P¨¦rdida de empleo y sobreevaluaci¨®n del tipo de cambio
Aunque todav¨ªa no se dispone de la encuesta de poblaci¨®n activa para diciembre de 1980, parece muy probable que el a?o 1980 pasar¨¢ a la historia econ¨®mica de Espa?a con la distinci¨®n de haber sido el a?o en. que se perdi¨® el mayor n¨²mero de puestos de trabajo la poblaci¨®n ocupada ha descendido en no menos de 350.000 personas. Uno de los factores que, individualmente considerados, m¨¢s contribuyeron a este resultado ha sido la sobreevaluaci¨®n del tipo de cambio de la peseta, que aport¨® la tercera parte de dicha p¨¦rdida. ?C¨®mo se, puede probar esto? Muy sencillo.El papel fundamental de un tipo de cambio es servir de base para todo el sistema de precios en una econom¨ªa. Esto quiere decir qu si un tipo de cambio esta sobreevaluado, la producci¨®n nacional ser¨¢ cara en t¨¦rminos relativos con el extenor,y el valor de la mano de obra ser¨¢ demasiado elevado, y, por tanto, cada vez ser¨¢ m¨¢s dif¨ªcil exportar; por el contrario, las importaciones ser¨¢n cada vez m¨¢s atractivas. Lo opuesto sucede cuando el tipo de cambio est¨¢ subvaluado o infravalorado. Un tipo de cambio en equilibrio producir¨¢ una situaci¨®n intermedia, es decir, mantendr¨¢ un ritmo de crecimiento de las exportaciones por lo menos igual al del comercio internacional, y, en el caso de un pa¨ªs como Espa?a, donde las exportaciones de bienes representan una parte relativamente peque?a de la econom¨ªa, a¨²n un poco superior; por el lado de las importaciones contendr¨¢ su tasa de crecimiento, reconcili¨¢ndola con la de la producci¨®n nacional. Ahora bien, como en 1980 el crecimiento del valor de las exportaciones de bienes no re basar¨¢ el 10% (a no viembre la tasa de crecimiento de las exportaciones ya hab¨ªa descendido al 12,3 %) y la del valor de las importaciones no energ¨¦ticas estar¨¢ en alrededor del 18% (a noviembre estaba en el 19,8%), no cabe duda de que en 1980 el tipo de cambio no cumpli¨® el papel fundamental de mantener el sistema de precios relativos en equilibrio.
De la conclusi¨®n anterior se puede proceder a calcular el jefecto de la sobreevaluaci¨®n del tipo de cambio sobre el mercado laboral. En efecto, traduciendo las tasas de crecimiento del. valor de las exportaciones e importaciones citIdas anteriormente a volumen, se puede estimar que en 1980 el volumen de las exportaciones no s¨®lo no ha crecido sino que ha disminuido entre el 2% y el 3%, mientras que el de las importaciones no energ¨¦ticas habr¨¢ aumentado en un 6% a un 7%. Seguidamente, si se comparan estas tasas con las que deber¨ªan de haberse producido si el tipo de cambio hubiera estado en equilibrio, se puede concluir que el volumen de las exportaciones ha sido un 7,5 % inferior al de equilibrio; es decir, una disminuci¨®n de volumen del 3%, m¨¢s un crecimiento del comercio internacional del 3%, m¨¢s una ganancia de cuota de mercado perdida de, digamos, un 1,5%. Por el lado de las importaciones no energ¨¦ticas se puede calcular el exceso de su crecimiento en alrededor del 6%.
Dadas las otras condiciones de actividad, demanda interna, mercados. exteriores, protecci¨®n, etc¨¦tera, que efectivamente existieron en 1980, el an¨¢lisis anterior lleva a la conclusi¨®n que un tipo de cambio.de equilibrio habr¨ªa resultado en mayores exportaciones de unos 1.400 millones de d¨®lares y menores importaciones no energ¨¦ticas de cerca de mil rnillones de d¨®lares. Llevado a volumen de actividad real en Espa?a, esto habr¨ªa significado que el PIB real podr¨ªa haber crecido en alrededor de un 1,7 %,en vez de aproximadamente un 0,5%. Pasando este efecto a la ocupaci¨®n por medio del coeficiente PIB/ocupaci¨®n, resulta una cifra de 130.000 puestos de trabajo que no se habr¨ªan perdido.
Por supuesto que hay que enfatizar que los c¨¢lculos anteriores no son exactos, puesto que para ello habr¨ªa sido nec ' esario desglosar varios de los componentes indicados, determinar la productividad en diferentes actividades, etc¨¦tera. Sin embargo, no se puede discutir su validez a nivel de grandes ¨®rdenes de magnitud, y en este sentido estos c¨¢lculos parecen ser enormemente ilustrativos de los efectos nocivos de una pol¨ªtica que sigue d¨¢ndole mayor importancia a la regulaci¨®n de las corrientes monetarias a trav¨¦s de la cuenta de capital de la balanza de pagos que a la funci¨®n de desarrollo de tipo de cambio, a pesar de que en todas las declara ciones oficiales se ponga el empleo como la primera prioridad de la pol¨ªtica econ¨®mica.
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