Desaf¨ªo

( ... ) Tenemos la convicci¨®n de que la espantosa noticia habr¨¢ llenado de horror a todos Ios ciudadanos de Espa?a. Y esperamos que, por fin aquellos que, dentro y fuera del Pa¨ªs Vasco, han venido jugando con las ambig¨¹edades y las ?condenaciones? de ritual comprendan que se ha llegado al punto final, al punto sin retorno. Se ha dicho, con la esperanza de que fuese verdad, que ETA est¨¢ acorralada y que la propia sociedad vaca se levantaba contra ella; que estaba acorralada por su propias atrocidades y por sus tremendos errores. No era as¨ª. Est¨¢ viva y m¨¢s violentamente implacable que nunca. Y su desaf¨ªo a todas las comunidades nacionales es evidente. Son ellos quienes han arrasado cualquier alternativa de pacificaci¨®n, son ellos quienes escupen a la faz de todos los afanes de convivencia, son ellos quienes declaran la guerra, son eIlos quienes se han privado, para siempre, de cualquier justificaci¨®n, por remota que fuere, apoyada en los agravios recibidos, etc¨¦tera. Y son ellos los que hacen imposible cualquier posibilidad de medidas de gracia. A hierro tienen que morir los que a hierro matan. Y bien sabe Dios cu¨¢nto nos cuesta escribir esas palabras. ( ... )Barcelona, 7 de febrero