Diferencias internas en Iberduero sobre el futuro de Lem¨®niz

La firme negativa de una parte significativa de los t¨¦cnicos responsables del montaje de la central nuclear de Lem¨®niz a reincorporarse a sus puestos tras las ¨²ltimas amenazas de ETA Militar y la divisi¨®n existente entre los directivos m¨¢ximos de la empresa Iberduero sobre la actitud a tomar ante la incertidumbre que se cierne sobre el futuro de la citada planta ser¨ªan las verdaderas causas de la decisi¨®n de suspender ?con efecto inmediato y por el momento? las obras en curso, adoptada a ¨²ltima hora del lunes por la empresa el¨¦ctrica. A falta del anunciado comunicado en el que ?Iberduero expondr¨¢ con m¨¢s detalle su posici¨®n?, y que a, ¨²ltima hora de la noche de ayer no hab¨ªa sido hecho p¨²blico, fuentes sindicales adelantaron las anteriores razones como explicaci¨®n de la nueva actitud de la direcci¨®n de la citada empresa.La previsible ausencia de sus puestos de un buen n¨²mero de t¨¦cnicos, muchos de ellos insustituibles a corto plazo, hubiera bastado, seg¨²n dichas fuentes, para paralizar de hecho las obras, al menos provisionalmente, pero esta circunstancia habr¨ªa suscitado su vez en el seno del consejo de administraci¨®n el replanteamiento de dos posiciones enfrentadas ya anteriormente sobre la estrategia a seguir en los pr¨®ximos meses: la de quienes son partidarios de abandonar la construcci¨®n del reactor n¨²mero dos, concentrando todos los trabajos en la puesta en marcha del n¨²mero uno, que se encuentra casi acabado y que podr¨ªa entrar en funcionamiento en unas semanas, y la de quienes, por razones de coherencia t¨¦cnica, son partidarios de proseguir el plan previsto de acabar ambos reactores antes de iniciar la explotaci¨®n comercial de la planta. La primera opci¨®n supondr¨ªa el despido casi inmediato de la mayor¨ªa de los 4.000 trabajadores que componen la plantilla actual. Sus defensores considerar¨ªan que esa estrategia tendr¨ªa efectos desanimadores sobre el movimiento antinuclear, supuesto que al menos uno de los reactores estar¨ªa de inmediato en disposici¨®n de producir electricidad (v¨¦ase EL PAIS de 19-11-1980).

Los compromisos contra¨ªdos por la direcci¨®n de la empresa sobre el acatamiento incondicional de las decisiones de las autoridades, y en especial la del Gobierno vasco, de supeditar la entrada en funcionamiento al resultado de un refer¨¦ndum popular, habr¨ªan provocado a su vez el surgimiento entre los dirigentes m¨¢ximos de Iberduero de un sector partidario de no proseguir las obras hasta contar con un m¨ªnimo de garant¨ªas sobre el resultado de tal consulta y los efectos pr¨¢cticos que en el terreno financiero tendr¨ªa para la empresa. Tal ser¨ªa el sentido de los contactos mantenidos en los ¨²ltimos d¨ªas por dirigentes de Iberduero con altos cargos del Ministerio de Industria y Energ¨ªa, incluyendo al ministro, Ignacio Bay¨®n, y el comisario de Energ¨ªa, Luis Maga?a.