El Gobierno de Euskadi dio la bienvenida a los Reyes en Vitoria
En un clima de progresiva expectaci¨®n popular, de cordialidad por parte del Gobierno vasco y de contestaci¨®n de la extrema izquierda de Euskadi, se desarroll¨® la primera jornada del viaje de los Reyes al Pa¨ªs Vasco. A pesar de que el Ejecutivo vasco no hab¨ªa organizado ning¨²n acto de bienvenida a los Monarcas, ¨¦stos fueron el centro de inter¨¦s ciudadano, que pas¨® de la tibia curiosidad de Vitoria al c¨¢lido recibimiento en Bilbao. La sesi¨®n del Parlamento vasco y las Juntas Generales, que hoy presidir¨¢ el Rey, es considerado como el acto de m¨¢s significaci¨®n pol¨ªtica del viaje, que en su primera jornada result¨® acaso excesivamente protocolario. La anunciada presencia en Guernica de los cargos electos de Herri Batasuna provocaba ayer el nerviosismo oficial.
La llegada de los Reyes al aeropuerto de Foronda-Vitoria se retras¨® en una hora a causa de las deficientes condiciones meteorol¨®gicas. Una intensa niebla daba en las pistas una situaci¨®n de m¨ªnimos. Las autoridades y unos cientos de personas que, con banderas de Espa?a, aguardaban la llegada en el aeropuerto conocieron, al igual que los informadores, los insistentes rumores -que luego no se confirmar¨ªan- de que el avi¨®n de los Reyes, por razones climatol¨®gicas, ser¨ªa desviado al aeropuerto bilba¨ªno de Sondica.En este per¨ªodo de espera, los comentarios se centraban en la inc¨®gnita que supon¨ªa el recibimiento que podr¨ªa darse a don Juan Carlos y do?a Sof¨ªa. Deia y Egin, los peri¨®dicos que leen los militantes del PNV y de la izquierda abertzale respectivamente, eran, en cierto modo, el punto de referencia. As¨ª, el primero insertaba un editorial titulado ?Nuestra bienvenida?, en el que, entre otras cosas, se valoraba positivamente la actitud de los Reyes en la comprensi¨®n del tema nacional vasco.
Por su parte, Egin, junto a un resumen del programa, insertaba dos p¨¢ginas en las que se recog¨ªan diversas manifestaciones de las fuerzas de extrema izquierda vasca en relaci¨®n a la visita de los Reyes, y un escrito de 97 ?trabajadores de la cultura y del arte vasco?, ligados a la izquierda abertzale radical, contrario al viaje.
En este ambiente, mientras se esperaba la llegada de los Reyes en el edificio del aeropuerto, los informadores pudieron presenciar una escena, por lo in¨¦dita, casi irrepetible. Junto al bar, una docena de cargos electos de Herri Batasuna, entre ellos Francisco Letamend¨ªa y Periko Solabarr¨ªa, charlaban a unos metros s¨®lo de distancia del general S¨¢enz de Santamar¨ªa, autoridades gubernativas y todos los altos mandos del Ej¨¦rcito.
Llegada al aeropuerto
Hacia las 11.30 horas, en medio de la niebla y del fr¨ªo intenso, tomaba tierra en Foronda el DC-8 de la fuerza a¨¦rea espa?ola que traer¨ªa a Euskadi a los Reyes de Espa?a, que ven¨ªan acompa?ados por el personal de la Casa Real y del ministro del Interior, Juan Jos¨¦ Ros¨®n. El avi¨®n tom¨® tierra con ¨²nicamente setecientos metros de visibilidad, el m¨ªnimo establecido. Poco antes se hab¨ªa comunicado esta situaci¨®n al Rey, que orden¨® que se aterrizara.
Al pie del avi¨®n, y mientras se escuchaban los vivas a Espa?a y a los Reyes de varios cientos de personas que portaban banderas rojigualdas, don Juan Carlos y do?a Sof¨ªa fueron recibidos por el presidente del Gobierno vasco, Carlos Garaikoetxea, y su esposa; el presidente del Parlamento vasco, el de la Diputaci¨®n de Alava, el alcalde de Vitoria, gobernadores civiles de Vizcaya, Guip¨²zcoa y Alava y los capitanes generales de la VI Regi¨®n Militar y III Regi¨®n A¨¦rea.
Los Reyes escucharon desde un podio el himno nacional, mientras sonaban las salvas de ordenanza. El Monarca pasar¨ªa luego revista a una compa?¨ªa del Ej¨¦rcito del Aire entre los vivas a los Reyes y a Espa?a de los espectadores congregados.
Cuando el Rey estaba a punto de concluir la revista, una veintena de dirigentes de Herri Batasuna, entre ellos los ya citados, pu?o en alto, entonaron el Eusko Gudariak (El soldado vasco). Algunos de los espectadores se volvieron entonces hacia ellos y, esgrimiendo banderines y banderas de Espa?a, les increparon tratando de acallar sus voces con gritos de apoyo a los Reyes. Fueron momentos de gran tensi¨®n, cuando, casi completamente rodeados por ¨¦stos, los representantes de Herri Batasuna, sin inmutarse, volvieron a interpretar el mismo himno, que concluyeron con el grito de ?Gora Euskadi askatuta! (?Viva Euskadi libre!). Mientras este reducido grupo se retiraba del aeropuerto respond¨ªa con vivas a Euskadi a quienes les gritaban ?viva Espa?a?.
El rey Juan Carlos, acompa?ado de Carlos Garaikoetxea, salud¨® luego a los miembros del Gobierno vasco, Mesa del Parlamento, autoridades civiles y altos mandos militares de la Guardia Civil y de la Polic¨ªa Nacional, entre estos ¨²ltimos el director del cuerpo y el general S¨¢enz de Santamar¨ªa.
Desde el aeropuerto, la comitiva se dirigi¨® hacia el palacio de Ajuria Enea. A lo largo del trayecto de cuatro kil¨®metros, al igual que en el aeropuerto, pod¨ªa verse un discreto, pero, al mismo tiempo, imponente dispositivo policial. En un breve recorrido a trav¨¦s del casco urbano, algunos curiosos esperaban el paso de la comitiva. En el itinerario no se observaban pintadas o textos contra el viaje de los Reyes. Algunas patrullas policiales hab¨ªan arrancado carteles durante la noche en las calles m¨¢s c¨¦ntricas de la capital alavesa. El propio servicio de seguridad del presidente del Gobierno vasco debi¨® borrar, en la noche del lunes, una pintada alusiva a los Reyes que se hab¨ªa efectuado junto a la entrada del palacio de Ajuria Enea.
A los centenares de personas, en su mayor¨ªa mujeres y ni?os, que esperaban ansiosamente, frente a la puerta del palacio del lendakari, la llegada de los Monarcas se sum¨® un numeroso grupo de j¨®venes que, en el momento en que aparecieron los coches oficiales gritaron: ?Amnist¨ªa? y ?Presoak kalera? (?Presos a la calle?).
Nada m¨¢s llegar al palacio del presidente del Gobierno vasco, que ayer luci¨® por primera vez banderas en los m¨¢stiles -la espa?ola y la ikurri?a-, el Rey pas¨® revista al Cuerpo de Mi?ones de Alava, mientras un grupo compuesto por cuatro miqueletes guipuzcoanos interpretaba el Himno de Guip¨²zcoa. No se interpret¨®, como ocurriera con la visita de Adolfo Su¨¢rez, el himno nacionalista Eusko Abendaren.
En una sesi¨®n de dos horas, los Reyes se entrevistaron con todas las instituciones aut¨®nomas y corporativas del Pa¨ªs Vasco. La primera audiencia correspondi¨® al Gobierno vasco, cuyos miembros asistieron en pleno acompa?ados de las respectivas esposas. En la reuni¨®n, que tuvo lugar en la sala principal de Ajuria Enea, y que ser¨ªa calificada por el propio Garaikoetxea de ?muy cordial?, se trataron temas anecd¨®ticos -como el deporte del esqu¨ª- y aspectos relacionados con la pol¨ªtica del pa¨ªs.
El Gabinete vasco hizo entrega a Sus Majestades de un reloj del siglo XVIII, con incrustaciones de brillantes, cuya historia entronca con la fundaci¨®n de los caballeritos de Azcoitia, y que es considerada por los expertos como ¨²nica. El Ejecutivo entreg¨® a la Reina una reproducci¨®n en oro de una estatuilla humana. encontrada en un yacimiento arqueol¨®gico ubicado en los alrededores de La Guardia, perteneciente al siglo VII antes de Cristo. La mencionada estatuilla estaba reconstruida en forma de dije.
En una segunda audiencia, los Reyes recibieron a la Mesa y Junta de Portavoces del Parlamento vasco, presididos por el titular de la C¨¢mara auton¨®mica, Juan Jos¨¦ Pujana. Todos los parlamentarios acudieron a la cita a excepci¨®n de los de la coalici¨®n Herri Batasuna, que, a pesar de que no ocupa sus esca?os, se acercaron a la puerta de Ajuria Enea, donde, pese a mostrar su acreditaci¨®n, no se les permiti¨® el acceso por no formar parte en la actualidad de la Mesa o Junta de Portavoces.
Poco antes de que se iniciara la audiencia de los representantes parlamentarios con Sus Majestades, el secretario general de Euskadiko Ezkerra, Mario Onaind¨ªa, declaraba a los medios informativos que era su intenci¨®n plantearle al Rey ?la necesidad de unas medidas de gracia?, como uno de los aspectos b¨¢sicos para la pacificaci¨®n de Euskadi. Sin embargo, no ver¨ªa satisfecho su objetivo porque la audiencia con el Rey se celebr¨® de forma conjunta y no individualmente, como se cre¨ªa en un principio. No obstante, el dirigente de Euskadiko Ezkerra hizo entrega al marqu¨¦s de Mond¨¦jar de una carta abierta en este sentido.
Los socialistas critican al PNV
Por su parte, Ricardo Garc¨ªa Damborenea, portavoz del Partido Socialista de Euskadi, critic¨® muy duramente al PNV en su calidad de anfitri¨®n por no haber movilizado a sus afiliados ante la visita de los Reyes. ?Cualquier partido normal habr¨ªa llamado a la poblaci¨®n?, dijo. ?El PSOE?, a?adi¨®, ?reconoce y contribuye a la legitimidad de la Corona y por ello ha convocado a sus gentes ante el Gobierno Civil
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de Vizcaya?. Afirm¨® tambi¨¦n que el protocolo, que calific¨® de inadecuado y fr¨ªo, adolec¨ªa de descortes¨ªas graves. ?Habr¨¢ que pedir cuentas a Marcelino Oreja y al Gobierno vasco, que parece se hayan puesto de acuerdo para que la visita est¨¦ llena de dificultades?.
El secretario general del PCE-EPK, Roberto Lertxundi, dijo que ?sobre la base del cese de la violencia terrorista? su partido estar¨ªa dispuesto a solicitar las medidas de gracia oportunas. El dirigente comunista calific¨® la visita de los Reyes de ?tard¨ªa?. ?No obstante, este viaje?, dijo, ?da una credibilidad al cumplimiento, de los acuerdos en la Comisi¨®n Mixta de Transferencias?.
En un tercer turno, la delegaci¨®n de la Diputaci¨®n Provincial de Alava, encabezada por Emilio Guevara, despach¨® con los Reyes, a los que entregaron una escultura en bronce del artista vasco Alberdi, titulada La familia, as¨ª como una muestra antigua de cer¨¢mica del pueblo navarro de Estella y varios libros de arqueolog¨ªa e historia de Alava.
Entre la audiencia de la Diputaci¨®n y la del Ayuntamiento de Vitoria los Reyes salieron al balc¨®n principal del palacio, junto al presidente del Gobierno vasco, Carlos Garaicoetxea, para saludar al medio millar de personas que aclamaban su presencia. Durante los breves minutos de la aparici¨®n de don Juan Carlos, do?a Sof¨ªa y el lendakari se pudieron o¨ªr gritos de ?Espa?a, Espa?a? y ?Viva el Rey? mezclados con algunos de ?Amnist¨ªa?.
Finalmente, Sus Majestades se entrevistaron con los representantes del Ayuntamiento alav¨¦s, uno de cuyos corporativos es Rosario Muela, viuda del que fuera dirigente de UCD, Jos¨¦ Ignacio Ustar¨¢n, muerto en atentado reivindicado por ETA Pol¨ªtico-militar el pasado mes de septiembre. La reuni¨®n concluy¨® con la entrega que el Ayuntamiento vitoriano hizo a Sus Majestades de una reproducci¨®n en pergamino del fuero de la poblaci¨®n de Vitoria y de una medalla conmemorativa del 800? aniversario de la fundaci¨®n de la ciudad de Vitoria por el rey Sancho el Sabio de Navarra.
En relaci¨®n a la propia vigilancia dispuesta en el interior de las inmediaciones de Ajuria Enea, cabe resaltar que miembros del Cuerpo de Seguridad del Gobierno vasco descubrieron -en una rutinaria operaci¨®n de cacheo- al periodista del diario El Alc¨¢zar, Jes¨²s Gallo, que portaba una pistola. El mencionado, informador, que ten¨ªa la licencia de armas en regla, fue entregado por los servicios de seguridad de la Casa Real a la polic¨ªa.
Mientras estas recepciones se celebraban, en la c¨¦ntrica plaza vitoriana de la Virgen Blanca, un centenar de personas ligadas a la izquierda extraparlamentaria, fundamentamente de Herri Batasuna, se concentraron para proferir gritos de apoyo a ETA Militar y de reivindicaci¨®n de amnist¨ªa. Los concentrados se disolvieron sin que la polic¨ªa interviniese.
Hacia las 13.45 horas, los Reyes salieron del palacio de Ajuria Enea al son del himno Agur Jaunak (Adi¨®s, se?or). La comitiva, en la que tambi¨¦n iba el lendakari y los miembros de su Gabinete, se dirigi¨® hacia el palacio de Escoriaza para asistir a un almuerzo ofrecido por el Ejecutivo vasco.
Cuando la comitiva abandonaba el palacio de Ajuria Enea, las personas all¨ª congregadas fue ya sumaban un millar- protagonizaron el ¨²nico acto de entusiasmo registrado con motivo, de la visita de los Reyes a Vitoria.
Cita en Guernica
Los Reyes presidir¨¢n hoy un acto en la Casa de Juntas de Guernica, que se ha considerado apartado fundamental de su visita al Pa¨ªs Vasco. Est¨¢ previsto que, en el transcurso del mismo, don Juan Carlos pronuncie un discurso que incluir¨¢ algunos p¨¢rrafos en eusquera. La significaci¨®n del ¨¢rbol de Guernica data de la ¨¦poca feudal, cuando los se?ores de Vizcaya juraban los fueros bajo el roble como compromiso del respeto a los derechos de sus s¨²bditos. Cuando el se?or¨ªo de Vizcaya pas¨® de los condes de Haro a los reyes de Castilla -Alava y Guip¨²zcoa quedaron bajo el dominio del rey castellano Alfonso VIII, a finales del siglo X11-, ¨¦stos continuaron con la tradici¨®n de la jura de los fueros.Bajo la sombra del ¨¢rbol de Guernica, s¨ªmbolo de las libertades del pueblo vasco, se han dado cita, desde el siglo XII, los nacionalistas y autonomistas vascos. Ya antes de que existiera Guernica, las juntas de se?or¨ªo se reun¨ªan all¨ª, al aire libre, a la sombra del roble, por ser ?el sitio m¨¢s despejado y bello de Vizcaya?. Junto al ¨¢rbol, a principios del siglo XVII, se construy¨® la actual Casa de Juntas, despu¨¦s de derribar la antigua ermita, lugar de reuni¨®n desde el siglo XV.
El actual ¨¢rbol, reto?o del viejo roble, fue plantado ante la Casa de Juntas en febrero de 1979.
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