El Gobierno brit¨¢nico revoca la orden de expulsi¨®n contra una trabajadora espa?ola
El Ministerio del Interior brit¨¢nico decidi¨® ayer autorizar la residencia indefinida en Gran Breta?a de Victoria Herrera Rodr¨ªguez, quien el mi¨¦rcoles hab¨ªa sido puesta en libertad tras haber pasado diecis¨¦is d¨ªas en prisi¨®n, esperando a ser deportada, despu¨¦s de haber vivido con su hija en Gran Breta?a durante m¨¢s de nueve a?os. Su marido cambi¨® de trabajo, sin permiso de las autoridades brit¨¢nicas, regresando en 1978 a Espa?a y abandonando a su mujer en situaci¨®n ilegal en Gran Breta?a.Victoria Herrera Rodr¨ªguez, canaria de la Gomera, de 35 a?os de edad, trabaja como mujer de la limpieza en el hospital italiano de Londres, donde todo el mundo tiene las mejores palabras para ella. Su hija Luisa, de catorce a?os, estudia en el colegio cat¨®lico de Notre Dame y habla un mal castellano, que no lee ni escribe, y ?considera a Londres como su hogar?.
Mal trato policial
Victoria, Herrera fue detenida el pasado viernes 16 de enero, a las nueve de la noche, en su casa de Kennington, al sur de Londres, y llevada a una comisar¨ªa con su hija. Seg¨²n descripciones hechas a EL PAIS, la comisar¨ªa ?era una pocilga, sin aseos, con unas zanahorias crudas para comer?. All¨ª la polic¨ªa intent¨® que firmara una nota de deportaci¨®n, pero Victoria se neg¨®. Gracias a una llamada telef¨®nica, su hija Luisa pudo marcharse con unos amigos ¨ªntimos, pero la madre fue trasladada el lunes siguiente a la prisi¨®n de Holloway.
Su marido, Celedonio Santos Medina, lleg¨® a Gran Breta?a en 1971 con un permiso para trabajar en una granja. Victoria y Luisa se reunieron con ¨¦l en 1972, si¨¦ndoles concedido un permiso de residencia por un mes, posteriormente prorrogado, sin que nunca se aclarase la situaci¨®n de Luisa. En 1974, Celedonio decidi¨® trabajar en la hosteler¨ªa, pero el permiso necesario para ello le fue denegado. En febrero de 1976, las autoridades brit¨¢nicas hicieron saber a Celedonio que se encontraba en situaci¨®n ilegal, pero ¨¦ste no hizo caso de los consejos que se le dieron. Sus problemas fueron cre¨¢ndole tensiones en las relaciones con su familia y en 1978 decidi¨® volver a Espa?a solo.
Victoria no sab¨ªa nada de la situaci¨®n ilegal de su marido y acudi¨® a las autoridades brit¨¢nicas.
Orden de deportaci¨®n
En enero de este a?o, m¨¢s de dos a?os despu¨¦s de que se emitiera la orden de deportaci¨®n, las autoridades brit¨¢nicas decidieron deportar a Victoria Herrera y la encarcelaron.
Stuart Holland, diputado laborista que se ha ocupado del caso, declar¨® a EL PAIS que era escandaloso que se hubiera arrestado a esta mujer, que pagaba sus impuestos, manten¨ªa por s¨ª sola a su hija, que est¨¢ integrada en Londres y no en la vida espa?ola, y que no hab¨ªa intentado nunca enga?ar a las autoridades. Holland protest¨® tambi¨¦n por este modo de tratar como criminales a futuros ciudadanos de la Comunidad Europea, previniendo contra la posible discriminaci¨®n en contra de los trabajadores procedentes de los pa¨ªses menos desarrollados del Mercado Com¨²n.
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