Dos evidencias
El art¨ªculo 8 de la Constituci¨®n encomienda a las Fuerzas Armadas la misi¨®n de garantizar la soberan¨ªa, e independencia de Espa?a, la defensa de su integridad territorial y del ordenamiento constitucional.Ese mandato debe ser y es sagrado para las Fuerzas Armadas, y por ser consustancial con su propia raz¨®n de existir, habr¨ªa de vincularlas aun cuando la Constituci¨®n no lo hubiese incluido de modo expl¨ªcito. El art¨ªculo 2 es valedor de tal criterio, al afirmar que la Constituci¨®n se fundamenta en la Patria com¨²n e indivisible y no al contrario. Es esa Patria com¨²n, creada tras siglos de Historia sobre los esfuerzos y sacrificios de muchas generaciones y por la que han ofrendado su vida tantos espa?oles -lo reconoce, como no pod¨ªa ser de otro modo, la Constituci¨®n-, la primera y fundamental categor¨ªa sobre la que ha de edificarse cualquier doctrina pol¨ªtica espa?ola. Y si el art¨ªculo 1?, punto 1, puede establecer que la soberan¨ªa nacional reside en el pueblo espa?ol, esa ?soberan¨ªa? y ese ?pueblo espa?ol? carecer¨ªan de sentido y de significado algunos si esa Patria com¨²n, Espa?a, dejase de existir.
Para que Espa?a exista, es decir, para que Espa?a ?sea? la Patria de una comunidad humana que cumpla sus fines propios y que mantenga su vitalidad y su personalidad a trav¨¦s de los tiempos, establece y regula la Constituci¨®n unas instituciones pol¨ªticas civiles que ostenten la representaci¨®n del pueblo espa?ol y asuman la carga y la responsabilidad de bien regirla.
Para que Espa?a no deje de existir, estabbece la Constituci¨®n una instituci¨®n constitucional de ultima ratio, las Fuerzas Armadas, aunque poco regula el ejercicio de tan trascendente misi¨®n.
Pero dos evidencias se deducen de inmediato. La primera, que para evitar que Espa?a llegue a estar en peligro de no existir es necesario el buen gobierno de los pol¨ªticos, es decir, que ¨¦stos ejerzan acertada y patri¨®ticamente su misi¨®n. La segunda, que para que Espa?a, si el peligro llega, no desaparezca o se hunda en el caos, las instituciones militares habr¨¢n de ejercer su misi¨®n patri¨®tica y acertadamente tambi¨¦n, antes de que la naci¨®n unitaria e indivisible que constituimos haya dejado de existir.
En ambas evidencias late un factor estrat¨¦gico fundamental: el tiempo, o lo que es equivalente, la oportunidad. La funci¨®n de las instituciones pol¨ªticas civiles no ser¨¢ ejercida acertadamente si los pol¨ªticos no reaccionan ?a tiempo? ante los peligros que puedan surgir para la unidad espa?ola o para la sociedad. Lo propio sucede con la funci¨®n militar, que s¨®lo tendr¨¢ sentido, s¨®lo servir¨¢ a los fines constitucionales establecidos cuando dicha funci¨®n sea realizada en tiempo oportuno. almirante de la Armada.
31 de enero
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.