Insalud decide el cierre de un hospital por falta de rentabilidad econ¨®mica

Un peque?o hospital de veinticuatro camas, ubicado en la calle de Lope de Rueda, en pleno centro de Madrid, y dependiente del Instituto Nacional de la Salud (Insalud), ver¨¢ cerradas sus puertas en breve plazo por decisi¨®n de ese organismo, a pesar de la postura en contra mostrada por los trabajadores del centro, los enfermos en ¨¦l atendidos y el propio director del mismo. El director provincial del Insalud, Gabriel Gonz¨¢lez Navarro, alega que el hospital en cuesti¨®n el Centro Quir¨²rgico de Urgencias de Accidentes de Trabajo no es rentable econ¨®micamente, en tanto que la otra parte sostiene que ha sido la misma Seguridad Social la que ha permitido que el centrafuera degrad¨¢ndose.

El 26 de enero, un escrito oficial del citado director provincial del Insalud, Gabriel Gonz¨¢lez Navarro, notificaba la prohibici¨®n de admisi¨®n de nuevos enfermos, el cierre del hospital cuando fueran dados de alta los pacientes actuales y que todo su personal quedaba, por tanto, a la espera de nuevo destino. Ese mismo d¨ªa se reuni¨® la junta de gobierno del hospital, de la que forma parte, en raz¨®n de su cargo, Gonz¨¢lez Navarro, y, por siete votos contra tres, decidi¨® que no hab¨ªa razones convincentes para el cierre.El Centro Quir¨²rgico de Urgencias cuentacon veinticuatro camas, dos quir¨®fanos, servicio de rehabilitaci¨®n, radiolog¨ªa, traumatolog¨ªa, oftalmolog¨ªa y consultas externas. A lo largo del tiempo han desaparecido el laboratorio para los an¨¢lisis cl¨ªnicos y el servicio de otorrinolaringolog¨ªa. Durante los ¨²ltimos siete a?os, seg¨²n el comit¨¦ de empresa del hospital, el presupuesto ha ido disminuyendo paulatinamente y la falta de medios imposibilita dar un buen servicio.

El director provincial justific¨® su decisi¨®n en base a que el mes pasado s¨®lo se realizaron cuatro intervenciones quir¨²rgicas y la mayor¨ªa de las camas est¨¢n vac¨ªas, lo que convierte al centro en pr¨¢cticamente el m¨¢s caro del pa¨ªs. A esto, los trabajadores responden que, si el hospital est¨¢ infrautilizado, no es culpa suya precisamente y que, en todo caso, la soluci¨®n no est¨¢ en cerrarlo, sino en aprovechar su infraestructura, por ejemplo, y ponerlo al servicio de todos los madrile?os. Es, cuando menos, preocupante que hace escasos d¨ªas la Ciudad Sanitaria Provincial estuviera abarrotada de enfermos en los pasillos cuando ellos, situados cuatro calles m¨¢s all¨¢, ten¨ªan camas vac¨ªas. Eso sin contar con que los ochenta empleados del centro esgrimen tambi¨¦n sus derechos, ya que el Estatuto del Personal Sanitario proh¨ªbe los traslados, forzosos, y ¨¦ste consideran que lo es, tal y como se ha planteado el tema. El director provincial no se ha dignado hasta ahora, aseguran, a darles explicaciones convincentes ni, mucho menos, orientarles acerca de qu¨¦ piensan hacer con ellos.

Los enfermos, por su parte, y seg¨²n el comit¨¦ de empresa, se encuentran a gusto en el hospital, ya que sus peque?as dimensiones permiten un cierto clima de familiaridad y trato m¨¢s humanitario que los despersonalizados grandes hospitales.