lo ocurrido con Jos¨¦ Mar¨ªa Zufiaur en el ¨²ltimo congreso de UGT: logr¨® los votos necesarios para salir, pero un gran sector le castig¨® tach¨¢ndole a la hora de emitir el sufragio.
Tampoco est¨¢ claro si la elecci¨®n del comit¨¦ ejecutivo va a hacerse en bloque (se presentan listas para miembros de dicho ¨®rgano, sin especificar cu¨¢l va a ser la funci¨®n de cada uno) o cargo a cargo, como ocurre, por ejemplo, en el PSOE. En los congresos socialistas, cada lista especifica qui¨¦n es el candidato a secretario general, a secretario de organizaci¨®n o a secretario municipal, y, por tanto, se enfrentan los candidatos a ese puesto concreto en las diferentes listas, existiendo la posibilidad te¨®rica de que el aspirante a tal o cual secretar¨ªa en la lista minoritaria sea efectivamente elegido si su hom¨®logo de la mayoritaria obtiene menos votos que ¨¦l. Pero en UCD no se organiz¨® un sistema similar en el I Congreso, ni parece que est¨¦ en el ¨¢nimo de los diversos sectores para el pr¨®ximo.
Su¨¢rez quiere negociar
Pero al margen de las implicaciones que se desprenden de cada posibilidad t¨¦cnica, lo importante es determinar cu¨¢l es la oferta pol¨ªtica de Su¨¢rez al sector cr¨ªtico. Lanzar una declaraci¨®n en la que se ofrecen novedades respecto a las posiciones anteriormente mantenidas, sin cerrarlas con una soluci¨®n hecha de antemano, sugiere que el presidente ofrece negociaciones a sus oponentes: probablemente quiere obligar a Landelino Lavilla a negociar una lista ¨²nica, en la que de antemano se conozca cu¨¢ntos puestos se atribuyen a cada sector y qui¨¦n manda en el partido, pero rechazando que el resultado final sea el producto de una elecci¨®n por sistema proporcional, como ped¨ªan los cr¨ªticos.
Y si ¨¦stos no aceptan negociar con Su¨¢rez y se empe?an en mantener una lista contra la del presidente, la confrontaci¨®n ser¨¢ inevitable y se ir¨¢ a medir fuerzas entre los sectores en lucha. Esto puede hacerse manteniendo el car¨¢cter abierto de la totalidad de la lista (de forma que se pueda tachar cualquier nombre, incluso el del candidato a presidente) o separando la elecci¨®n de ¨¦ste respecto a los dem¨¢s, de forma que para el primer puesto haya una lucha entre candidatos al mismo cargo, mientras que para el resto sea una lista efectivamente abierta. Las posibilidades son muchas y es evidente que esto entra en el posible margen de negociaci¨®n.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.